domingo, 30 de julio de 2017





SinesteCia, ciclo cultural coordinado por Daniel Adrián Castelao.

Vuelve esta vez con este verso del poeta Julio Huasi que corresponde a su Arte Poética.
Sábado 5 de agosto, a las 18:30
Bar "La Paz Arriba", Montevideo 421. 
Será otra velada de poesía en la que contaremos con invitados de lujo que, con no poco esfuerzo, hemos podido convocar.

Nos hablarán, leerán y/o recitarán autores de su preferencia:


* Marita Rodriguez-Cazaux
* Osvaldo Víctor Fernández
* Alicia Pastore
* David Sorbille

* Gabriela Yocco
* Daniel Quintero


Para el público que quiera participar:

Lectura Libre Por Sorteo: Los Interesados en participar del Micrófono Libre retirará de La Galera el poema que la suerte le proporcione para la lectura.

La Consigna sigue siendo NADIE leerá textos propios

Compartamos juntos esta nueva tertulia SINESTÉCICA que será tan cálida y acogedora como las anteriores.

MIS POETAS CONTEMPORANEOS DE GUSTAVO TISOCCO

 http://mispoetascontemporaneos2.blogspot.com.ar/2017/07/poema-de-marita-rodriguez-cazaux.html

miércoles, 26 de julio de 2017

Poesía congregada





BALANCE, POZO Y CENIT



Por Dolores Cuello Medina



En la carnadura de 156 poemas, Marita Rodríguez-Cazaux, da cuenta de conocimiento literario frecuentado por actualizaciones de recursos y aporta un calidoscopio de sensaciones agudas y genuina hondura.

Sólido y concentrado, su estilo aúna toda libertad y se escapa de estructuras que obstaculicen el génesis que la incitó a poetizar.

Vigorosa poeta, la argentina desnuda el mundo real y el universo que sublimiza lo milagroso, ambos, de lectura filosófica y vital, desbordando otras voces que dejan de pertenecerle para salir de cientos de bocas; el Yo desaparece y se vuelve Origen. 

La musicalidad se explaya en experiencias visionarias, referencias en figuras como el poema La silla, de inmenso significado o Las migas en el mantel, que goza de cuadro cinematográfico.

Bajo el nombre de Encierro en gris, Celeste verdor, Malva, Aguada turmalina, Exilio, Azul profundo, toma símbolo en diferentes dimensiones el protagonismo del color.

Poemas amorosos, algunos de superior armado de amor cortés -Epifanía, Porque vuelves, Perfumes del cántaro manaban, Apenas asomada a la tibieza-, otros de apasionada originalidad -Sagacidad, Despareja sintonía, Oda, Lúdico instante, Premura, Turbulencia, Me University de amor por vos, Ulises sin Odisea-, o en los caligramas Brindis y Desvesti2, aportan al compilado esa fruición que se espera hallar en la poética.

La mujer que habla de su hoy -Prefiero, Flor y prisión, Soy y soy- y de su antes -Volver a ser, Retornar- también se estremece genitalmente -Cuerpo vacío, Por la arcada del destierro, Yerma, Espía-, este último trabajo sobre el desdoblamiento de la sombra propia.

Tienen espacio asimismo los años que sesgaron generaciones -Fiat, Es hora de sentarnos a la mesa, Y le cantes justicia al mundo entero. Plus Ultra de mí, Escombros, Ficción- y las escenas sociales -Telenovela, Marginal, Genocidio del Ángel, Otra vez aquel mismo Sur, Miserere- destacado poema que remite a la tragedia en la estación de trenes.

Tibias, como son las lluvias en la América Latina, hay poesías que las nombran desde distintos conflictos angulares -A la lluvia le gusta, Llueve corazón que ya no late, Herida de Lluvia, fuego y nieve, Lluvia del Sur- como también se multiplica el vértigo que provocan las escaleras -Balcón, Desierto de luz en la escalera, Patria de amor llega por la escalera- y las siluetas de los muros -Corazón de verdín, Resquebrajado, Tapia de papel, Medianera ciega, Pecho de cal-.

Poemas de interiorismo fascinante, donde se la sabe en carne doliente -Diapasón, Conversa, Sueño que duele, Llaga, Secuelas, Era toda yo, toda partida- y otros donde la remembranza detenida en sus padres, la agoniza -La vida era la casa, El sol sobre tu almohada de perdía, Aún no puedo, no, La niña mira, Fuimos la vida-.

Tiene espacio la tierra perdida, el destino del exilio -Hacia el noroeste mi pensamiento, Preterición, Lluvia y distancia- y el abrazo como bandera -Advenimiento del abrazo, Extravío, Perdido abrazo-, escenografías provincianas -Viento del Chalten. Emigra al sol- y los paisajes ciudadanos -Río que mar sueña, Tango, Secreto, Ciudadana despedida-.

Análisis aparte merecen las composiciones donde los personajes se empalman a los héroes de la mitología -Mito de belleza, De Evandro, llena, Enone, Pasión astral, Amor, Leandro y Hero- y aquellos poemas donde la mitología es la propia, tradicional, heredada, esa mitología de guerra civil que se vivió en la casa de los emigrantes españoles y muy particularmente en la de los gallegos, que no pueden desprenderse de su ancestral morriña.

Para ir cerrando la crítica (y abriendo el poemario) algo sobre su Autora: Simbologías y acierto en hallarlas, pureza de línea y de pensamiento, luz para dar con el costado más bello, y una femineidad, “actitud femenina”, como sentido primordial.

El deseo del crítico es ayudar al Lector a descubrir los puntos más interesantes de una obra y alejarse del Autor para evitar el subjetivismo. En este caso, quien hace la presente crítica, ha claudicado de serlo a favor de sentirse lectora y disfrutar esta impecable antología poética.

No cabe duda de que, entre las poetas americanas, la Autora argentina ocupa un lugar destacable.



 * Dolores Cuello Medina: Escritora y periodista mexicana.

Diciembre 2014

“POESÍA CONGREGADA” de Marita Rodríguez-Cazaux
Editorial Dunken 2014, 200 páginas.
Compilación de los poemarios “Pasos desnudos”, “Luz raída” y “Pulso sensual”.



domingo, 23 de julio de 2017

Carlos Penelas: Galicia

Carlos Penelas: Galicia: Desexei terte espazosa, nostálxica. Quíxen buscar no tremor aquilo que foi meu. Ás veces, polas noites, ao andar extasiado /arrouba...

martes, 18 de julio de 2017

MUSEO DE LA EMIGRACIÓN GALLEGA

INAUGURACIÓN DE LA 'SALA DE SOCIEDADES GALLEGAS' EN EL MEGA

Viernes, 21  de julio. 18:30 horas. Museo de la Emigración Gallega en la Argentina (Chacabuco, 955 CABA)
ENTRADA LIBRE Y GRATUITA 


El Museo de la Emigración Gallega en la Argentina (MEGA) inaugurará el próximo 21 de julio su nueva Sala de Sociedades Gallegas’, un homenaje al asociacionismo gallego en el país austral, imprescindible para la construcción de la colectividad tal y como hoy la entendemos.
Ubicada en el primer piso del MEGA, donde operaban algunas de las entidades federadas, la muestra exhibirá la historia, actividad y desempeño de las instituciones con mobiliario original restaurado, documentación y enseres administrativos de la época que permitirá mostrar una visión retrospectiva de la vida en cada secretaría.

PRESENTACIÓN DEL LIBRO 'CRÓNICAS Y RECETAS' DEL COCINERO Y PERIODISTA GALLEGO MANUEL CORRAL VIDE

Viernes, 21  de julio. 19:30 horas. Museo de la Emigración Gallega en la Argentina (Chacabuco, 955 CABA)
ENTRADA LIBRE Y GRATUITA 


La Federación acogerá también la presentación del nuevo libro del periodista y cocinero gallego, Manuel Corral Vide. “Crónicas y recetas“, de Editorial Alborada, recoge algunos de los textos publicados durante años en el semanario Crónicas de la Emigración. 
Una actividad organizada conjuntamente con la Cátedra Galicia América de la Universidad de San Martín (UNSAM), quien bautizó este acto como Conversas ao redor do lume. 


Federación de Sociedades Gallegas en la República Argentina
Chacabuco 955, CABA


011 - 4300 - 1790

martes, 11 de julio de 2017

CLÍNICAS LITERARIAS




EDITORIAL DUNKEN

SÁBADO 12 DE AGOSTO DESDE LAS 10:00 HASTA LAS 16:00





DICTADA Y COORDINADA POR LA ESCRITORA 
MARITA RODRIGUEZ-CAZAUX


PRESENTACIONES DE LIBROS



Editorial Dunken
Ayacucho 357 CABA

Formará mesa literaria con los talleristas y compiladores de las antologías
la escritora Marita Rodríguez-Cazaux.

POÉTICA GALEGA



GALICIA


He deseado tenerte espaciosa, nostálgica.
He querido buscar en el temblor
aquello que fue mío.
A veces, por las noches,
al caminar extasiado logro verte.
Logro oler la mar, los bosques,
ese musgo callado que conmueve,
esa aldea de niebla en la casa de piedra.
Y mi sombra flotante en una iglesia.
A veces te me subes a mi sueño.
A veces, tu belleza acongoja.
Pero sé que eres mía, dulcísima,
en el desvelo del aire y del destierro.

Carlos Penelas


GALICIA


Desexei terte espaciosa, nostálxica.
Quixen buscar no tremor
aquilo que fora meu.
Ás veces, pola noite,
ao camiñar abraiado podo ollarte.
Atopo o recendo da mar, os bosques,
isa aldeia de néboa na casa de pedra,
e a miña sombra aboiante nunha igrexa.
Ás veces ti sobes no meu soño.
Ás veces, a túa beleza faime mágoa.
Mais sei que ti es miña, docísima,
no desvelo do ar e do desterro.

Traducción al gallego: Edmundo Moure

*
Publicado por Carlos Penelas para Carlos Penelas el 7/10/2017.

lunes, 10 de julio de 2017

POÉTICA






DE FACTO

 

Paraguas de iguales heridas espejados,
amontonados en calles iguales de penumbra,
apretados iguales de terrores,
cubrían a hombres iguales
bajo la lluvia igual que caía desigual de justicia.



Marita Rodriguez-Cazaux

POÉTICA






LLUEVE... 

Llueve
sobre la arena, sobre el techo
el tema
de la lluvia:
las largas eles de la lluvia lenta
caen sobre las páginas
de mi amor sempiterno,
la sal de cada día:
regresa lluvia a tu nido anterior,
vuelve con tus agujas al pasado:
hoy quiero el espacio blanco,
el tiempo de papel para una rama
de rosal verde y de rosas doradas:
algo de la infinita primavera
que hoy esperaba, con el cielo abierto
y el papel esperaba,
cuando volvió la lluvia
a tocar tristemente
la ventana,
luego a bailar con furia desmedida
sobre mi corazón y sobre el techo,
reclamando
su sitio,
pidiéndome una copa
para llenarla una vez más de agujas,
de tiempo transparente,
de lágrimas.

Pablo Neruda






LOS PARAGUAS DE BUENOS AIRES





Está lloviendo en Buenos Aires, llueve,
y en los que vuelve a sus casas, pienso,
y en la función de los teatritos pobres
y en los fruteros que a lluvia besan.

Pensando en quienes ni paraguas tienen,
siento que el mío para arriba tira.
´´No ha sido el viento, si no hay viento´´, digo,
cuando de pronto mi paraguas vuela.

Y cruza lluvias de hace mucho tiempo:
la que al final mojó tu cara triste,
la que alegró el primer abrazo nuestro,
la que llovió sin conocernos, antes.

Y desandamos tantas lluvias, tantas,
que el agua está recién nacida, ¡vamos!,
que está lloviendo para arriba, llueve,
y con los dos nuestro paraguas sube.

A tanta altura va, querida mía,
camino de un desaforado cielo
donde la lluvia en sus orillas tiene
y está el principio de los días claros.

Tan alta, el agua nos disuelve juntos
y nos convierte en uno solo, uno,
y solo uno para siempre, siempre,
en uno solo, solo, solo pienso.

Pienso en quien vuelve hacia su casa
y en la alegría del frutero
y, en fin, lloviendo en Buenos Aires sigue,

yo no he traído ni paraguas, llueve, llueve.
Horacio Ferrer 





LLUVIA
La lluvia tiene un vago secreto de ternura,
algo de soñolencia resignada y amable,
una música humilde se despierta con ella
que hace vibrar el alma dormida del paisaje.

Es un besar azul que recibe la Tierra,
el mito primitivo que vuelve a realizarse.
El contacto ya frío de cielo y tierra viejos
con una mansedumbre de atardecer constante.

Es la aurora del fruto. La que nos trae las flores
y nos unge de espíritu santo de los mares.
La que derrama vida sobre las sementeras
y en el alma tristeza de lo que no se sabe.

La nostalgia terrible de una vida perdida,
el fatal sentimiento de haber nacido tarde,
o la ilusión inquieta de un mañana imposible
con la inquietud cercana del color de la carne.

El amor se despierta en el gris de su ritmo,
nuestro cielo interior tiene un triunfo de sangre,
pero nuestro optimismo se convierte en tristeza
al contemplar las gotas muertas en los cristales.

Y son las gotas: ojos de infinito que miran
al infinito blanco que les sirvió de madre.

Cada gota de lluvia tiembla en el cristal turbio
y le dejan divinas heridas de diamante.
Son poetas del agua que han visto y que meditan
lo que la muchedumbre de los ríos no sabe.

¡Oh lluvia silenciosa, sin tormentas ni vientos,
lluvia mansa y serena de esquila y luz suave,
lluvia buena y pacifica que eres la verdadera,
la que llorosa y triste sobre las cosas caes!

¡Oh lluvia franciscana que llevas a tus gotas
almas de fuentes claras y humildes manantiales!
Cuando sobre los campos desciendes lentamente
las rosas de mi pecho con tus sonidos abres.

El canto primitivo que dices al silencio
y la historia sonora que cuentas al ramaje
los comenta llorando mi corazón desierto
en un negro y profundo pentagrama sin clave.

Mi alma tiene tristeza de la lluvia serena,
tristeza resignada de cosa irrealizable,
tengo en el horizonte un lucero encendido
y el corazón me impide que corra a contemplarte.

¡Oh lluvia silenciosa que los árboles aman
y eres sobre el piano dulzura emocionante
das al alma las mismas nieblas y resonancias
que pones en el alma dormida del paisaje!


Federico García Lorca

MALDIJE LA LLUVIA


Maldije la lluvia, que, azotando mi techo
no me deja dormir
Maldije al viento, que me robaba las flores de
mis jardines.
Pero tú llegaste y alabé la lluvia. La alabé
cuando te quitaste la túnica empapada.
Pero tú llegaste y alabé al viento.
Lo alabé porque apagó la lámpara.



Wu King (s.XIX)


LLUVIA


Aunque la tenue lluvia quiebre las oscuras nubes para 
diluirse después a lo lejos donde se desplazan 
y sobresalen sus púrpuras ennegrecidas
el camino no resplandece.

Y más allá de donde vuelan blancos pájaros de fuego
los sonidos del frío río de lluvia crecen familiares
en las húmedas sombras que arroja el sol del otoño. Debajo de
nuestro portal de zarza, se alejará hasta secar el molino
de la villa: el arroz descascarado, mitad húmedo y fragante.


Tu Fu (s.VIII)


POEMA


Lluvia de mayo:
es hoja de papel
el mundo entero.


Nishiyama Soin (s.XVII)







LLUVIA


Lluvia
Hoy llueve mucho, mucho,
y pareciera que están lavando el mundo
mi vecino de al lado mira la lluvia
y piensa escribir una carta de amor
una carta a la mujer que vive con él
y le cocina y le lava la ropa y hace el amor con él
y se parece a su sombra
mi vecino nunca le dice palabras de amor a la mujer
entra a la casa por la ventana y no por la puerta
por una puerta se entra a muchos sitios
al trabajo, al cuartel, a la cárcel,
a todos los edificios del mundo
pero no al mundo
ni a una mujer
ni al alma
es decir
a ese cajón o nave o lluvia que llamamos así
como hoy
que llueve mucho
y me cuesta escribir la palabra amor
porque el amor es una cosa y la palabra amor es otra cosa
y sólo el alma sabe dónde las dos se encuentran
y cuándo
y cómo
pero el alma qué puede explicar
por eso mi vecino tiene tormentas en la boca
palabras que naufragan
palabras que no saben que hay sol porque nacen y
mueren la misma noche en que amó
y dejan cartas en el pensamiento que él nunca
escribirá
como el silencio que hay entre dos rosas
o como yo
que escribo palabras para volver
a mi vecino que mira la lluvia
a la lluvia
a mi corazón desterrado


Juan Gelman


EVENTOS CULTURALES



Invita a la sexta reunión de su ciclo anual
martes 1º de agosto desde las 18:30 
en el Bar notable “La Poesía” 






En esta ocasión nos acompañarán 



BEATRIZ ARIAS

DANIEL ARIAS

SILVIA MAZAR


y la poeta STELLA VICTORIA TEJERINA,

quien será nombrada Madrina del Umbral Literario San Telmo





MICRÓFONO ABIERTO Y SORTEO DE LIBROS




COORDINAN LOS ESCRITORES


MARITA RODRIGUEZ-CAZAUX 

DAVID ANTONIO SORBILLE 

OSVALDO VÍCTOR FERNÁNDEZ 







TODOS LOS PRIMEROS MARTES DE CADA MES CON LA PRESENCIA DE ESCRITORES, PRESENTACIONES DE LIBROS Y LA MEJOR DISPOSICIÓN PARA COMPARTIR 
LA MAGIA DE LA PALABRA Y LA AMISTAD.

ENTRADA LIBRE

jueves, 6 de julio de 2017

NARRATIVA


CITA  

                                                     Por Marita Rodríguez-Cazaux






Decidimos conocernos personalmente en abril, y en la Feria. Era el mejor lugar para dos personas que habían contactado en un taller de Letras por Internet.
Yo apenas sabía algunos datos imprescindibles como su nombre, pero no tenía ninguna duda sobre sus alcances literarios, por supuesto conocía qué libros formaban su biblioteca y que en ese momento mediaba “Sostiene Pereira” mechándolo con una novela de Carver, que hojeaba un poemario de Gelman y que sentía curiosidad por los versos de Huidobro.
Él también conocía mi encantamiento por la lectura de ciencia ficción y mi descaro en querer escribir algún cuentito en ese género. Siempre pensé que la palabra ciencia es impecable hasta para pronunciar, por ese seseo que enfatiza nuestro rioplatense y porque todo vocablo terminado en ciencia, me acerca a la conciencia, y yo tenía muy despierta la conciencia ficcionada. Otra palabra que me parece impecable; a saber, ¿es que existe otra cosa que no sea ficción? Ni siquiera la historia y hasta podría incluir la geografía y la astronomía, no podrá negarse que un paisaje de mundo o de cosmos es una escenografía pasada por la aduana de la imaginación de tantos como lo sueñen. Ni qué decir de las ciencias exactas, quizá la mayor ficción.
Para seguir con el tema, restaba llevar a cabo la cita a las tres de la tarde en la puerta, hacia la izquierda de la entrada, que era el lugar que elegimos para vernos por primera vez.
Dos días antes, traté de no excederme en chocolates y de caminar cuarenta cuadras, compré una chalina colorida y me corté el flequillo. Mientras me vestía para el encuentro se me ocurrió pensar en que uno de los atractivos de la Feria es “caminarla”, entonces, por las dudas, elegí un par de botas de taco mediano. 
La tarde era espléndida, ese airecito alérgico y perfumado, propio de nuestro otoño en Buenos Aires. Llegué a las tres en punto; la Feria ya presentaba el aspecto que la hace diferente a todas las ferias de libros, esa particular magia de luz y voces. 
Me quedé cerca del puesto de Informaciones, la puerta, hacia la izquierda de la entrada, que era el lugar que elegimos para vernos.
A unos pasos, un chico repartía señaladores, dos chicas con viseras que publicitaban una empresa cibernética invitaban a ver una película en una sala vidriada y una señora preguntaba a los gritos el horario de la charla sobre Yoga. 
A las tres y media, para hacer tiempo, caminé hasta el final de pasillo y me detuve en unas mesas, curioseando con la intención de descubrir un poemario de Huidobro y sorprenderlo cuando llegara. Mejor no, pensé al instante, que elija él; entonces volví a la puerta, hacia la izquierda de la entrada que era el lugar que elegimos.
Silbidos de vigorosa alegría acompañaban los aplausos que llegaban desde un rincón. Seguro un mediático, aseguré, pero los aplausos seguían y me tentó acercarme. Exponía un hombre joven sobre los recursos del género fantástico y una muchacha de voz fascinadora empezó a leer fragmentos de Tantalia y un microcuento de George Frost.
Me senté en el borde de la silla de la última fila. Lo imposible podía tocarse, lo irreal se tragaba la realidad. Impecable. 
Miré la hora, cuatro y cinco. Salí disparada a la puerta, hacia la izquierda de la entrada que era el lugar.
Una pareja mayor trataba de conformar a un nene que quería el autógrafo de Superman. Iba a decirles que a metros había dispuesto un centro de entretenimientos y libros para chicos, debieron adivinarme el pensamiento porque los tres se encaminaron hacia el pabellón infantil.
Volví a pasarme la mano por el flequillo y a mirar la hora. Cinco menos veinte. Por los altavoces anunciaron la apertura de una disertación sobre costumbrismos en la literatura. Qué bueno, pensé, allí encontraré la orientación para poder extendernos en la charla sobre García Márquez (que a los dos nos subyugaba) o para analizar El páramo en llamas. Entré.
Una mujer anotaba en un cuadernillo frases sueltas, la buena idea de apuntar las genialidades de las ponencias me obligó a sacar mi agenda. Allí escribí palabras que me parecieron orientadoras, vocablos que dejamos caer con descuido en las charlas y que luego quisiéramos volver a recordar. 
Un cafecito me vendría bien, me dije y salí hacia la cafetería. La cordialidad de la chica que me atendió, el señor que leía en la mesa contigua y me prestó una silla, los dos extranjeros que se levantaron para dejarme paso, no me sorprendió. Un café en la Feria, es otra cosa; toda la gente tiene onda. 
Volví a la puerta, hacia la izquierda de la entrada, pero un grupo entusiasmado de jóvenes, cruzó el pasillo. Hablaban entre ellos, alguien dijo ROI, y me fijé en el programa. Presentaban Letras del Face. Justamente era la hora, así que subí a la Sala Victoria Ocampo. El público colmaba la sala, muchos sacaban fotos, otros se filmaban junto al cartel anunciador del evento. Una chica alta y bonita organizaba, corría al micrófono, arreglaba los sitios de la mesa, apilaba libros a un costado. Iba y venía, sobre tacos de obelisco con una sonrisa encantadora. Dos muchachas con acento entrerriano me ofrecieron un lugarcito entre ellas. “Está buenísimo, hay gente de la capital y de las provincias”, me dijeron. 
ROI, resultó ser una iniciativa de Editorial Dunken, y Letras del Face llegaba al décimo cuarto de los volúmenes compilados por escritores argentinos, estudiantes de edición y talleristas ligados a la cultura. Esta novedad incluía narrativa y poesía en concursos absolutamente gratuitos a autores noveles, editando una antología de obras inéditas. 
No pude escapar a la calidez de los integrantes de la mesa, mucho menos a la alegría que reinaba en el auditorio. Los trabajos que leyeron los autores me decidieron, compré tres ejemplares para regalar.
Bajé hasta la puerta, hacia la izquierda de, pero nadie parecía esperarme. Ya había anochecido y la Feria resplandecía de luces. 
Volví sobre mis pasos, entré a dos o tres stands, crucé el pabellón azul compré un libro de Gelman. Paseé por el amarillo. En el verde, descubrí “Relato de un náufrago”, la brillante crónica escrita por el colombiano en 1955. Imposible resistirse. Más adelante, “El Futuro que fue” de Cáceres, recordó que el cumple de mi sobrina se avecinaba. Oportuna elección. 
Crucé el pasillo, desde un escaparate entreabierto, Benedetti me invitaba a amores con solo extender la mano. 
-¿Se lo envuelvo? -preguntó la cajera.
-Los libros no se envuelven -dijo una voz antes de que pudiera contestarle. Al girar, un hombre de pelo castaño me miraba sonriente.
-Es para regalar, todos los regalos deben envol…, -aseguré terciando.
-No creas, y mucho menos los libros de poemas. Sería como amordazarlos. Si te sobran unos minutos -invitó-, nos sentamos y lo discutimos. 
Nos sentamos bajo unas sombrillas de lona, en un patio donde el olor a asadito se mezclaba con el aroma de la tinta. En la pared de un pabellón, el reloj daba las nueve de la noche pero no se me ocurrió ni pensar en la puerta, hacia la. Por el contrario, me pareció justicia no taparle la boca a los versos, al fin las palabras son “… flechas de la comunicación, pájaros del pensamiento y de la sensibilidad, las vemos o las oímos caer corno piedras opacas…corno monedas gastadas, signos vivos, pañuelos de bolsillo, como zapatos usados, esperanzas y decisiones, que deberían brillar como estrellas mentales cada vez que se las pronuncia. Sabemos muy bien cuáles son esas palabras en las que se centran tantas obligaciones y tantos deseos: libertad, dignidad, derechos humanos, pueblo, justicia social, democracia, entre muchas otras. Y ahí están otra vez esta noche, aquí las estamos diciendo porque debemos decirlas…”. Cortázar lo sabía, y el mayor milagro, yo también lo había descubierto. 
Era tarde cuando nos despedimos con la promesa de un nuevo encuentro, en la puerta, hacia la izquierda de la entrada. Y esta vez -la Feria por testigo-, puntualmente.


"Cuentos de Ferias"

domingo, 2 de julio de 2017

FERNANDO VEGLIA, "CRÓNICA ANIMAL"


PRÓLOGO DE “CRÓNICA ANIMAL”, 

POR MARITA RODRÍGUEZ-CAZAUX

PRÓLOGO
Escribir resulta ser desafiante. Ese parece el motivo por el que el joven escritor argentino Fernando Veglia, se interna en las tramas de sus obras.
Sin refute, la escritura de Veglia, responde a un impulso por la palabra y la magnitud del sentimiento. Puede advertirse en su estilo, un canal directo y feroz como el que iluminó a Roberto Arlt y un compromiso que trasciende el americanismo como en las composiciones de Eduardo Galeano.
Varias veces premiado, Veglia, tiene una notable estrategia para atrapar al lector: talento natural y una imaginación sin límites. Así, en CRÓNICA ANIMAL, sostiene de manera fluida y original diálogos entre animales que, sin duda, están dotados de particularidades humanas.
La primera parte aborda la etapa inicial de relación entre los hombres y los animales. “Presa fácil” muestra que el liderazgo suele perderse con los años y cazar se convierte en un ejercicio de desánimo para un tigre dientes de sable. La voz de la hembra incita a “volver a la manada” y, ante la negativa del líder avejentado, le propone cazar animales que no “darán problemas”, los hombres. Sin embargo, un tigre que se precie, jamás se ocupará de esos sujetos, la “escoria de la jungla”. Para este valeroso proveedor de su manada en tiempos idos, se torna más digno morir de hambre.
“Obsesión” plantea que un suceso fatal como la falta de agua vuelve más fieras a las fieras y solo sobreviven los fuertes. Y se entiende por fortaleza aquella conducta que logra modificar la situación funesta, mostrando en el propio cuerpo lo que puede ocurrir si no se interviene con sagacidad.
Veglia elije para este relato la figura de una hiena obsesiva de los bípedos, manejando hábilmente los parlamentos con sus congéneres y aportando un remate sustancioso en alegorías.
“Traidor” destaca la descripción impecable del escenario, es imposible no sentirse en ese bosque en el que se levantan seis chozas de ramas secas. Luego de reiterados ataques de una veintena de lobos, los hombres deciden emigrar y son seguidos por un macho y su compañera. Durante el avance detrás de la tribu humana, la pareja intercambia numerosos pronósticos y abunda en elocuencias dignas de resaltar. Ante la incitación a seguirlos la hembra se inquieta, “¿Estás seguro? Si lo hacemos, nunca podremos retornar a la manada”. La respuesta es claramente directa “La manada…–gruñó el lobo– La manada entera trabaja para el líder”. Ese enunciado detona una protesta de la loba “Lo sé, pero también nos asegura una ración de alimento” contra la que el parlamento del macho es irrefutable, “¡Mentira! –gruñó el lobo, exhibiendo los colmillos– Nosotros somos los primeros en atacar a las presas y los últimos en probar bocado. ¡Los cachorros del líder viven y los nuestros no! ¿Vendrás conmigo o no?”. Finalmente, la traición es la respuesta a un sentimiento de deuda y compromiso.
“Vínculo”, muestra al anciano de una tribu encargado de imponer y preservar las tradiciones entre hombres, mujeres y niños, quien toma al personaje central, Aeneme, bajo su tutela. Conociendo que el joven nunca resultará un buen cazador, lo inicia en sus artes. Pareciera que la vida transcurre mansamente hasta que la presencia de un animal y la iniciativa inesperada de Aeneme, dan un giro insospechado al destino.
“Identidad” permite dilucidar la relación del hombre y los primeros animales domesticados para su utilidad, los bueyes, destinados a tirar del arado, dormir en corrales y obedecer órdenes de la casta humana, apartados de tropelías dignas de su porte. Esta imagen de sumisión se perfila en el siguiente relato “Sacrificio”, donde noventa y nueve bueyes miran mansamente el horror de la muerte que les espera mientras no pueden quitar los ojos del cuerpo de su compañero que se desangra convulso.
“Perro de guerra” no deja en balde las palabras del pastor “que sabe de lo que habla”:
“… ¡Este perro me ayuda con el rebaño y lo defiende de fieras y hombres!–exclamó, señalando a su animal, un moloso adulto, de buen porte y aspecto– Una jauría bien adiestrada puede abrir una brecha en cualquier formación, no sabes de lo que son capaces…” asegura mientras cada una de las recomendaciones tiene continuidad en las escenas que cierran el relato.
“Trueque” lleva por primera vez en el libro a las aves, y las muestra sobrevolando Menfis; “… gansos, patos, codornices, cigüeñas y, aunque los sacerdotes lo desaprobaban, ibis sagrados” acompañan a Sennefer que tiene repartidas sus pasiones en ellas y en la construcción de palacios y templos. Asisten al constructor tres servidores, las esclavas Kakat y la bella Ahmose, y el joven nubio, Yuti, de educación cultivada y presto a la lectura y la escritura. Constructor y distinguido esclavo comparten los amores de Ahmose, aunque el triángulo no satisface los planes del nubio quien opta por un trueque de considerable peligro.
Cierra la primera parte, “Juegos”, plagado de astutas alegorías, mientras sus personajes dan contienda en el coliseo romano, donde el emperador con una mirada gélida fulmina a los organizadores del evento, pues “necesitaba el apoyo del pueblo, necesitaba mostrarse fuerte ante los opositores”.  Desde luego, el parlamento del personaje que actúa frente a la inquietud del soberano es concluyente manifestación.
La segunda parte de CRÓNICA ANIMAL, que roza un futuro pesimista de maltrato y matanza, abre en una isla pequeña del Océano Índico. “Conquistadores” pone voz a tres jóvenes aves (realista, soñadora y escéptica) que, finalmente, nada pueden contra el depredador más ambicioso de la tierra, tal como acontece en “Fantástico final” donde quien habla en nombre de sus congéneres de lidia, asegura que la historia no es como la cuentan los hombres.
“Jaulas” destaca la altura narrativa de Veglia y su observación puntillosa, a tal punto que el cuento aborda desde diferentes puntos temas que competen a hombres y animales. Los diálogos que entrecruzan los padres chimpancés con su hijo y los que mantiene la mujer con su pequeño frente a la jaula de los monos, son de calibrada agudeza. Esa relación que une a las crías con sus madres se manifiesta también en el siguiente relato donde las vacas tienen números en lugar de nombres y donde cada una cumple determinada función hasta el momento en que, de no poder ser llevada a cabo, deja de lado toda bucólica imagen.
“Diviérteme. Acompáñame” trae la escenografía del circo y su comparsa de elefantes movidos a fuerza de látigo al mismo tiempo que los puntapiés del padre de Natalia llevan a Negro al rincón del patio trasero, desde donde llegan los aullidos lastimosos del cachorro.
“Prisioneros” mantiene la incógnita sobre la especie del animal apresado, gruñendo aterrado, hasta el último tramo en el que uno de los personajes secundarios indica que “en la lucha de jerarquías el resultado determinará su lugar en el grupo, y que …se adaptará al cautiverio como cualquier bestia…”, ignorando la importancia del hábitat en las enfermedades que sufren los animales confinados.
“Cuestión de mercado” es una denuncia que transita la realidad de los pescadores y las consecuencias sobre el poder del mercado. Pompi, una cachorrita de Shih Tzu, llega para evitar la depresión de Cristina y Alberto. El hombre, preso de su propia rutina opta por dos resoluciones que mutilan y dejan en el abandono a la mascota.
“Paparazzi” vuelve a interpretar la voz “pensante de los animales”, jóvenes leones en la sabana que son estresados mientras la horda humana los fotografía; “Redes” que transcurre cerca de las costas de Islandia, desnuda el tráfico de orcas y la perversa ilegalidad en toda el tramado de su captura.
“Lluvia” goza de una prosa impecable y deja al lector sumido en la misma sensación que obliga a Lin Wei a no concurrir al trabajo. Cerrando esta segunda parte, “Risa animal”, recurre al realismo fantástico, “Hubo un día en que los animales, todos los animales del mundo, rieron”, suceso recordado por dos tortugas gigantes en un solitario paraje de las islas Galápagos. Fernando Veglia aporta en este relato una mirada punzante sobre el género humano y el futuro preocupante que le espera.
En el remate de la presente selección, los animales impulsados por el rencor a lo largo de la historia, parecen dar lugar a la venganza, como sucede en “Génesis marino”, montado en el océano Atlántico en aguas peligrosas y en “Rebelde polar”, en escenografías de la zona ártica de Canadá, que dominan los osos polares.
En “Mugidos”, narración instalada en un pueblo provinciano de Buenos Aires, se advierte la tragedia hasta llegar a los párrafos que la culminan, “un mugido estridente nació en cada uno de los corrales del establo, recorrió “La indomable” y fue, de campo en campo, de animal en animal, multiplicándose”, sin dejar de sentir cercano el terror de patrones y peones.  Tal como se repiten esos mugidos bonaerenses, “miles de aullidos invadieron Madrid” desde la casa de Aída y su caniche Muñequita, para dar justicia al encierro de la manera más natural.
“Roedores atómicos”, ocurre en Zhejiang, a un año de la escasez de alimentos de origen animal, elude a cuestiones de carácter científico y goza de un cierre altamente probable: podría ser perfectamente la próxima noticia del periódico.
Cierra la compilación “Hasta la extinción”, luego de la primera y última guerra termonuclear cientos de caballos, lobos, osos, jabalíes, zorros, buscan la guarida del bípedo. El relato tiene un único final.
Ambientada en diferentes partes del planeta y en geografía de prehistoria o imaginario futuro, CRÓNICA ANIMAL suma notables parlamentos entre humanos y animales y acredita ingenio para mostrar aquello que ocurre sin que muchos lo perciban, es decir, valioso testimonio que horada lo humanístico.
Veglia, aporta símbolos expresivos y superior montaje de escena, además de conciliar con el lector cercano registro de empatía. Cualidades que deparan un plus: personajes e historias quedan presentes aún después de cerrar el libro. Buen pronóstico para seguir leyendo a Fernando Veglia.
Artículo publicado originalmente en: