sábado, 31 de diciembre de 2016

POÉTICA





LA SILLA

                                                                                           A mis padres


Quién tendrá el honor de sentarse mañana
en esta silla que compraste, padre,
una tarde,
después del trabajo.
Esta silla vienesa, de madera clara y barnizada,
piadosa voluntad de árbol
que ocupaba mamá.

La miro en el rincón de las ausencias
y guarda todavía el gesto de tu mano
acercándola al lugar más luminoso de la sala.
Luego, era su voz menuda,
la simpleza del secreto, la confidencia.

Cuando quedaste solo, segado de su presencia,
la vida te pareció desnuda.
Y la silla, huérfana de peso dulce
se arrinconó en un vértice de sombra.
Ansiosa de aquel cuerpo,
apenas decorativa, sobrevivía.

Hoy sé, que siempre viste,
liviana y bella,
la imagen rubia, bajo la luz de la ventana.


M.R.-C.
Poesía congregada (2014)

sábado, 24 de diciembre de 2016

AL PIE DEL ÁRBOL










En cinco minutos darán las doce.

Copas prontas a elevarse y los ojos atisbando el pie del arbolito. Hora de regalitos.

¿Hay algo que tiene aspecto de regalo para mi? Ese paquetito envuelto en papel celofán con mariposas... No, ese no debe ser. Quizá la caja cuadrada de cartón o el del moñito azul... Veamos,
yo me merezco un obsequio, así que alguno habrá de tener mi nombre, alguna seña particular para que otro no se confunda y se ligue algo que me está destinado.

Sin embargo, ya pasaron cinco minutos de las doce. El regalito para mi sigue sin aparecer...

Gritos traviesos de los chicos. Voz femenina quebrada de emoción retroactiva, un joven chiflo de sorpresa, aplausos...

¿Dónde anda perdido mi regalo...? Miro nuevamente de reojo, tal vez sobre alguna de las sillas o un rincón... Nada. Ahora se sientan a la mesa y brindan otra vez, sin siquiera darse cuenta de que me falta mi mi mi regalito.

Mejor me callo. No sea que destemple el ambiente, justo hoy que nos hemos abrazado con tanto empeño. Y mientras me callo, empiezo a oírme.

Escucharme quiero decir. Y verme. Qué increíble, me estoy viendo hace diez meses, cumpliendo aquel sueño amurado por décadas, y luego en el otoño en un bar, café obligado y amigo sincero. Y este julio, cuando el frío ni siquiera se sentía porque estaba llena de apasionadas palabras, todas dispuestas a salir en tropel aunque tuvieran gripe. Y qué decir del mes pasado cuando el balance dio haber de amistades francas, de presencias que se extrañan. Sigo sumando: sin duda escapar de un deseo paupérrimo, de vuelo anémico, fue buen obsequio, y mucho más acertado encontrar corazones sin aduana, para curar heridas que deja la traición.

Desde luego, no me quedé sin regalo. Ayer mismo, voces tibias, miradas luminosas. Recuerdos, escapadas por caminos de infancia, ecos. Y hoy, hoy temprano, cuando envolvía los paquetitos para los otros... Caramba. Tengo un paquetazo gigante con mi nombre, y yo ¡qué tonta!, buscándolo al pie del árbol...



***

miércoles, 21 de diciembre de 2016

CITA





Ando
desmemoriado de aurora,
sediento de lunas, ando.

Los pasos deshilvanados
de su imagen,
como un ciego
dando vueltas
a la ochava de su nombre.

Todo el mundo apenas es un mundo
a las andadas,
ir y venir de abajo a arriba
oliendo los rincones
donde su cuerpo anduvo.

Al fin, me salen los demonios de lazarillos:

Basta cerrar los ojos
para encontrarla.



Alejo Arazo


lunes, 19 de diciembre de 2016

Carlos Penelas: "El huésped y el olvido", nuevo libro de Carlos Pe...

Prologado por Marita Rodriguez-Cazaux, el último poemario del consagrado literato argentino-gallego Carlos Penelas 


Carlos Penelas: "El huésped y el olvido", nuevo libro de Carlos Pe...: Editorial Dunken tiene en prensa para 2017 un nuevo libro de Carlos Penelas. El mismo sello publicó, entre otros títulos, Antología personal...

viernes, 16 de diciembre de 2016

POÉTICA





VENDRÁ LA MUERTE Y TENDRÁ TUS OJOS



Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
-esta muerte que nos acompaña
de la mañana a la noche, insomne,
sorda, como un viejo remordimiento
o un vicio absurdo-. Tus ojos
serán una vana palabra,
un grito acallado, un silencio.
Así los ves cada mañana
cuando sola sobre ti misma te inclinas
en el espejo. Oh querida esperanza,
también ese día sabremos nosotros
que eres la vida y eres la nada.
Para todos tiene la muerte una mirada.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como abandonar un vicio,
como contemplar en el espejo
el resurgir de un rostro muerto,
como escuchar unos labios cerrados.
Mudos, descenderemos en el remolino. 




Cesare Pavese (Santo Stefano Belbo, 9 de septiembre de 1908 - Turín, 27 de agosto de 1950) fue un escritoritaliano, uno de los más importantes del siglo XX.

Este gran poeta y novelista italiano estudió filología inglesa en la universidad de Turín y, tras su licenciatura, se dedicó por completo a traducir a numerosos escritores norteamericanos, como Sherwood Anderson, Gertrude Stein, John Steinbeck y Ernest Hemingway, entre otros, así como a escribir crítica literaria que hoy se considera clásica. Al unirse con Giulio Einaudi y su amigo Leone Ginzburg, cofundadores de la editorial Einaudi en 1933, fue uno de los cimientos de esta famosa empresa cultural italiana desde 1937, en la que permaneció como editor decisivo hasta su muerte y en la que trabajó con un rigor reconocido hoy por todos (pues Leone murió torturado por los alemanes en 1944).

Sus primeros escritos fueron publicados aparentemente con el pseudónimo de Mârlon Zmôrda, un supuesto escritor esloveno, judío y anarquista, aunque esta hipótesis ha sido discutida en varias ocasiones. Posteriormente, sus escritos antifascistas, publicados en la revista La Cultura, lo condujeron a la cárcel en 1935, donde inicia sus primeras obras. Durante la II Guerra Mundial formó parte de la Resistencia antifascista como estudioso y pensador independiente aunque cercano a la izquierda italiana. Tras la guerra se incorporó al grupo editor su amiga escritora Natalia Ginzburg, mujer de su compañero de curso Leone. Durante toda su vida, Pavese tratará de vencer la soledad interior, que veía como una condena y una vocación. Se suicidó a los cuarenta y dos años de edad. Su gran amigo el escritor Davide Lajolo describió, en su libro El vicio absurdo, el malestar existencial que envolvió siempre su vida.

La narrativa de Pavese trata, por lo general, de conflictos de la vida contemporánea, entre ellos la búsqueda de la propia identidad, como en La luna y las fogatas (1950). Pavese (que vivía con una hermana) se suicidó en una habitación de hotel en Turín, después de haber recibido un premio literario por su libro El bello verano (1949). Su diario se publicó póstumamente, en 1952, bajo el título El oficio de vivir, y concluye con la frase anunciadora de su decisión personal.

En el año 1957, se creó un premio literario con su nombre para honrar su memoria.

Fue importante su obra como escritor, traductor y crítico, que además de la Antología americana que coordinó Elio Vittorini incluyó también la traducción de clásicos de la literatura, desde el Moby Dick de Melville en 1932 a obras de Dos Passos, Faulkner, Defoe, Joyce y Dickens.

Su actividad de crítico, en particular, contribuyó a crear un cierto mito de América, que repercutió en la narrativa italiana de posguerra. Mientras trabajaba en el sector editorial (para la editorial Einaudi), Pavese propuso a la cultura italiana escritos sobre temas diferentes, y anteriormente raramente abordados, como el idealismo y el marxismo, así como temas religiosos, etnológicos y psicológicos nuevos.
La vida en la obra[editar]

Pavese nació en Santo Stefano Belbo, donde su padre, procurador de tribunal en Turín, tenía una delegación. Estos son los lugares y las experiencias infantiles que mitificará el Pavese escritor.

En 1914 muere su padre, lo que le causa un primer trauma. Su madre, de hecho, compensará la ausencia del marido educando de modo bastante rígido a su hijo. Pavese cursa estudios secundarios en Turín con Augusto Monti, colaborador de Gobetti, narrador y pedagogo. Es su primer contacto con el mundo de los intelectuales y con personalidades como Leone Ginzburg, éste muy cercano siempre, Tullio Pinelli, Vittorio Foa (estudioso de los problemas políticos y sociales) y Norberto Bobbio.

Pero es en su época universitaria cuando Pavese se interesa por la literatura norteamericana; en esos años, alterna su trabajo de traductor con la enseñanza del inglés. Se licencia con una tesis sobre el poeta norteamericano Walt Whitman.

En 1935 es confinado por sus actividades antifascistas (de hecho, sólo había conservado unas cartas comprometedoras de una activista comunista de la que se había enamorado); tras este exilio publica un importante libro de versos que había empezado en 1928: Los poemas de Trabajar cansa (1936) fueron muy innovadores y, junto a sus obras narrativas, atraen todavía a un público muy amplio.

En ese mismo período, empieza la composición de El oficio de vivir, diario literario y existencial que seguirá escribiendo hasta el final de su vida. De vuelta de su confinamiento, Pavese descubre que la mujer a la que amaba se ha casado (lo que le ocasiona un segundo trauma); a partir de ese momento, Pavese se angustia, temeroso de que lo ya sucedido se pueda repetir. La angustiosa sensación del fracaso, lo acompañará hasta la muerte.

En 1938, su relación con la editorial Einaudi se estabiliza. En 1940 termina El bello verano (con el que obtendrá en 1950 el Premio Strega) e inicia Feria de agosto; en 1941, publica De tu tierra.

Llamado a filas, se le dispensa por el asma que padece. Desde el 8 de septiembre de 1943 hasta la liberación de Italia se refugia en primer lugar en casa de su hermana, y luego en un colegio de Somascos en Casale Monferrato, sin contacto con los acontecimientos que sacuden Italia, mientras muchos de sus amigos entran en la Resistencia. Narra estas experiencias en La casa en la colina (que escribe entre 1947 y 1948). En esta obra se pone de manifiesto el conflicto entre su elección y la de sus amigos, muchos de los cuales murieron. Al terminar la guerra, sin embargo, quizá para compensar su anterior elección, Pavese entra en el Partido Comunista Italiano por sugerencia de una amiga.

El desengaño amoroso que sufre tras la ruptura de su relación sentimental con la actriz norteamericana Constance Dowling - a la que dedica sus últimos versos Vendrá la muerte y tendrá tus ojos - y su malestar existencial lo llevan al suicidio el 26 de agosto de 1950, en Turín.






Versión del poema: Carles José i Solsora

POÉTICA



DISCORDANCIA






Cantaba el pájaro triste
la libertad de su vuelo
y el vuelo libre sentía
no ser pájaro ni cielo
mientras el cielo quería
no ser cielo sino alas
y trinar le apetecía
y el trinar soñaba el viento
que en aurora amanecía
y la aurora los secretos
que las alas descubrían
y la brisa aquel lamento
del trino que se afligía
sobre la rama de un pino
que rosa de abril pedía
y la rosa en un suspiro
marchitada de agonía
en su cárcel de perfumes
rosa bella aborrecía
por no ser ave ni trino.


Vuelo, rama, cielo, alas,
rosa, aurora, brisa, pino,
luz, tristeza, trino, día,
árbol, pájaro, destino.



M.R.-C.
Pasos desnudos (2105)

EFRAÍN HUERTA




ELEGÍA DE LA ROSA BLANCA





Fuiste cuando el silencio era una voz de llovizna, 
cuando sabias corolas daban el equilibrio al corazón de junio 
y claras lunas tibias como pequeñas ruedas 
llevaron al abismo los insomnios por turbios 
y los deseos por vivos y angustiados. 
Indelicada rosa blanca. 
Desesperada rosa tierna. 
Dueña del infinito y precursora de la contemplación y el tedio. 
Rosa blanca: viviste puramente, 
como apasionada y cansada frialdad, 
como alba derrotista. 
Eras como un dolor inmóvil 
pero ceñido de ansias. 
Te guardaba en mis manos creyéndote un silencio de nieve. 
Eras torre y sirena. 
Eras madera blanca o brisa. 
Eras estrella distraída. 
En las noches parecías una selva despierta, 
muy mojada. Y al día 
siguiente eras perla gigante 
o tremenda montaña 
o cristalina y rauda flor del tiempo. 
Yo te seguía con furia y esperanza.

Vivo dueño de nada con tu muerte.
Vivo como una astilla de tristeza.





Efraín Huerta (18 de junio de 1914 Silao, Guanajuato – 3 de febrero de 1982 Ciudad de México, México)
Poeta y periodista mexicano. Nacido y criado en el estado de Guanajuato, se mudó a la capital de México para iniciar su carrera en el arte. Incapaz de ingresar a la Academia de San Carlos, entró a la Escuela Nacional Preparatoria, donde conoció a diversos escritores como Rafael Solana, Carmen Toscano y Octavio Paz
Se dedicó a escribir poesía desde una edad temprana, aunque inicialmente pretendía recibirse como abogado; no obstante, cuando se publicó su primer libro de poesía, se dedicó a la escritura completamente.
Como poeta, Huerta, publicó con frecuencia desde 1930 hasta 1980; por otro lado, como periodista colaboró con alrededor de veinte periódicos y revistas, algunos bajo su nombre y otros bajo sus seudónimos. 
Como comunista fue políticamente activo, y fuerte partidario de Stalin, su ideología permeaba en su obra. Por otro lado, fue parte del Taller Generación de Poetas Mexicanos, a pesar de que su estilo era distinto al de los otros integrantes del grupo. Cerca del término de su carrera, su trabajo se desarrolló, en un estilo bastante coloquial, incluyendo que éste, se concentrara en la Ciudad de México, así, creó una nueva tendencia llamada "Poemínino".


Fuente Internet.

martes, 13 de diciembre de 2016

PROGRAMA PSICOPOESÍA

Invitado por Psicopoesía de Graciela Mosquera y Carlos Norberto Carbone

Umbral Literario San Telmo

Marita Rodríguez-Cazaux
David Antonio Sorbille
Osvaldo Víctor Fernández



lunes, 12 de diciembre de 2016

PsicoPoesía MARTES 13 - BUENA SUERTE


GRUPO UMBRAL LITERARIO SAN TELMO INVITADO A PSICOPOESÍA 
PROGRAMA RADIAL DE GRACIELA MOSQUERA Y CARLOS NORBERTO CARBONE.



domingo, 11 de diciembre de 2016

CARMEN CONDE







Gracia

Van a cantar las aves. Lo siento en mis costados.
Porque me tiemblan alas que nunca vi crecer.
Y súbitos los árboles sacuden sus mensajes
para que yo los coja y lleve por el viento.

Van a brotar más fuertes. Escucho que la tierra
desliza por mis plantas sus tibias humedades;
y un arroyo no nace si una mujer no quiere
que le ciña las piernas con su lienzo delgado.

Sé que vienen jardines. Sé que brincan corceles.
Aprender todo eso me ha costado la vida.
Y os la dejo en el mármol, por si alguno la hallara
y quisiera saber cómo se olvida tanto.





Carmen Conde Abellán (Cartagena, 15 de agosto de 1907-Madrid, 8 de enero de 1996) fue una narradora, poetisa, ensayista y maestra española
Considerada una de las voces más significativas de la generación poética del 27. 
Fue la primera académica de número de la Real Academia Española, pronunciando su discurso de entrada en 1979.
En 1931 fundó, junto con Antonio Oliver Belmás, la primera Universidad Popular de Cartagena.



A los seis años se trasladó con su familia a Melilla, donde vivió hasta 1920. Las memorias de esta época están recogidas en Empezando la vida. 
En 1923, aprobó unas oposiciones para Auxiliar de la Sala de Delineación de la Sociedad Española de Construcción Naval y empezó a trabajar, iniciando su colaboración con la prensa local un año más tarde. A los 19 años comenzó Magisterio en la Escuela Normal de Maestras de Murcia.
Un año después, en 1927, conoció al poeta Antonio Oliver Belmás y formalizaron sus relaciones. 
Ella publica en Ley: (entregas de capricho), y en 1928 en Obra en marcha: diario poético, las minoritarias revistas de Juan Ramón Jiménez. En 1929 escribe su cuarta obra, Brocal, terminando sus estudios de Magisterio en la Escuela Normal de Albacete el año 1930. Un año más tarde, el 5 de diciembre de 1931 se casan para participar en la puesta en marcha de la primera Universidad Popular de Cartagena. En 1933, auxiliados por el Patronato de Misiones Pedagógicas, ambos fundan la revista Presencia, órgano de la Universidad Popular (que como tal institución contaba con biblioteca de adultos, biblioteca infantil, cine educativo, conferencias, excursiones, exposiciones de arte, etc.). En ese periodo, Carmen trabajó también como maestra en la Escuela Nacional de Párvulos de El Retén.
En 1934 publicó Júbilos, prologado por Gabriela Mistral e ilustrado por Norah Borges. Trabaja como Inspectora-Celadora de Estudios del Orfanato de El Pardo, hasta que dimite en 1935. En este año, los esposos colaboran con periódicos nacionales, como El Sol, y también con publicaciones seriadas hispanoamericanas.
En 1936 la autora conoce a Amanda Junquera, esposa del catedrático de Historia Española Cayetano Alcázar Molina, con la que mantendrá una relación amorosa homosexual según ha afirmado, entre otros, 
José Luis Ferris en la biografía que escribió sobre la escritora: Carmen Conde: vida pasión y verso de una escritora olvidada. El investigador llega afirmar que tanto la vida como la obra de la poeta «se van a ver definidas por esa batalla interior que Carmen hubo de librar hasta el final de sus días, una lucha íntima, secreta acaso, entre las sombras del pasado y el presente junto a Amanda Junquera».

Al estallar la Guerra Civil, Oliver se une al ejército republicano al frente de la Emisora Radio Frente Popular n.° 2. Carmen Conde le sigue por varias ciudades de Andalucía, pero regresa a Cartagena para cuidar de su madre. 
El estallido de la Guerra hace que, en julio de 1936, renunciaran al proyecto de acudir a la invitación de Gabriela Mistral (entonces Cónsul de Chile en Lisboa), antes de viajar a Francia y Bélgica para estudiar las instituciones de cultura popular en aquellos países, para lo que Conde había obtenido una pensión. También en la Facultad de Letras de Valencia sigue cursos y aprueba oposiciones a Bibliotecas, aunque no llega a ejercer. Al acabar la guerra, Oliver vive recluido en Murcia en casa de su hermana; Carmen Conde se instala en El Escorial en casa de unos amigos, los Alcázar. Para comunicarse con su marido se vale de su amigo José Ballester Nicolás, director de La Verdad y funcionario de Correos.
La década de 1940 fue literariamente muy productiva para ambos; ella utiliza como seudónimos Magdalena Noguera, Florentina del Mar y otros. Imparten cursos para extranjeros, pronuncian conferencias.
En 1941, Carmen Conde se instala en la calle Wellingtonia de Madrid, en un inmueble propiedad de Vicente Aleixandre, que reside en la planta baja. Desde 1944 hasta 1951, colabora en Radio Nacional de España. Por fin, el matrimonio puede reunirse en 1945, residiendo en la Pensión Valls de la madrileña calle Goya, junto con la madre de Conde, hasta que en 1949 pasan a vivir en el que será el domicilio familiar, en la calle Ferraz
Conde se encarga de la asesoría literaria de la Editorial Alhambra, colabora en la Sección Bibliográfica del CSIC y en la Sección de Publicaciones de la Universidad Central de Madrid. Estos años publica algunas de sus obras poéticas más importantes: Ansia de la Gracia, Mujer sin Edén, Mientras los hombres mueren (que expresa en palabras de la autora "el profundo desconsuelo que siente una mujer ante los inescrutables designios que permiten el horror donde vivía confiada la sonrisa")
En el año 1956, el matrimonio gestiona la cesión al Ministerio de Educación Nacional del archivo de Rubén Darío, que estaba en poder de su última compañera, Francisca Sánchez.
El 28 de julio de 1968 muere Antonio Oliver, promocionando su esposa tres años más tarde la edición de las obras completas de su marido. En el año 1978 es elegida académica de número de la Real Academia de la Lengua, ocupando el sillón "k", pronunciando el 28 de enero de 1979 el discurso de ingreso en la Academia, Poesía ante el tiempo y la inmortalidad.
A partir del año 1982 y a pesar de la continuidad en su labor creadora, comienzan a manifestársele los primeros síntomas del Alzheimer. Aun así, no deja de conceder entrevistas, participar en programas de radio, etc. 
En 1987 recibe el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil por Canciones de nana y desvelo. Es importante su labor en la literatura infantil y juvenil (como dramaturga, poeta y narradora); fue una pionera en este campo al estrenar obras de teatro infantiles en TVE, la radio y dirigir revistas para niños.
En los últimos años de su vida, entre 1992 y 1996, vivía en una residencia en Majadahonda (Madrid). En septiembre de 1992 redacta su testamento legando al Ayuntamiento de Cartagena, su ciudad natal, la totalidad de su obra literaria y la de su marido. Los mandatarios de la escritora, en virtud del poder otorgado por la misma, formalizan un convenio que regula la donación de este legado cultural, cuyo texto definitivo se aprueba en 1994. Con la misión de velar por el buen funcionamiento y cumplimiento de los fines de la donación, así como el fomento de las personalidades de Carmen Conde y Antonio Oliver y sus obras, el Ayuntamiento de Cartagena se compromete en este Convenio a crear el Patronato Municipal Carmen Conde-Antonio Oliver, que se constituye en 1995; este mismo año se inaugura el Museo.

Con su fallecimiento y tras la muerte de Elena Quiroga, la Real Academia de la Lengua (RAE) se quedo sin mujeres hasta que Ana María Matute ocupara su mismo sillón en 1998.



Fuente e imagen: Internet

jueves, 8 de diciembre de 2016

POÉTICA





CANTO 15

Por la ventana entra un gran cielo.
A mi costado,
en el doblez de la sábana,
se arruga un hilo de bruma.
Sobre él,
paso los dedos como si acariciara
el estertor de una llaga.


M.R.-C.
Inéditos

POÉTICA








Canto 20

Pagué moneda de dolor profundo
al barquero que por el río lleva al último viaje.

Nos entendimos con un gesto.
La palabra más genuina es la que callamos.

Aún oigo el tintineo del metal
y el golpe sobre el agua.



M.R.-C.
Inéditos

domingo, 4 de diciembre de 2016

POÉTICA



Jalaluddin Rumi*

Fragmento


[...] Excepto el amor intenso, excepto el amor,
no tengo otro trabajo;
Salvo el amor tierno, salvo el amor tierno,
no siembro otra semilla.
Todo he paladeado. Nada hallé mejor que Tú.
Cuando me zambullí en el mar, no hallé perla como Tú.
Abrí todos los toneles, he paladeado de mil vasijas,
Mas ninguno excepto aquel rebelde vino tuyo
tocó mis labios e inspiró mi corazón.

Esas palabras tiernas que nos decimos uno al otro
están guardadas en el corazón secreto del paraíso.
Un día como la lluvia, ellas caerán y mojarán todo y
su misterio crecerá verde sobre el mundo.

Cuando estoy contigo, estamos despiertos toda la noche
Cuando no estás, no puedo dormir
¡ Que Dios bendiga estos dos insomnios !
y la diferencia entre ellos.
Solía ser tímido.
Tú me hiciste cantar.
[...]


* Yalāl ad-Dīn Muhammad Rūmī, (1207-1273)

También es conocido como Rumí, que significa «originario de la Anatolia romana» ya que la Anatolia era denominada por los turcos selyúcidas como la «tierra de Rum (los romanos)», en referencia al Imperio Romano de Oriente más conocido como Imperio bizantino.


La importancia de Rumí trasciende lo puramente nacional y étnico. A través de los siglos ha tenido una significativa influencia en la literatura persa, urdú y turca. Sus poemas son diariamente leídos en los países de habla persa como Irán, Afganistán y Tayikistán y han sido ampliamente traducidos a varios idiomas alrededor del mundo.

POÉTICA

AYN AL-QOZAT HAMADANI (1098) Filósofo y místico, ejecutado en Bagdad a los 33 años de edad por el cargo de herejía.


HARÉN PROHIBIDO


Sí, débiles, mis piernas
No corren detrás tuyo, nunca pienses
Que es porque mi corazón no está atrapado
En tu amor;
No me retengo
A causa
De no ser tu cliente-
Sino
Que a mi ojo le está prohibido
El harén
De tu Visión.

POÉTICA



Ibn Suhayd (Córdoba +992) Poeta.


Cuando, llena de su embriaguez, se durmió,
y se durmieron los ojos de la ronda,
me acerqué a ella tímidamente,
como el amigo que busca el contacto furtivo con disimulo.
Me arrastré hacia ella insensiblemente como el sueño;
me elevé hacia ella dulcemente como el aliento.
Besé el blanco brillante de su cuello;
apuré el rojo vivo de su boca.
Y pasé con ella deliciosamente,
hasta que sonrieron las tinieblas,
mostrando los blancos dientes de la aurora.

POÉTICA



Omar Khayyam* (1048-1131 datos Internet, en otros textos 1050-1022) Poeta persa.


La rueda de los cielos rauda gira
aun después de mi muerte y de la tuya;
y porque nuestra pena no concluya,
contra tu alma y mi alma ella conspira.

Ven sobre el verde césped, dulce Amor,
reposa en mí tu frente pensativa;
sólo nos resta una hora fugitiva
de descansar sobre esta hierba en flor.

Después... vendrá otra hierba aún más fresca
del suelo que de amor se fertiliza,
cuando de tu ceniza y mi ceniza
la nueva savia en su eclosión florezca.


* Ghiyath al-Din Abu l-Fath Omar ibn Ibrahim Jayyam Nishapurí, matemático, astrónomo y poeta persa. Su nombre suele encontrarse también escrito de acuerdo con la transcripción inglesa, Omar Khayyam. Igualmente, puede aparecer la versión árabe, Omar al-Jayyam u Omar ibn al-Jayyam.

Se supone que era descendiente de "fabricante de tiendas" como indica la traducción de su apellido.

sábado, 3 de diciembre de 2016

NARRATIVA




BAILE

Por Julio M. Scarinci *

Sube el telón al mismo tiempo que comienza la música.
 Siete compases. Los voy contando. Mi cuerpo inmóvil  aguarda.
 La posición ayuda a que pueda mirar a los espectadores, pero no los veo. Ellos sí.
Siete. Escucho la música y comienzo a moverme. Cierro los ojos. Me contraigo. La música me alcanza y  acaricia mi piel, la esquivo, pero sigue sin tocarme, se adelanta, espera. Ya no resisto, me dejo alcanzar y… se produce el encuentro. Dibujo con mis movimientos y pinto con el color de mi piel. Me quedo inmóvil. La música hace que  mi cuerpo se mueva. Me hamaco. Se  clava en mí y recorre mis venas. Me sacudo, extiendo los brazos hacia adelante; ahora  envuelve mi torso desnudo y me acuna. La dejo. Siento su abandono y la persigo. Se detiene dos silencios y se deja alcanzar. Nos abrazamos, giramos, nos separamos, extiendo los brazos en un salto,  tenso mis músculos y corremos. Nos encontramos. Calla.. La quietud  recorre todo mi ser, la música me vuelve a rodear y se desliza por mi espalda, acaricia mi nuca, inclino la cabeza. Me vuelve a dejar. Desde lejos  mide mi actitud; me enlaza el cuello. Le ofrezco mis manos y mis brazos. Se mece en ellos. Me contraigo, me acompaña, se retuerce, la acompaño y… despego.  Sostiene con suavidad mi salto y me lanza,  recibe mi cuerpo, me lleva, corremos juntos y nos elevamos. Descendemos, descendemos, nos detenemos.
Silencio. Uno, dos, tres.
Soy huracán, brisa, mar, estatua, granito.
La gente me mira. No veo. Un cerrado aplauso premia mi entrega.
Cae el telón. No veo. Una nube me va envolviendo y la paz me invade.
Camino lentamente hacia mi camarín temblando con placer por la felicidad que encontré en el escenario. Me siento frente al espejo. Con una toalla seco mi rostro y corre por mi mente todo lo vivido. Cierro los ojos y descanso. Cuando los abro me doy cuenta que ha pasado el tiempo. No sé cuanto, pero estoy solo.  Abro la ducha y siento el agua que recorre mi cuello, mi espalda y lentamente va deslizándose por todo mi cuerpo envolviéndome sensualmente como las caricias de cien manos. Escucho el golpeteo de las gotas sobre el metal de la canilla como una sinfonía que me invita al último baile. Termino. Me visto, apago la luz y camino hacia la salida pasando por el escenario. Me detengo, la sala está vacía. Sólo una luz testigo permite adivinar entre las sombras, los palcos, las butacas y los ornamentos, cuando desde uno de los palcos, me atraen unos ojos que brillan en la oscuridad. Un suspiro atraviesa mi pecho, y presiento quién es la que noche a noche asiste a mi espectáculo como si aguardara agazapada un momento especial para encontrarnos.
Me acerco y le digo:
        Veo un hilo de vida en el mar del bosque.
        Al fin lo encontraste, pero lo sepultaste apresuradamente antes que el escorpión lo incorpore a su izquierda.
         El sol estalla y me cachetea con dulzura. Quiero compartirlo con el niño que con su llanto asoma del hueco de un caracol gris, mientras una bota rompe una hoja en las nubes.
        Es fraude.
        ¿O es delirio? ¿No ves el camino que entra a la roca que humea sangre?
        Es fraude.
        Humea vida. Explota la roca y aparece un obispo comiendo el ojo de un pescado.
        Es fraude, porque tus manos tocaron cuando ya las dejó el tacto.
        Todo parece tan absurdo como una píldora violeta, pero con el delirio absurdo de éste fraude, podríamos encender un fósforo bajo el agua.
        Es fraude. Podrías si bajaras sin prontuario, sin abuelos, como piel de frío, de risa, de hippie. Esa  imagen rueda hasta la vereda, quiere gritar pero se ahoga en un pozo de risa.
        Intentemos salir del pozo mordiendo las paredes, que vas a encontrar tres pares, tres vidas, tres mundos, un espejo. Un camino.
        Encontrás poco, hay mil pares, mil vidas, mil mundos, mil espejos y un coraje.
        La noche corcovea y parece darte la espalda. Abrirse es el camino. Encima de la roca hay una pecera con una sonrisa adentro. Hagamos explotar la roca sin derramar la sonrisa.
        Fraude.
        Lady Godiva cabalga la sorpresa. Todos los intentos tratan de alcanzar el canto universal. Quizá se encuentre en cada uno y para cada uno sea diferente. Pero no discutamos más, hace varias noches que te veía en la oscuridad y siempre desaparecías, el fraude resultastes vos.
        Quise dejar que terminaras tu última función, eres mi mejor cliente. Hoy, te vienes conmigo.

Bs.Aires. 3 diciembre/2016


*Tallerista Biblioteca Carlos Sanchez Viamonte.
Coordinador del taller literario Carlos Penelas


viernes, 2 de diciembre de 2016

PRESENTACIONES DE LIBROS



Tapa y contratapa con los nombres de los 17 autores



Signos, Antología comunitaria.

Editada por Ser Seres

Presentación viernes 2 de diciembre, a las 20:00 La Gradisca (Giuffra 339, San Telmo)

jueves, 1 de diciembre de 2016

PRESENTACIONES DE LIBROS





Se presentó en el salón de Editorial Dunken, 
“FERTILIDAD Y REPRODUCCIÓN ASISTIDA, Aspectos psicológicos”, 
de la Licenciada Beatriz Esposito.



Con prólogos del Dr. Marcelo Marmonti y del Dr. Alejandro F. Collia, el libro aborda la problemática de la prestación médica sobre el proceso que adelanta el título, desde varias miradas, aportando cuadros de estadística e ilustraciones, testimonios precisos y el impacto de la política pública y la inclusión social en un tema tan sensible como la paternidad, algo que fue posible debido a la ley Provincial de Fertilización Asistida, vigente desde el 3 de enero del año 2011.

En la Introducción al libro, la Autora manifiesta su pasión por investigar detenida y fehacientemente cada uno de los pasos y propósitos para acompañar un proceso íntimo y primordial como es la paternidad en las parejas que llevan adelante la reproducción asistida.

Se encontraban en el auditorio varios matrimonios que manifestaron haber gozado de contención sicológica y compromiso en el caso particular del nacimiento de sus hijos, dando testimonio del equilibrio y el afecto recibido de la Lic. Beatriz Esposito en todo el proceso del tratamiento hasta el nacimiento de sus hijos.

Como sucediera con su anterior obra “Stress en médicos” (Editorial Dunken - 2015), Beatriz Esposito vuelve a demostrar cabal solvencia profesional y un esmerado manejo de la palabra escrita, logrando un estilo clarificador en cada tema abordado, ejemplificando con estadísticas y censos avalados los estudios e investigaciones realizados sobre el tema.

“FERTILIDAD Y REPRODUCCIÓN ASISTIDA – Aspectos Psicológicos”, es un libro predispuesto a fructífera lectura y concientización social, sumados a un aporte de mérito científico bajo el prestigio de la carrera de Beatriz Esposito.

En un clima de emotivo y sincero agradecimiento en torno a la presencia constante, calidad humana e intervención adecuada en cada caso puntual de la Lic. Esposito, la presentación tuvo además del brindis de feliz celebración, las risas y travesuras de los chiquitos presentes. Motivo más que suficiente para volver a los versos de Miguel Hernández, “Menos tu vientre todo es oscuro/Menos tu vientre, claro y profundo”.

                                                                                                Marita Rodriguez-Cazaux









La autora, Lic. Beatriz Esposito y Marita Rodriguez-Cazaux


Lic. Beatriz Exposito