martes, 26 de noviembre de 2013

ANTOLOGÍA POÉTICA



                                                       AL  RAS  DEL TRINO


                                                           Prólogo

                                                                                    Por Marita Rodríguez-Cazaux

         Me llevó a preferir este título, la gigante infinitud del vuelo que rasa la atmósfera de las obras que componen este poemario y que rememora aquella deliciosa descripción del aleteo del amor, "L'amour est un oiseau rebelle"; famosa Habanera que entona Carmen, en la ópera de igual nombre, el tibio aleteo que producen los compases y la voz, la musicalidad del trino del ave, apenas posado, inquieto y rebelde, envolviéndolo todo.
        Sin duda, al encuentro con este latir sobre un espacio hondo, acrisolado, acude la inspiración de tantos autores nóveles que integran esta poética, y es de celebrar que sus obras rasen tan acompasadamente la altura justa del universo interior, la sutilísima presencia mínima sobre un máximo cosmos.
       Para este mágico instante que engendra poesía, son válidos los numerosos recursos literarios de moderna visión y los versos de  clásica métrica; la prosa poética emanada como fluir de conciencia o proyectada en armado impecable, la dureza de la metáfora, la áspera realidad o la transparencia de un silogismo, lo etéreo, lo lúdico, lo carnal. Todo es válido para llegar al gozo, al regocijo que contagia un bello trabajo poético.
      Sería también oportuno detenerse en el secreto que orienta este vuelo sin torpeza de elevación o de descenso, y llamarlo, sin lugar a dudas, “oficio de poeta”.
      El oficio como artesanía, como ceremonia de trabajo, con perseverancia de hortelano en propia  huerta. Cultivar la palabra y trabajar sobre ella, para que logre despertar el gozo, el temor, la inquietud, la dicha, la pasión. Para que alcance los sentimientos de cientos que la encuentren a su paso y, que a través de ese contacto habrán de tentarse en ahondar  preguntas y respuestas sin fronteras.
      Al fin, el afán  imprescindible que hace que el hombre y la mujer  manifiesten su propia voz para contener multiplicidad de voces y transiten sus caminos más encerrados para libertar cientos de pasos. Entren y salgan de sus sombras entre tantas sombras como pueblan las dimensiones reales e imaginarias. Bajen a tapiados pozos en rescate de submundos que piden respirar el aire del pájaro libre.
     Ese escenario deslumbrante late encerrado en este fantástico poemario y a sus talentosos autores, se adeudará pues, la acústica del trino gigante de todas las aves que rasan las fronteras humanas.
     
                                                                                  
EDITORIAL DUNKEN
Ayacucho 357 - CABA

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