lunes, 20 de diciembre de 2021



UMBRAL LITERARIO SAN TELMO
 
SALUDA CON GENUINO AFECTO A AMIGOS Y COLEGAS 
EN ESTAS FECHAS ENTRAÑABLES DESEÁNDOLES SALUD, PAZ Y PROSPERIDAD.

QUE EL 2022 NOS REGALE LA ALEGRÍA DE CONGREGARNOS NUEVAMENTE 
PARA COMPARTIR LA FUERZA INFINITA DE LA POESÍA.

MARÍA RODRÍGUEZ-CAZAUX
DAVID ANTONIO SORBILLE
OSVALDO VÍCTOR FERNÁNDEZ


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jueves, 2 de diciembre de 2021

PRESENTACIONES DE LIBROS

 



PASAJERA DE LA NIEBLA, de María Magdalena Pascual



Por María Rodríguez-Cazaux


Nadie ignora que lo más sustancioso de la lectura de un poemario es hallar el Yo lírico del autor, personal, distintivo, “implagiable”. En este caso, una voz que siento muy cercana porque además se trata de una querida amiga.

Descubrí así, tras este genuino sentimiento que me acompañó en el pasaje de su poemario, una voz vibrante, rotunda, íntima, intensa. Su obra muestra un exigente, minucioso trabajo de pulido sin perder por ello la esencia de la inspiración primera. Una poesía con follaje que, sin embargo, ha sido exquisitamente decapada.

He descubierto que cada palabra parece acudir a un espacio que le perteneciera, un lugar donde es bienvenida. Y aquí es cuando me pregunté por qué pasajera y por qué niebla hasta que al avanzar encuentro a Aracne, la mujer a quien ni siquiera pudo superar la diosa Atenea, en la urdimbre de los días y las noches preguntándose –en elipsis, como yo/ella/Aracne– con qué ojos miraremos la trama cuando se haya disipado la neblina.

El impecable prólogo de Adriana “Dirbi” Maggio que da entrada al poemario pone al lector en autos. La obra, dice Maggio “es una transmutación poética de la realidad, tanto feliz como inquietante”. Y en esta inquietud transcurre Cercanía, rememoración que ocurre en un paisaje que dimos en llamar Primer Mundo donde la mendiga de la estación romana busca lo que el epígrafe asevera. Un aperitivo/ Un aperitivo –que la poeta marca reiterado en letra bastardilla, tropo y grafía altamente acertados– y que tiene connotación colosal si reflexionamos en el significado del vocablo: “pequeña cantidad de alimento en espera de una comida que sacie”. Algo que jamás será real para la harapienta atenazada por la garra de la miseria, la herida, la furia, la costra de tu lenta agonía, dice Magdalena en el tuteo que cierra el poema, tuteo franciscano, roce lindante, trato del que cruza el cuerpo del otro para sentir en la propia carne el latido del corazón ajeno.

En esta misma panorámica Migrante, cuyo armado en tercera persona –el hombre– acredita exquisitas imágenes líricas, cito: la espalda es una curva que estiba desde el alba sudando cuesta arriba, gerundio que tiene peso infinito porque no se deja de sudar tras los desaires de la guerra.

Aquí me detengo para indagar, quién es el hombre al que las aguas miran con ojeras de aceite, el que dejó dos espigas segadas en invierno, sus varones una mujer una hija quien mira la hoja como él a la deriva.

Hay en la poeta una mirada destacada en torno al escenario, podríamos hacer un paralelismo con la percepción ornamental que tiene un director de teatro frente al escenario. No hay detalle que escape al alcance de la simbolización, como ejemplo Mineros, dedicado a Van Gogh y que alumbra una estampa de personajes sentados a la mesa que parecen respirar dentro de un lienzo, donde el blanco algodón tiene visos, las manos venas, los ojos humedad. En este poema el recurso de la letra y (ye) destaca cada centímetro del cuadro, cito: y las manos/ y las cofias/y los rostros/y los diálogos/y la terca voluntad… / para sumar además olores característicos del oficio, de la cocina, de la sala donde están reunidos.

Más adelante, Transitando intransitivos alcanza el universo sobre la misma vida de quien esa tarde de mayo se renace en cada pétalo de una atrevida flor que vocifera fucsias en su idioma azaleo, donde el color y el sonido tan iluminadamente presentados para rematar, en esta primavera es delito desoír el llamado del erke, eligiendo para ello un instrumento de soplo labial utilizado en las celebraciones.

Como dije, notable acierto para dar el lugar exacto a la palabra exacta. No hubiera sido el mismo equilibrio lírico con otro instrumento. Tal como la misma autora confiesa esta manía de aprendiz que sigue buscando el verbo.

Los títulos de los poemas son otro sobresaliente hallazgo como ocurre por ejemplo en el poema Modo subjuntivo, que María Magdalena dedica a su padre y donde se cuestiona si hubiera sabido que te ibas a ir tan pronto utilizando las conjugaciones que se recitan en un tiempo sin regreso pretérito pluscuamperfecto/ más que concluido/ pretérito que jamás se escribió/ ni se escribirá/ pretérito de lo no dicho/ lo no soñado/ lo no vivido// ese tiempo es un misterio/ y el modo más aún/ tal vez sea un tren que se fue/ sin haber llegado/ nunca.

Dentro de un clima verde, perfumado, abierto, lúdico, Rosmarinus, conocido comúnmente por romero y altamente significativo en el cuadro que se expone porque es una hierba perenne, es decir eterna, perdurable –lo que dijimos de la palabra exacta–, un tiempo imperecedero que la autora menciona como aroma/ infancia y que vuelve a transitar como si todo un bosque me cerrara los párpados mientras el olor a pintura de las macetas que se realiza con ceremonial se une al de claveles, azahares, jazmines.

Al color se suma el tiempo, espacio en que transcurre el instante donde se alumbra el poema, cito algunos: “los dedos de la tarde escribieron su postdata tiza y rosa” (Diciembre de(s)vela), en esta primavera me lluevo (Transitando intransitivos), azahares del viejo limonero blancos de octubre y siestas (Postales de domingo), la dama de la noche se abre al cuerno de la luna para que la desflore/hay una paz quebradiza bajo los plátanos (Tarde de verano); entre los estertores del verano los higos negros se escondían (Higos negros); huele a tierra mojada primavereando ramas (Con firmeza decreto:). Asimismo, expone el momento del día se levanta una mañana con neblinas en ronda (A veces la tierra ocurre), la noche trae con su sombra la certeza de la ausencia (Poema sexto); se abre una corola en la tarde ensangrentada entre espinas resecas (Besos que restañan) naranjanegroazul del mediodía (Poeta) para confesar en el poema que da nombre a la selección que como Aracne tejemos con denuedo la urdimbre de los días y las noches, tal como en Postales de domingo cada ciudad es una entresemana y otra un domingo de octubre.

Ciertos críticos literarios aseguran hallar en muchos autores, urbes literarias. Estas aldeas, pueblos, ciudades, naciones a las que refieren, deben presentar un mapa de recorrido, lo que no resta sorpresa ni desluce el misterio. Dar al lector una ruta para avanzar y emocionarse, sorprenderse, encontrarse, es parte del talento y es evidente en las segmentaciones que Magda ha marcado en este poemario Cercanías y Como quien rotura la tierra, enfocan diferentes estados de temple.

El primero, merece transitarse con pie desnudo a veces la tierra ocurre y hay que sentirla con los pies descalzos, sensible imagen táctil y sensual que va en ascendente temperatura alguien descarta al recién nacido/sobre un charco de barro//ay sueño cartón piedra/ es Tu cuerpo el que entibia/ mis ríos secos //es Tu mano pequeña/dos dedos levantados/ la que bendice a todos (Duermevela) hasta desnudar en un paralelismo soberbio aquel Ángel con grandes alas de cadenas del soneto de Blas de Otero (Hombre) y este ángel de letra minúscula, que dejó su cárcel de niebla a pasos de la hornacina que aguarda deshabitada/ es casa sin sentido para los leños/ que nunca verá arder// un cielo azul sin brisa/ para los barriletes muertos //no hay trompeta para anunciar lo que no podemos decir// pesa tanto el cemento encadenado.

Como quien rotura la tierra congrega Poemas con nostalgia, Poemas de amor y desamor y Poemas para cruzar el bosque.
El primer poema, que la autora dedica a su madre, rememora aquel “Nada te turbe, nada te espante” de Santa Teresa de Jesús; nada me falta/nada me empuja/nada logra clavarse en mi entraña protegida/ cuando tus ojos/aguamarinagris/ me salvan del abismo. Sin retorno, hace referencia a un tiempo donde el padre aún no ve a su lado el miedo que aprieta con su garra// mientras el sobresalto se instala en un pozo sin fondo donde la voz se sepulta cómo olvidar el rostro de la muerte//cómo recuperar el jardín y los juegos//dónde el plumetí/ las fiestas/dónde Pierangeli /perdida para siempre.

Este apartado viaja en epifanías de memoria, porque también se goza en los recuerdos si de ellos se logra alejar el nocturno. Destaca La yaya, sublime descripción de la abuela catalana quien desde el sillón de una reinita en trono de mimbre da por herencia la despojada terquedad de no darnos/ por vencidas /nunca; poema que revela movimiento continuo en el vaivén del barco que cruza el océano, las sabatillas per ballar sardana, el fluir del agua del riego, el ir y venir de la aguja que zurce, las rosas que despuntan aromas, el leve paño del mantelito cuadrillé hasta detenerse en el espanto que hizo estallar la guerra/ dos hijos muertos/apenas asomados a la vida/ hasta hallar un orden místico, de bienaventuranza para poder exorcizar tanta estocada/ tanta daga/ escarbándonos la herida.

La referencia a la casa que aparece de forma precisa en época de infancia y juventud las claraboyas se asomaban/el patio oscuro la medianera/el aroma del jardín//vaivenes de la noche sombras en el patio/ secretos rumores// me ronda con acordes una antigua melodía/ regresa con perfumes a la grupa del tiempo (La casa) asoma más tarde absolutamente opuesta en Poemas de amor y desamor La casa es otra/ se ha esfumado/la alzada del aparador/ y en la pared se alegran/las diluidas flores del empapelado/ tanto tiempo privadas de luz// solo han quedado/ las fotos no mentidas/en las desvestidas paredes/ del dormitorio// por el ascensor se suicidaron/treinta tristes trajes//primorosos etcéteras/ llenaron una gran bolsa negra/ basura para la basura// la casa es otra/yo también (Mudanza) para decretar con firmeza –como la voz de Bernarda pero en enfrentada sinfonía– en esta casa no entran más mandatos /cerrada está la puerta/ con tranca y con cerrojo/ como lobos de noche/ aúllan hipocresías viejas// adentro hay un perfume/ a bosque recién amanecido// primavereando ramas/ saltan de una en otra/pájaros de colores/ sin palomar ni jaula// creo que en esta casa pueden más los instintos/ y un duende que anda suelto.

En esta atmósfera se empina aquella misma figura que, en Mudanza, hizo a un lado todo lo que cercenaba la luz y poco a poco de a tro ci tos// desafío de sutura en carne viva// se pone de pie en cuatro hilos de miedo/ sobre la arena/ que se/ escurre (Vasija hecha trizas) al tiempo que guarda en las aguas del pasado primeros pasos dientes de leche/ diminutas palomas que vuelan/ piececitos azulosos de frío// mientras es hora, mujer/ de levantar la piel que desollaron/y coser una capa que te abrigue/soltar los leños secos/ y que la hoguera/arda (Balance), quizá porque la felicidad es un cristal de nieve y a la luz del amor/ en cada vértice le crece/ una rama de requiebros y en el pechovientre anida/palabra y gemido / soy un pueblo de mujeres que espera (Poema sexto).

Poemas para cruzar el bosque muestra el Yo más escondido, el que ni siquiera refleja el propio espejo, el mismo que solo se nombra en tercera persona ella fue/durante mucho tiempo/ una mujer ahogada y que aparece finalmente desterrado y en pretéritos nunca vueltos a conjugar por obra y gracia de la sagrada palabra.

Sin caperuza certifica que hasta el disparo de un cazador puede redimir del miedo, destronar mitos, y la protagonista del cuento-cárcel alerta la conciencia/ rasga sus ropas para vendar la herida/ tira a un costado la caperuza roja/ y cruza el bosque. A la par de esta vigorosa escena una Eva rememora en todas las Eva a las obreras que dieron pabilo al Día Internacional de la Mujer y de la Paz Internacional hoy soy todas las Eva//la que muerde y acaricia/ cobija vomita y vocifera/ saca garras debajo de las plumas/ hoy Eva despellejó las máscaras (8 de marzo).

Convengamos en que los poetas cuentan de la manera más visceral la verdadera historia del ser humano, la más entrañable realidad, la crónica que conmociona, estremece, desnuda el tiempo que toca vivir. La pandemia que originó el coronavirus en el mundo, queda registrada de manera original en un poema donde la autora nombra a sus cuatro nietos –a quienes también está dedicado el poemario– en un recurso que instala la ternura y el futuro, mientras toma escena el hombre que me espera/enraizado en la vida/ recita a Benedetti/ con voz de pájaro y nido /mis amigos poetas /amasan y reinventan/palabras cada día //cuando el invierno/ haya borrado hasta/ sus huellas en la nieve abriré la petaca, la misma en la que guarda semillas de flor de seda/ tan diminutas casi / como el coronavirus.

Hacia el cierre, varios poemas abarcan un genuino sentimiento de fe que María Magdalena no quiere dejar de declarar. Dios, a quien la autora ya mencionó en La yaya, es Padre presente en los ojos que gastan su inocencia/en la mano mugrienta/que se alarga en la noche/ Dios es el Verbo que se escucha en la blanca pancarta/ que escupe violeta/en el sol que me alumbra/ en la tierra que estalla // en el evangelista que jura/ que moriste por mí (Te escucho), es el Hijo del Hombre que promete Vida Verdadera en Misa en La Rábida, bajo los árboles del patio a los fieles con barbijos como fuelles/ella agradece bajo el árbol /un frescor de hojas anchas/las nervaduras marcan senderos/goza/ con la certeza de que un día/ dará sombra/recién estrenada hoja de tilo. Dios habita los versos de Quevedo, es el nombre propio en el Libro de los Libros, es hueso sobre hueso que adquiere sentido (Cremación), y, en el último estertor, es el núcleo íntimo, percibido como inmortal silencio voces silencio/cuando los huesos piden levantarse /la zorra desliza por los rieles/un ángel pide mi mano / lenta muy len ta men te /piso el suelo mullido de plumas/y regreso /la vida llama (El día boca arriba).

Poeta precisa, con mirada sostenida en batallares cotidianos, alejada de rutinas y vaguedades, con un frescor de urgencia para contar taciturnos instantes de duda, desplazamientos, silencios, mareas de desencantos, laceraciones, pliegues, libertades, amores, María Magdalena demuestra también ser una vigorosa, reflexiva lectora; para aseverarlo bastan los epígrafes, citas y acápites del poemario, los guiños al lector entre líneas como piececitos azulosos de frío, que nos acercan a Gabriela Mistral.

María Magdalena Pascual encuentra belleza en los elementos naturales y modo de expresarla, simbolismos, tonos y elevación de cuadro, explora su identidad individual más allá de su propio ser y, en este punto, produce la conexión con el lector. Desde sus zonas poéticas alcanza el idioma que “siente” quien la lee, abrazo milagro que genera la potencialidad de su obra.

En lo personal, permítaseme agregar que Magda me ha otorgado inmenso honor al elegir para acápite versos que dan pórtico a su poema La casa, que despertó bones ànimes que viatjan con nosaltres, a Santa Compaña que viaxa con nós, aquellas luces de lenguas amadas las canciones que nos arrullaron los acentos que nos llamaron las voces tan queridas /desafinado amor /siempre conmigo. Siempre.


Diciembre, 2021.


Ediciones El Mono Armado
Poemario (2021)

















lunes, 29 de noviembre de 2021

APORTES CULTURALES

 




AGRADECIMIENTO A LOS GESTORES CULTURALES 

GLADYS B. CEPEDA Y MIGUEL ÁNGEL CÁCERES, 

DIRECTORES DE LA REVISTA CULTURAL HEMISFERIOS



miércoles, 29 de septiembre de 2021

SADE FILIAL DEL OESTE BONAERENSE



Gracias infinitas a
SADE Filial Oeste Bonaerense y su Comisión Directiva
por el generoso gesto y el constante aporte a la cultura y difusión 
de escritores argentinos.


sábado, 18 de septiembre de 2021

ESPACIOS CULTURALES

 

MISPOETASCONTEMPORÁNEOS 

DEL POETA GUSTAVO TISOCCO




Para leer las obras y saber de los autores: Instagram y Face.

En ambos espacios están permitidos comentarios, como corresponde previa consideración del administrador. 

sábado, 4 de septiembre de 2021

CITAS CULTURALES



HEMISFERIOS 

 (AGOSTO-SEPTIEMBRE 2021)

REVISTA LITERARIA-CULTURAL GRATUITA



DIRECCIÓN: GLADYS CEPEDA - MIGUEL  ÁNGEL CÁCERES

 En la misma podrán encontrar las siguientes notas:

Beatriz Elena Puertas : Artículo : La búsqueda y el hallazgo y su cuento : Ana me ha seguido y Carlos Fuentes por Beatriz Puertas

Gladys Cepeda : El arcón o las condenas y las palabras y su poema Des-TRUCCI-ón y Rompiendo silencios : Nirvana la banda psicodélica que nació en los 60

Miguel Ángel García Cáceres : Artículo : Anhelos y esperanzas sobre la multiplicación del lince ibérico y Artículo : No sabían cuidarse de sí mismos...

Rolando Revagliatti : Entrevista a Carlos Dariell y su cuento La historia sigue

Roberto Romeo Di Vita : Artículo : Operación MATE AMARGO de Ana María Ramb

Entrevista a Ricardo Muñoz García,Presidente de La Carpa Por Miguel A. Cáceres

David Sorbille : Tributo a Cesar Vallejo y su poema La vida renace

Luis Benítez: Artículo : Las sirvientas del domingo: el irónico humanismo de Elías Scherbacovsky y el poema una voz que creció omitida en las palabras y Elizabeth Bishop: A las puertas de la percepción por Luis Benítez

Patricia Graziadei : La cotidianidad recreativa en el ayer Chivilcoyano y su poema Abuelo Inmigrante

«Documentales. Entrevistas a escritores argentinos. Tomo II», una renovada apuesta a la figura del autor Por Flavio Crescenzi

Adrián Argudo Sánchez : Luz para la persona con enfermedad mental, pero sin recursos económicos: el caso TOC Granada y su poema Sol de invierno

DelOeste Art. : Muestra Palabras sobre miradas - Pandemia 2020 y los poemas de Mauricio Cappiello y César H Suárez

DelOeste Art. y SEP Filial Chivilcoy - Reseñas literarias Mariel Monente Por María del Pilar Mastrantonio

Susana Cattaneo Corona : Artículo : Aurora Venturini y su poema S.T.

Poetas del pueblo Por Maria D'Alessandro y su poema Oda al Vino

Entrevista a la escritora y poeta María Rodríguez - Cazaux por Gladys Cepeda

Ensayos sobre la ceguera II: ARTE Y CIENCIA Por V.I.K.Y.G.A.S.A.L.VE.  Vgasane Gasane

Olga Liliana Reinoso : Ensayo EDUCAR PARA LA PAZ: he aquí la cuestión y su cuento Caleu Caleu

Dirbi Maggio : Reseña Cómo se salvó Vicentina Saura, de Josefina Veiga. y su cuento Caballo de cristal

Elisabet Cincotta : Artículo : Palabras al sol y su poema Ellos

Julia del Prado : Artículo : Poder, Seducción y Erotismo en la escritura de: Rodolfo Hinostroza Claussen y el poema Gota gorda

jueves, 2 de septiembre de 2021

CICLO CASTALIA



CICLO CULTURAL 
CASTALIA 

CITA EN PRIMAVERA


POETAS INVITADOS



 

El ciclo CASTALIA fue creado por la escritora y gestora cultural argentina 

SUSANA CATTANEO CORONA


ENTREVISTAS


ENTREVISTA POR LA ESCRITORA 

Y GESTORA CULTURAL 

GLADYS B. CEPEDA


https://revista-hemisferios.blogspot.com/2021/08/entrevista-maria-rodriguez-casaux-por.html



lunes, 28 de junio de 2021

POEMAS TEMÁTICOS


OCÉANO, de Juan Gelman





En el océano del vacío
hay nombres, nombres, nombres.

En el océano de lo perdido,
hay nombres.
¿Quién responde
a este chorro de alma
que los llama? Un oleaje
de nombres, nombres, nombres.

¿Qué los separa de la grande muerte
en brazos ya de lo que fueron?








1976


“…y al océano los lanzaban.”

M.R-C.

 


el mar es una respiración acompasada


cuerpo de lama

que me nombra y me cubre

 

qué sabor de sal la pleamar de tu beso

 

el último asombro que me cierre los ojos

será la cita de la revelación

 

M.R.-C.

domingo, 20 de junio de 2021

POESÍA CONMEMORATIVA




EL SOL SOBRE TU ALMOHADA SE PERDÍA 
 SIN IMPORTARLE EL BRILLO DE TU ESPADA

A mi padre, Leandro
En su memoria



Cuando te despojaste del acero
tan huérfana quedé sin tu presencia,
más allá del dolor, anestesiada,
que tu muerte no fue muerte todavía.


Por las calladas rutas de la ausencia
busqué entonces tu voz y tu mirada.
Tu poderosa silueta de guerrero.
Tu invencible transitar por laberintos.


Peregrina, hurgando los recuerdos,
en un murmullo de dolor desafinado
quedé sin ti. Pero siguió la vida


bajando desterrada por tu almohada.
Mientras el sol se rompía a mi costado,
sin importarle el brillo de tu espada.





M.R.-C.
Poesía congregada (2014)
EDITORIAL DUNKEN

domingo, 13 de junio de 2021

 

DÍA DEL ESCRITOR EN REPÚBLICA ARGENTINA




El 13 de junio se conmemora el Día del Escritor, en recuerdo de Leopoldo Lugones, fundador de SADE.

En este momento de incertidumbre y angustia que nos rodea, recordamos también a escritores y escritoras que debido a la pandemia han partido.

Que podamos reflejar y expresar de la manera más entrañable a través de las letras la realidad que vivimos.

                                    "La verdadera historia la cuentan los poetas".


 



jueves, 10 de junio de 2021

POEMAS AMOROSOS





RESURRECCIÓN






Hay poemas escritos en madrugadas.
Vestidos de luz.
Mórbidos de dicha.

Una mujer desnuda se estira en el lecho
lejos del insomnio
plena de goce.

En algún jardín lejano
el rocío tiembla sobre un pétalo.

Y ella –la mujer desnuda–
reclinada en su propia pupila
resucita.

Todo el lecho es un destino dulce
sin infiernos.


M.R.-C.


La ilustración es del artista ruso Serge Marshennikov. 
A su autor pertenecen todas las atribuciones y derechos.

lunes, 7 de junio de 2021

POEMAS



VESTIDO






La mano
se desliza 
por las rosas y los jazmines azules
que ciñen la cintura.
Sube hasta el hombro
roza el escote de nomeolvides
y se detiene
trémula
sobre un lirio aguamarina
en regocijo de asombro.

Engendrado de ritos
el vestido floreado de mi madre
despide
—como un beso—
aroma de encantamiento.

M.R.-C.




martes, 1 de junio de 2021

OPINIÓN LITERARIA

 






PANTANO DE FUEGO, de SUSANA CATTANEO CORONA





Desde un orbe que guarda siempre misterio, con un lenguaje en alta temperatura y sobresaliente en imágenes intensas, en especial cuando aborda la conciencia de la finitud //detrás del miedo se esconde el abismo de la finitud //, el quiebre del tiempo, los gestos furtivos, y –valga la antítesis– el futuro de un pretérito que tiene nombre y apellido, patria, exilios y laberintos, llega Pantano de Fuego, para conformar bienhallado espacio en la extensa obra de Susana Cattaneo Corona.

Este libro que echa vuelo en una época tan singular como la presente, abre bailando y, más aún, sobre una violeta quebrada de rocío, con la ilusión de que resuciten las noches que quedaron al costado de la vida y toma asiento frente al caldero en espera de los pájaros con los que va a escribir un catálogo de los sueños.

Pues, ¿no es acaso la vida ese esperar junto al fuego, mirar cartas viejas donde alguna vez alguien posó el grafito del corazón?, ¿no es el hurgar en muebles, casas, países, cosmos, en busca del aroma de pupilas?, ¿no es el tantear cada uno de los rincones del pantano que arde dentro del propio esqueleto?

Despojada de todo egocentrismo, ética y natural para revelar el interior de los personajes de sus poemas, las imágenes de Susana alumbran escenarios inefables como si una cámara los tomara sin perder la tensión ni la esencia que manda la poesía, cito algunos: Un tren herido recorre tu mano por el paisaje de las venas // un caballo salvaje corre a la par del tren y sus crines acarician tus dedos de agua // En el armario de la cocina hay una ciudad anclada en los vasos, los platos, los repasadores // Abre la vieja valija donde fotos implacables la atrapan con sus manos de hueso y la arrojan a la espiral del pasado//entre sábanas perfumadas duerme una canción//.

Otro recurso significativo es la sinestesia que enlaza sentidos y donde el color –como adelanta la tapa del libro– se impregna de otras sensaciones en exquisitos cuadros, menciono algunos: tierra, cielo, sepia, rosa negra, verano amarillo, febrero verde, horizonte amarillo y marrón, acacias, ciruelos, geranios, hortensias, culantrillo, celestes // Ella es de un azul en el que nadan copos de nieve // su aroma es de hielo hay un sabor a helecho que penetra en las bocas de esa multitud de enigmas // solo se percibe al tacto suave de una mirada//balbuceos de corales, un afuera rojo hasta la flor púrpura del nacimiento; y agrego el original enlace de vocablos pechoverdeazul, rojoambarsol, latirojos, cofrepoema, aguazulejos, sin limitación comunicativa agudizando el discurso poético.

Asimismo, Pantano nos conduce al campo de los mitos, un lugar que habita la niña a la intemperie, la niña oculta en el pantano de fuego, o ella, la oscura, la que erige su castillo de pluma y pájaros, la que llega al altar del dolor y la que abre su caja de secretos, la que se nombra como novia de negro y la que transita las calles de la juventud. Todas ellas acercan feminidades dúctiles y rotundas, recreadas de un modo casi metafísico que sigue la ética íntegra, insobornable, en un mundo donde –como en el mítico– puede tocarse el hilo que ata lo divino y lo humano // y con la sonrisa de la Alta Aurora incendias los pasos del porvenir // más allá hierve el sol y se abre el Portal de la Quinta estación, al tiempo que se transforma en la hechicera Circe con todos sus artilugios y surge como ninfa acuática en compañía de elfos inmortales //una ondina emerge y centellea alrededor de su plegaria//.

Particular análisis merece el poema Hacia la infancia del alma, que Susana dedica in memoriam a su madre, Estela, sin dejar de perder la atmósfera de lo sagrado que analizamos párrafos antes. Cito: “La tierra: un óvulo fecundado por ángeles que solo viven en mis sueños…/ Madre, con la letra de tu nombre, llego al universo. Estela, tu nombre, epifanía, estrella, // y el siguiente poema /Todo este otoño me sangra por las manos, pero tus brazos abiertos, madre, ofrecen el bosque de estrellas que lleva grabado tu nombre. Todo el mundo, madre. Todo el cielo, madre. El infinito, madre.

La voz poética de Susana Cattaneo Corona goza de estrategia metafórica natural, erguida, genuina, sin embargo, cierto murmullo de soledad recorre las esquinas de sus versos como si fuera el precio que debiera pagarse por la intensidad del mensaje.

Convengamos en que el poeta se halla en cierta indefensión dentro de la absurdidad y la desolación del mundo. Para quien poetiza, la existencia deja de ser pasajera y el itinerario del ser humano comprende el infinito. A ese infinito convida Pantano de Fuego en un tono intimista, acercándose a la evocación familiar en cuadros de infancia y juventud bajo un temperamento hipersensible donde el asombro se une a secretos y nostalgias que cohabitan en el crepitar del fuego. Quizá sea, porque este Pantano que Susana allega no es la ciénaga donde las aguas se estancan en terreno deprimido sino el dique, la presa que luego de retener aguas frescas, vigorosas de lluvia, las utiliza en riegos de luz //En lo profundo más profundo, moldea con luz amarilla la nueva juventud // Ella no cree en la oscuridad de las alcantarillas // me dice que nos espera el Amor que amamos//.

Susana Cattaneo Corona se posiciona como poeta imprescindible en el panorama literario contemporáneo con una obra que es capaz de engendrar y movilizar impresiones, ideas, introversiones, el saber recreado.

Permítaseme en lo personal, agradecer el honor que Susana me otorga convocándome a asomarme a semejantes símbolos. Como ejemplo, una imagen colosal, podría decirse una bienaventuranza: hay un espejo de sol en el cuarto de la pena. Que así sea.

                                                                                          María Rodríguez-Cazaux

OTOÑO, 2021

martes, 25 de mayo de 2021

POETAS CONTEMPORÁNEOS - CARLOS PENELAS

  Mirador de Espenuca

Aquí estoy, padre,
mirando con tus ojos este lugar del mundo.
Las colinas esperan
tu transfiguración en la bruma del alba.
Es una humedad lejana que dibuja presencias
sobre la lumbre eterna.
Hora a hora llegan las campanadas
como llegaban los pastores en esta tierra de éxodo.
Desde un aliento inmenso tu voz sube
con dioses que agonizan las sucesivas muertes.
Sobrevivimos a la llovizna
entre almas suspendidas en este umbral de la ternura.
Aquí estoy, padre, cumpliendo mi promesa.
El pecho desolado
buscándote en este silencio iniciático
en la parroquia de Santa Eulalia.
Veo el puente de tu niñez, el Mandeo.
Y los robles y un hórreo abandonado
desbordado por la vivencia de la memoria antigua.
Es nuestro el gozo incomprensible y conmovido.
Nuestro el llanto, los coros invisibles,
las fábulas de la nostalgia y el aliento.
Has despertado, padre, de la muerte,
de los oscuros días que vagan por los bosques.
Otras sombras asedian el tiempo transcurrido,
la mezquina gloria que proponen los señores
del pazo Del Corral.
Desde aquí vislumbramos Santa María de Oís,
Los mirlos que otean el peligro,
este orden que restituye el honor y la pureza.
Juntos, en instante absoluto,
evocamos la pasión, el péndulo del sueño,
las voces sagradas de un tributo inasible.
Con lágrimas en los ojos percibo un clima irreal.
Ahora está el sol sobre el follaje,
la luz que alimenta el verdor y los frutos,
la vida sosteniendo desde lo más profundo
esta piedad remota, inadvertida.
Hora tras hora llegan las campanadas a este mirador
invadiendo mi frente con un temblor de siglos.
Escucho mi sollozo como un náufrago
que agoniza en la niñez ambigua.
Ahora, para siempre, ha callado tu voz.
Padre, aquí estoy,
en este mirador absorbente y profético
amando con mis ojos este solar del mundo.


(1995)

El poema ha sido editado en el blog literario y cultural del poeta Carlos Penelas.

domingo, 23 de mayo de 2021

 



 Lamenta el fallecimiento del querido y talentoso poeta MARCOS SILBER 

y acerca a familiares, amigos y a la editorial El Mono Armado sinceras condolencias.

MARÍA RODRÍGUEZ-CAZAUX

DAVID A. SORBILLE

OSVALDO V. FERNÁNDEZ


LOS AMIGOS Y LOS POETAS SIEMPRE CAMINAN JUNTO A NOSOTROS.

ALGUNAS VECES CORREMOS PARA ALCANZARLOS, OTRAS NOS ESPERAN A LA VERA DE UN PUENTE, EN EL CRUCE DE UNA CALLE, SENTADOS A LA MESA DE UN CAFÉ, AL MOMENTO DE ABRIR UN LIBRO O RASGAR UN SOBRE. 

BASTARÁ ESTAR EXPECTANTES PARA EL HALLAZGO".  

RAFAEL ALBERTI (Poeta español).

 

lunes, 17 de mayo de 2021

17 de maio: DÍA DAS LETRAS GALEGAS

 


Xela Arias Castaño 



Escritora, poeta y traductora gallega, en varios idiomas además de editora y profesora de gallego. 





María dos Anxos, hija de Amparo Castaño López y del escritor  y traductor gallego Valentín Arias López, conocida como Xela, hasta los 7 años estudió en la Granja de Barreiros, dentro de un proyecto pedagógico creado por el filántropo y empresario Antonio Fernández López con una orientación agraria y de integración de la cultura gallega con los ciclos de la naturaleza. 

Posteriormente se trasladó a Vigo con su familia, ingresando en el Instituto Castelao ubicado en el barrio de Calvario. Dejó los estudios cuando cursaba COU, para comenzar a trabajar en Edicións Xerais de Galicia, en 1979 -año de fundación de la editorial- junto a Xulián Maure Rivas y Roberto Pérez Pardo. Realizó trabajos de oficinista, después de creación e investigación y entre 1990 y 1996 como correctora de estilo y editora.​

En 1991 retomó los estudios, cursando Filología Hispánica en la Universidad de Vigo, licenciándose en 1996 por la Universidad de Santiago de Compostela, e iniciando la especialidad en gallego-portugués.​

En el curso 1999-2000 comenzó a ejercer como profesora sustituta de enseñanza secundaria, de lengua y literatura castellana, en institutos de Santa Comba, Moaña, Pontevedra, Santiago de Compostela y Vigo. En sus últimos años de vida fue docente en diferentes municipios gallegos, como Chapela, A Guarda y Vigo.

En 1992 se casó con el fotógrafo y matemático Xulio Gil Rodríguez, con quien tuvo en 1994 a su único hijo, Darío.

Desde el año 1980 Xela Arias empezó a publicar en periódicos y revistas como A Nosa Terra, Diario 16 de Galicia, Faro de Vigo, Jornal de Noticias do Porto, Dorna, Tintimán, Carel o Katarsis. Colaboró en publicaciones como Festa da Palabra Silenciada, Luzes de Galiza o en el Boletín Galego de Literatura y formó parte del consejo de redacción de Viceversa, revista gallega de traducción.​

Su introducción en el mundo literario se produjo en 1986 con Denuncia do equilibrio, un poemario innovador, con temática heterogénea que prioriza su fondo por encima de su forma y sintaxis arbitraria. Con esta obra se dio a conocer y logró ser finalista del Premio Losada Diéguez. ​En ese mismo año ingresó en la Asociación de Escritores e Escritoras en Lingua Galega.​


Xela Arias también escribió relatos, algunos de los cuales se pueden encontrar dentro de la obra Contos eróticos/Elas de 1990. Además, en el año 1991, colaboró con el desaparecido grupo de rock vigués Desertores, registrando las letras de uno de sus discos, con canciones basadas en sus poemas.​

Tres años después del nacimiento de su hijo Darío, en 1996, publicó Darío a diario, donde la poeta ofrece una reflexión sobre su propia experiencia como madre, con una relectura de la maternidad alejada de la visión tradicional y desde lo cotidiano.​

Su obra poética se dio a conocer también a través de libros colectivos como Palabra da muller (1992) o Daquelas que cantan. Rosalía na palabra de once escritoras galegas (1997)

Debido a un ataque cardíaco, en noviembre del año 2003 falleció a los 41 años en un hospital de Vigo y fue enterrada en el cementerio vigués de Pereiró.

Su último poemario, Intempériome, fue editado el mismo año de su muerte -2003- por Miguel Anxo Fernán Vello. Esta obra está dividida en tres partesː
"E así que se me din que agarda", en la que desarrolla varias ideasː la muerte, la enfermedad (refiriéndose al SIDA) y la socialización del individuo, incluyendo su tema constante del hogar opresor y una visión irónica de los roles por sexos.
"Corazón cuestión", refleja las obsesiones manifestadas en toda su poesía, destacando su personal idea del caos.
"Vencerse é cousa de se tratar", donde hay mucha interpelación a quien lee, instando a librarse de la represión que nos inculca la sociedad con la esperanza de que la situación puede mejorar si hay una lucha.​

Su Poesía reunida se publicó en noviembre del año 2018, con edición, introducción y notas de la filóloga y ensayista María Jesús Nogueira.​ En este volumen se reúnen Denuncia do equilibrio, Tigres coma cabalos, Darío a diario e Intempériome. Nogueira destacó de la obra de Arias sus indagaciones en las contradicciones del ser humano y del orden social, explorando la dimensión social de la poesía desde una perspectiva más próxima a la de los años 90 que a las de generaciones anteriores.

Dentro de esa dimensión pública y comprometida como poeta buscaba nuevos espacios de manifestación como los recitales, las exposiciones fotográficas o los espectáculos poético-musicales y en este sentido, Xela Arias supuso un modelo para nuevas generaciones.

Participó en recitales poéticos ligados a la contestación política y social, como el que tuvo lugar en 1982 contra la entrada de España en la OTAN, o en 2002 en solidaridad con las personas afectadas por las consecuencias del hundimiento del Prestige en el MARCO13​ y otro con la Plataforma contra a Burla Negra,​ organizado por ella junto con el escritor Xosé María Álvarez Cáccamo en febrero de 2003. Ese mismo mes de febrero y en marzo leyó unas declaraciones en las manifestaciones que hubo contra la Guerra de Irak. Con el músico Fernando Abreu estaba preparando un espectáculo poético musical sobre su obra Intempériome, que no pudo llegar a realizar.

Xela Arias proclamaba su independencia y sinceridad artística por encima de perspectivas formales y morales, y mencionaba la independencia de los cuerpos y la independencia de las ideas. Los tres grandes temas presentes en sus creaciones son el amor, la alienación del individuo por la sociedad y la muerte y la futilidad de la existencia humana.

Su obra contribuyó a la renovación de la poesía gallega, con el tratamiento de nuevos temas y un estilo muy personal y calificado de vanguardista.

Fue precursora del boom literario femenino que se dio en la poesía gallega en los 90, ya que muchos temas y características formales de las poetas de los 90 aparecen ya en sus primeros poemas publicados en los 80. Al no existir una clasificación rotunda por parte de la crítica literaria para las poetas de esta época, se suele adscribir a Xela Arias a la corriente de "poesía de muller", junto a poetas como Yolanda Castaño, Olga Novo o Enma Couceiro, dado que buena parte de su obra aparece en los años 90.​

Premios y reconocimientos

En el año 1986 fue finalista en dos certámenes, el Premio Antón Losada Diéguez con su primera obra Denuncia do equilibrio, y en el Premio Esquío de poesía con Lili sen pistolas, obra inédita.

Recibió varios premios de traducción:​
Sociedade da Língua Portuguesa por Amor de perdición de Camilo Castelo Branco (1986, Xerais)
Ramón Cabanillas por O derradeiro dos mohicanos de James Fenimore Cooper (1993, Xerais)
Póstumamente, el Plácido Castro 2004 por O Spleen de París de Baudelaire.​

El 29 de mayo de 2004, se hizo un homenaje en Vigo, organizado por la Asociación Galega de Editores, la Asociación de Tradutores Galegos y la Asociación de Escritores en Lingua Galega. ​

Ese mismo año, la editorial Xerais y la AELG, publicaron el libro "Xela Arias, quedas en nós", coordinado por el padre de la poeta, Valentín Arias, y en el que colaboraron varios intelectuales entre ellos su esposo Xulio Gil Rodríguez, Marilar Aleixandre, Fran Alonso, Alfonso Álvarez Cáccamo, Xosé María Álvarez Cáccamo, Vicente Araguas, Teresa Barro, Carmen Blanco, Manuel Bragado, Manuel Caamaño Suárez, Marica Campo, Fina Casalderrey, Yolanda Castaño, Marta Dacosta, Miguel Anxo Fernán-Vello, Xoán Xosé Fernández Abella, Víctor Freixanes, Silvia Gaspar, Avelino González, Bernardino Graña, Modesto Hermida, María do Carme Kruckenberg, Aurora López, Manuel María, Paco Martín, Xulián Maure, Méndez Ferrín, Gonzalo Navaza, Carlos Negro, Ramón Nicolás, Antía Otero, Andrés Pociña, Avelino Pousa Antelo, María Xosé Queizán, Xesús Rábade, Román Raña, Claudio Rodríguez Fer, Ana Romaní, Marga do Val, Xosé Vázquez Pintor, Manuel Vidal Villaverde, Helena Villar Janeiro, Siro, Pepe Carreiro. ​

En 2014, una década después de su fallecimiento, la Asociación de Escritores e escritoras en Lingua Galega (AELG) le rindió homenaje incluyendo un acto poético-musical recordando la obra de Xela Arias como poeta, traductora, editora y docente, además de su personalidad activa y curiosa, polifacética y socialmente comprometida.​

El 6 de septiembre del mismo año, en un acto en Vilerma, se inauguró una placa dedicada a ella y su padre que pone en gallego "En esta casa vivieron la poeta Xela Arias (1962-2003) y el escritor Valentín Arias (1934-2011) que en cada uno de sus actos afirmaron su amor a nuestra lengua".
El Día de las Letras Galegas.

Xela Arias fue propuesta, en dos ocasiones para ser la figura homenajeada en el Día das Letras Galegas. En 2014 fue propuesta por Ramón Lorenzo, Antón Santamarina y Xosé Fernández Ferreiro para el Día das Letras Galegas del año 2015. Los otros candidatos fueron Ricardo Carballo Calero, Celestino Fernández de la Vega, Manuel María y Filgueira Valverde, resultando finalmente elegido este último.
Placa en Vilerma con el texto original en gallego

Al año siguiente, 2015, volvió a ser propuesta para dedicarle el Día das Letras 2016, con Ricardo Carballo Calero y Manuel María, quien resultó elegido.
En 2021, la Real Academia Gallega, decidió nombrarla como homenajeada para el Día de las Letras Galegas de ese año.​

Otros reconocimientos

En 2018 la Asociación Galega de Profesionais da Traducción e da Interpretación creó el Premio Xela Arias que reconoce su trabajo como traductora. A finales de diciembre de ese año, el pleno del Ayuntamiento de Redondela acordó denominar la biblioteca municipal de Chapela como "Xela Arias", parroquia donde ella había ejercido como profesora.​ En junio de 2019, continuando con el reconocimiento a la escritora, el IES de Chapela donde ejerció como profesora inauguró un grafiti con un verso del poema Independencia 2ː "Independénciome para que eu saiba onde quero estar atada" (Me independizo para que yo sepa donde quiero estar atada).​

En 2019 la plataforma de crítica literaria A Sega le dedicó su Día das Galegas nas Letras. A Sega, escogió el día 15 de agosto para celebrar cada año la figura de una mujer sobresaliente de la cultura en general y de la literatura en particular.​

En el mes de marzo de 2021 coincidiendo con la celebración del 8M y con motivo del 59 aniversario de su nacimiento, el grupo musical A banda da Loba presentó su nuevo videoclip Intempériome, perteneciente al EP Hasme oír, dedicado a Xela Arias.