viernes, 30 de septiembre de 2016

CARILDA OLIVER LABRA





HOMBRES QUE ME SERVISTEIS DE VERANO




Ése que no dejó de ser mi amante
y al que le debo siempre sepultura,
uno a quien nunca quise lo bastante;
aquél, obra de sueño, conjetura...

Alguien que jugó a nada y tuvo suerte,
otro que no ha venido de la guerra,
éste donde converso con mi muerte
porque me lo disputa hasta la tierra.

¡Salid de la memoria evocadora
con vuestro amor, pues tengo frío ahora!
Sabed todos que os llevo de la mano.

Vuestras sombras estallan como un mito
de vez en cuando aquí. Sois lo bendito,
hombres que me servisteis de verano.



***



AMOR, COMO ES QUE VIENES...





Amor, ¿cómo es que vienes
a darle al pensamiento tu estocada
si estoy entre las sienes
-débil mujer a golpes decorada-
y apenas tengo trato con la aurora
por no mirar la luz que eres ahora'?


Amor, ¿cómo es que usas
el mismo corazón en que naufrago
y arrimas tus confusas
palabras al silencio este tan vago
y en brote que es de gloria me enajenas
mientras ardiendo estoy entre las penas'?


Amor, ¿cómo es que tocas
eI mundo donde salgo desmentida,
y vuelves y provocas
de nuevo los dolores de tu huída
si a tiempo de morirme tanto y tanto
te yergues sin cadáver en mi canto?

viernes, 16 de septiembre de 2016

POÉTICA




Canto IX


Esta noche no es noche.

Apenas a centímetros del lecho
el sesgo de la ría
decapita el reflejo de la luna.
Esmeril de la piedra en el verdor del día.




Poalleira empecinada y lerda
al son del alalá.

La sábana 
es vela sobre aguas de sal.



M.R.-C.
Canto IX, Versos de exilio y lejanía.

miércoles, 7 de septiembre de 2016

POESÍA INÉDITA



IRREPARABLE




                                                    

A R.

In memorian



                        Cuando la vida levanta del suelo el guante que perdimos,
                                               ni siquiera la mano conserva cinco dedos.



Ahora, cómo calzar el guante... 
Tan pequeñito guante para esta mano
que ya no es mano.

Agarrotada,
la palma extiende las falanjes
y aprisiona -inutilmente-
la mano imaginada, 
sube hasta el brazo, el hombro,
espalda, torso, nuca, 
el cuello ladeado, el pelo claro,
el beso humedecido de la dicha.
El abrazo al sol del mediodía.

Muerte le dieron los años del espanto
a la caricia que apretaba 
el infinito de sueños
en un guante.

Perdido un guante, 
de qué me sirve tener estas dos manos.






M.R.-C.
Imágen:Internet
No pertenece al poemario de próxima edición.

domingo, 4 de septiembre de 2016

CITA EN EL UMBRAL LITERARIO SAN TELMO





EL "GRUPO UMBRAL LITERARIO SAN TELMO” 
INVITA A LA 7ª REUNIÓN DE SU CICLO ANUAL 
A REALIZARSE EL MARTES 6 DE SEPTIEMBRE 
DE 18.30 A 20.30 EN EL CAFÉ “LA POESÍA”, 
SITO  EN  CHILE Y BOLÍVAR, 1º PISO, CABA.

EN ESTA OCASIÓN NOS ACOMPAÑARÁN LOS NOTABLES ESCRITORES:

LILIANA DIAZ MINDURRY

GERMÁN CÁCERES

NORBERTO BARLEAND

LUEGO: MICRÓFONO ABIERTO Y SORTEO DE LIBROS


TODOS LOS PRIMEROS MARTES DE CADA MES 
CON LA PRESENCIA DE ESCRITORES, 
PRESENTACIONES DE LIBROS 
Y LA MEJOR DISPOSICIÓN PARA COMPARTIR 
LA MAGIA DE LA PALABRA Y LA AMISTAD.

COORDINAN LOS ESCRITORES:

MARITA RODRIGUEZ CAZAUX
DAVID  ANTONIO SORBILLE 
OSVALDO VÍCTOR FERNÁNDEZ

ENTRADA LIBRE





DISERTACIONES EN CAFÉS LITERARIOS

Disertación por Marita Rodriguez-Cazaux, en el ciclo SINESTECIA 2.8 de Daniel A. Castelao. 

Buenos Aires, 3 de setiembre 2016






ESCRITURA Y ESTILO DE LAS SIGUIENTES POETAS CUBANAS.



 Fina García

Poeta cubana nacida en La Habana en 1923.
Publicó sus primeros poemas en la década de los años cuarenta haciendo parte del grupo «Orígenes» al que también pertenecía su esposo Cintio Vitier.
En 1961 obtuvo el doctorado en Ciencias Sociales dedicándose desde entonces a la investigación literaria, colaborando con distintos medios en el campo de la poesía, el ensayo y la crítica literaria.
Su poesía ha sido traducida a diferentes idiomas obteniendo varios galardones entre los que se destacan:
«La Orden Alejo Carpentier, la medalla «30 Aniversario de la Academia de Ciencias de Cuba», la «Medalla Fernando Ortiz», «El Premio de Poesía Pablo Neruda» en 2007, el XX Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 2011, y el Premio Federico García Lorca en 2011. En 1990 con el que obtuvo el Premio Nacional de la Crítica.


Al despertar...

Al despertar 
uno se vuelve 
al que era 
al que tiene 
el nombre con que nos llaman, 
al despertar 
uno se vuelve 
seguro, 
sin pérdida, 
al uno mismo 
al uno solo 
recordando 
lo que olvidan 
el tigre 
la paloma 
en su dulce despertar.





Si mis poemas todos se perdiesen...

Si mis poemas todos se perdiesen 
la pequeña verdad que en ellos brilla 
permanecería igual en alguna piedra gris 
junto al agua, o en una verde yerba. 

Si los poemas todos se perdiesen 
el fuego seguiría nombrándolos sin fin 
limpios de toda escoria, y la eterna poesía 
volvería bramando, otra vez, con las albas.



El que solía visitarnos, el que era...

El que solía visitarnos, el que era 
de todos más amado, suave vuelve 
a la sala sencilla, cada día 
más real y más leve, ya de humo. 
¿Cuándo tocó la puerta? No podemos 
recordarlo. Estaba allí, estaba! 
Y no se irá jamás ni puede irse. 
No nos trae la memoria las palabras 
del adiós. Sólo podrá volverse 
por la puerta de un ruido, de un llamado 
de ese mundo que borra, ignora y vence.





Reina María Rodríguez


Nacida en La Habana en 1952.
Reina María recibió el  Premio Casa de las Américas en 1984, Premio de la revista Plural, México, 1991 y Premio Nacional de la Critica, 1992 y Premio Casa de las Américas, 1998).
Premio de la crítica, 2001), (Premio Italo Calvino, 2004) y Variedades de Galeano (Letras Cubanas, 2008). 
Premios Nacional de Literatura 2013 y del Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda en 2014, entre otros.
Considerada una de las voces más importantes de la poesía cubana contemporánea, la obra de Reina María se caracteriza por ser de una asombrosa profundidad, arriesgada, intensa, dinámica y sobre todo confesional, es un reflejo de su vida, de las dificultades y de la memoria. Sus obras se han traducido a idiomas como el ruso, árabe, vietnamita y alemán.
La autora fue merecedora de la Orden de las Artes y Las Letras de Francia con grado de Caballero en 1999 y de la Medalla Alejo Carpentier en 2002.


he venido

he venido a la Plaza de España sólo para ver
a la anciana de negro que se agacha
junto a la fuente
y acurrucando su cuerpo
contra el viento de abril en un gesto de actor que reduce
toda la compasión en su rigidez.
Doblando
levemente las rodillas antes de actuar
antes de caer
ha traído ese alpiste blanco de los pájaros
que vuelven sucios
morbosamente a mí. He venido a la
Plaza de España sólo para recoger
lo que sobra de un gesto.



qué confusión

qué confusión me invade cuando despierto
y sé que estas cerca
qué confusión me invade cuando despierto
y no te puedo abrazar
hasta fundirme sudorosa al caos de las cosas.
el sonido de mi corazón (como patas de caballo)
golpea mi sangre acelerada por el vino.
qué confusión me invade
y no te puedo abrazar
-animal magnífico que inventé contra mi soledad
y que desprecio por ser tan vulnerable-.
reseca está la arena donde ni un escombro
ha quedado,
sólo patas de caballo que levantan su dolor
con esfuerzo.





Anisley Negrín Ruiz

Nacida en Santa Clara, en 1981.
Joven poeta multipremiada. Ganadora de una Mención en la séptima edición del Premio Iberoamericano de Cuento Julio Cortázar y del Premio Sed de Belleza 2013.
Es Licenciada en Derecho de profesión y narradora.


CAKE (galleta)


La niña Claudia se sienta en el patio a mirar las lombrices.
Las lombrices son rojas.
Unas flacas. Otras gordas.
Las lombrices flacas se pasan el día serpenteando en la tierra.
Las gordas esperan.
La niña Claudia se sienta en las lombrices a mirar el patio.
La niña Claudia parece ella misma una lombriz.
Flaca, de barriga hinchada.
La niña Claudia tiene la barriga hinchada de llevarse a la boca puñados de tierra.
La niña Claudia es roja.
Los puñados de tierra se deshacen en la boca de la niña Claudia…
como pastel de chocolate.
Las migas caen al piso
a la tierra.
Las lombrices gordas esperan con sus bocas abiertas
las migas que caen de la
boca de la niña Claudia.

La boca de la niña Claudia es una máquina de comer pastel…
¿de chocolate…?
¿del que le gusta?
Tengo dientes de hierro ­—dice la niña Claudia— y se come la tierra.
Las lombrices gordas tienen miedo de esos dientes de hierro que le roban su tierra.
A las flacas no les importa…
se pasan el día serpenteando en la tierra. No tienen tiempo para comer. Ni siquiera pastel de chocolate.
Las lombrices flacas no saben lo que es el pastel de chocolate. Solo que…
no les gusta la tierra.
Las lombrices gordas creen que la tierra es pastel de chocolate.
La niña Claudia cree que la tierra es pastel de chocolate.
La tierra parece en la boca de la niña Claudia pastel de chocolate. Pero…
no lo es.
Es solo tierra que cae de la boca de la niña Claudia…
y las lombrices gordas prefieren.
Las lombrices gordas son mañosas. 
Se esconden dentro de la tierra para pasar sin ser vistas por la máquina de comer pastel. 
Y ver desde arriba a las lombrices flacas…
serpenteando en la tierra.
Ahora las lombrices gordas están donde quieren estar. Como reinas…
sus cabezas asomadas entre los dientes de hierro.
Desde lejos, las lombrices gordas parecen una lengua que la niña Claudia 
les saca a las lombrices flacas.
Desde cerca, las lombrices gordas se retuercen 
como una lengua mordida por los dientes de hierro de la niña Claudia. 
Ha caído un pastel…
de chocolate...
del de verdad…
un pedacito.
Del patio que la niña Claudia mira, sentada en las lombrices.
El patio del vecino…
ese niño sin nombre que puede comer cada vez que quiera pastel de chocolate.
Que puede jugar con él.
Y lanzarlo.
Que no sabe de lombrices.
Ni flacas ni gordas.
Pero que se asusta al verlas llegar.
Primero las flacas…
serpenteando.
Luego a las gordas…
mordisqueadas, maltrechas, por haber estado entre los dientes de hierro de la niña Claudia.
La niña Claudia se sienta en el patio a mirar las lombrices.

Las lombrices le traen a la niña Claudia pastel de chocolate…
un pedacito… 
¿del de verdad?




Legna Rodríguez Iglesias 


Nacida en Camagüey, en 1984.
Joven y talentosa poeta, alterna su creación entre la lírica, la narrativa y la dramaturgia; tiene publicados más de diez libros y ha sido reconocida con el premio Casa de las Américas 2016, en la categoría de teatro, por su obra "Si esto es una tragedia yo soy una bicicleta".
Rodríguez había barrido con casi todos los lauros literarios de su provincia, muchos nacionales, y mereció el primer premio en concursos internacionales, como el Iberoamericano de Cuento Julio Cortázar 2011.
Su forma de escribir es muy personal, en muchos poemas no sigue la imposición de estrofa y escribe seguidamente en el renglón.


Tregua fecunda



Sobre el ataúd de mi grandfather
Hay flores nacionales
Ese hombre luchó en una guerra
Hace más de sesenta años
Una guerra por la libertad
Liberarse de lo que lo ata
Es la lucha común
Sabia leer y escribir
Con cierta facilidad
Pero no mejor que yo
Fue una lastima 
Que quien practica la autopsia 
le dejara el marcapasos
en el fondo de su pecho
ahora bajo las flores
hay un marcapasos vigilándome
¿Qué esperaba mi grandfather de mí?
¿Que sembrara una flor nacional
En el fondo de mi corazón mangrino?*
Que en paz descanses, grandfather,
Ya escribí cosas, y sa es la mejor
Revolución que haré.



En Cuba, quien lleva mucho tiempo sin tener relaciones amorosas o sexuales.


Imagen: Gentileza de Lore Nieva.