JUÍCIO
Es tan absurda esta noche. Tan deshilada.
Flaco rumor de caricias
transita el cuarto.
Sofístico, irracional,
se cuela por la ventana
un sortilegio de luces inadecuado.
Si pudiera volver al tiempo ido,
cruzaría,
como esta luz irreverente,
a contramano de la prudencia,
el perímetro de mi cabeza.
Y hallaría -al fin-, el juicio perdido.
HABLAR DE AMOR
Para qué hablar de amor,
si en viejo acento y en vieja historia
decir amor, es casi decir nada.
Es apenas declarar del amor lo menos cierto.
Frecuentar la imagen cursi del abrazo
que ilustra una novela rosa.
Para qué hablar de amor. Es preferible
pensar en vos en absoluta libertad de no decir amor,
para decirlo todo.
RÍO DULCE
Conjuros de
agua quemaba el verano.
Una lluvia imprevista,
pueblerina,
pueblerina,
nos apuró el aliento.
Era la tarde gris,
brillos de celofán sudaba la vereda.
brillos de celofán sudaba la vereda.
Abierta en humedades,
recostada en el muro
la Santa Rita era
un collar de corales.
un collar de corales.
Perfumado de agua, sobre los adoquines,
el paso,
balanceaba caricias.
balanceaba caricias.
-Somos jóvenes, ¿ves?- ,
y sonreíste.
y sonreíste.
Clandestina,
la dicha jadeaba
la dicha jadeaba
dentro del
corazón,
un río
dulce.
M.R.-C.
(2013)
* * *
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