viernes, 29 de noviembre de 2019

ESCRITORAS ARGENTINAS


PAULINA VINDERMAN





Sobrexposición



Y es allí, en ese pasto suave
de la obsesión a punto de revelarse,
donde el sonido y la furia del mundo
se atenúan
(tanto como costó acomodar el dolor:
un territorio chico
con un arroyo seco y un caballo)

Y es tan delgada la luz, la diferencia,
que puede oírse el golpe de la muerte
del amor,
mucho antes que los cuerpos se
separen, se bañen
y vayan hacia la vida bajo una luna despareja.

Como un barco en la noche
y la imaginación
que abandona la partida.




Black Mask


En la novela negra
ella no se enamoraría del asesino,
sería la torva ingenua bailarina de cabaret
o la dulce —nada ingenua—
muñeca con ojos como ciervos, pelo
para agitar en el viento entre las acacias.

En la novela negra
no podría jamás cruzar la línea,
bajo su respiración
estarían los muros amarillos,
la seducción de un héroe al que abrazar.


Y ya no importaría la tensión del poema
o de su espalda
soportando el mundo.


En la novela negra ella no tendría esta asfixia,
este estribillo que envejece
a medida que come de su pan
y abre los brazos en la oscuridad
en un escándalo incumplido.

Si algo la habita
es la memoria de un puerto insignificante
y caluroso
donde la muerte no es un estallido
sino una conversación, una clara evidencia.




La cita


A la memoria de Ana Calabrese



Íbamos a tomar el vino del atardecer
sentadas en el piso,
a desplegar el dolor y los amores literarios
como un mantel: algunos agujeros y colores seguros.
Dos mujeres expulsadas del idioma, de la fiesta,
de una terca latitud.

Íbamos a dejar que el río nos invada
(todos tus amigos me hablaron más del río
que de tu desesperación)
Trocitos de corcho, historias de algún tío
obsesionado por la libertad del espíritu, restos
de un ángel pintado sobre una percha de madera.

Tu suicidio anunciado los refugió en el bosque
(a ellos, los lobos, los amigos),
los vació de palabras.

Extraña flor de sombras chinas en la pared,
te convertiste en una voz y un silencio contra un río.

Un poema condenado a una caja inasible.




Mi hija escribe desde Londres


Mi hija escribe desde Londres:
La Tate Gallery sigue en su lugar,
su corazón de diamante sigue en su lugar.
Los leones de piedra
la vieron dibujar el plano del subte
con los marcadores rojos
y la fé absoluta de sus pies.
Arañitas de oro,
me dicen lo que sé:
no necesita de mis poemas ni mis lobos.
Ella puede cruzar todos los fosos,
elegir la distancia entre la voracidad
y el miedo.
Ella puede dormir con la muerte inclinada,
ella puede dormir.


Y no encontrar las marcas de mis murallas
o mis furias prometidas
(no sé qué tiempo hace, no sé si vive el griego
todavía) en Kensington Place.





La muerte de la imaginación


Lo que más temo es la muerte de la imaginación”
Sylvia Plat



El corazón no tiene quien le escriba,
nadie se atreve a cruzar la noche remando
en la intemperie
(nadie se ve)
Y si no fue más que un amor negro, susurrante
que nada da,
el viaje más lejano fue el de mi cabeza
hacia su hombro
(el más inútil)

La rama golpea en la terraza
pero es solamente oscura. El miedo
se sienta a comer un pastel en la cocina
(y dice que es real)

¿Alguien pudo tocar a la desesperación?

Terciopelo, papel de diario, una lata oxidada,
no hay vacuna contra las superficies.

El mundo es un hueco tapado con barniz
(y no respira.)



La confianza de la noche



Quiero la confianza de la noche para mi lápiz.
Por eso espero.
La falta de luz convertida en algo concedido,
no arrebatado.
¿Cómo llegar, sino, a lo que no está aquí?
El pasado (mi segundo corazón),
los jardines de locura, las flores de trapo
contra el sol del desierto.
La nostalgia enfermiza del lugar donde
jamás estuve.
Y la seguridad, ese falso dios al que nunca
sacrifìqué nada.




Buenos Aires (1944)
Graduada de  Bioquímica de la UBA, actividad que ejerció durante algunos años, es poeta, escritora y traductora.
Participó en festivales internacionales de poesía como el de Granada (2013) o el de Medellín.
Ha sido incluida en numerosas antologías y muchos de sus poemas han sido traducidos al inglés, al italiano y al alemán.​
Colaboró en publicaciones de Buenos Aires e Hispanoamérica con poemas, artículos y reseñas literarias, entre ellas La Nación, La Prensa, Clarín, "Diario de Poesía" o "Intramuros".
Publicó desde 1998 hasta 2008 en Feminaria, una revista de teoría feminista, entre las hispanoamericanas El Espectador, (Colombia), Hora de Poesía (España), Babel (Venezuela) o Hispamérica (USA)
Participó del ciclo de talleres "La Pluma y la Palabra", organizado por la Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina, con el tema Poesía (07/07/06).​
Tradujo al castellano a John Oliver Simon (Berkeley, USA), a Emily Dickinson, a Michael Ondaatje,​ a Sylvia Plath, (Tulipanes, Universidad de Nuevo León, México) y a James Merrill.​


Obra

Cuaderno de dibujo (1ª edición). Alción Editora. 2016.
Ciruelo (1ª edición). Alción Editora. 2014.
Rojo junio y otros poemas (1ª edición). Ruinas Circulares. 2013.
La epigrafista (1ª edición). Hilos Editora. 2012.
Bote negro (1ª edición). Alción Editora. 2010.
El vino del atardecer (1ª edición). El Suri Porfiado Ediciones. 2008.
Hospital de veteranos (1ª edición). Alción Editora. 2006.
El muelle (1ª edición). Alción Editora. 2003.
Cónsul honoraria, antología personal (1ª edición). Vinciguerra. 2003.
Bulgaria (1ª edición). Libros de Alejandría. 1998.
Escalera de incendio (1ª edición). Último Reino. 1994.
Rojo junio (1ª edición). Literatura Americana Reunida - L.A.R. Ediciones. 1988. I
La balada de Cordelia (1ª edición). Fundación Argentina para la Poesía. 1984. I
La mirada de los héroes (1ª edición). Ediciones Botella al Mar S.R.L. 1982.

Premios y distinciones

Tercero y Segundo Premio Municipal Ciudad de Buenos Aires (bienios 88-89 y 98-99 respectivamente)
Premio Nacional Regional de la Secretaría de Cultura de la Nación (cuatrienio 93-96).
Premio Letras de Oro 2002 de la Fundación Honorarte
Primer Premio Municipal Ciudad de Buenos Aires (bienio 2002-2003)
Premio Literario de la  Academia Argentina de Letras, género Poesía, 2004-2006.​
Premios Fondo Nacional de las Artes 2002 y 2005.​
Premio Anillo del Arte a mujeres notables 2006.
Premio Citta' di Cremona 2006.
Premio Municipal de Poesía 2007.​

POETAS ESTADOUNIDENSES


ELIZABETH  BISHOP 





INSOMNIO

La luna en el espejo del buró,
a un millón de kilómetros, se mira
(con orgullo, tal vez, pero nunca
nunca, esboza una sonrisa)
está mucho más allá del sueño, o
tal vez ella duerma de día.
Si el universo la abandonara,
lo mandaría al demonio
y encontraría un curso de agua,
o un espejo, donde morar;
así que envolvé el asunto en una telaraña
y arrojalo a un pozo
a ese mundo a la inversa
donde la izquierda está siempre a la derecha,
donde la sombra en realidad es el cuerpo,
donde toda la noche están despiertos,
donde playo es el cielo, como acá
hondo es el mar, y vos me amás.


ANÁFORA

Cada día empieza con tanta
ceremonia, con pájaros, campanas,
el silbato de una fábrica;
a cielos de un oro tan blanco se abren
nuestros ojos, a paredes tan brillantes,
que por momentos nos preguntamos
“¿De dónde viene la música, la energía?
Y el día ¿para qué criatura inefable se creó,
que seguro perdimos?” Ah, sin demora
aparece él y al instante asume su forma
terrena, al instante cae
víctima de la vieja conspiración
adquiere la memoria y una fatiga
mortal mortal.
Más lento, entra en el campo visual
y se derrama sobre las caras moteadas,
oscureciéndose, condensando toda su luz;
a pesar de todo el sueño
malgastado en él con esa mirada,
padece nuestros usos y abusos,
se hunde en la marea de los cuerpos,
se hunde en la marea de las clases
rumbo a la noche, al mendigo de la plaza
que, agotado, sin lámpara ni libro
prepara estudios fantásticos:
el fenómeno ardiente
de cada día de inacabable
inacabable aceptación.

CASABIANCA

Amor es el chico parado en la cubierta en llamas
tratando de recitar “El chico parado en
la cubierta en llamas”. Amor es la declamación
tartamuda del hijo que mira de pie
mientras el pobre barco incendiado se hunde.
Amor es el chico obstinado, el barco,
hasta los marineros que nadan y bien
quisieran tener unas gradas en la escuela
o una excusa para haberse quedado
en el muelle. Y amor es el chico en llamas.


PELEA

Los días, que no pueden acercarte
o no quieren
y la distancia, que trata de parecer
más obstinada,
pelean, pelean, pelean conmigo
continuamente
sin probarte menos querido ni menos deseado.
Distancia: ¿Te acordás, toda esa tierra
abajo del avión;
esa costa
de playas borrosas enterradas en la arena
estrechándose indistinguibles
todo el camino,
todo el camino hasta donde mis argumentos se terminan?
Días: Y pensá
en ese caos de instrumentos,
todos para causar un efecto:
anular la experiencia del otro,
eran como un
calendario abominable
“Saludos de Por siempre & Jamás S.A.”
El sonido intimidante
de estas voces
que tenemos que encontrar por separado
puede y va a ser vencido:
Los Días y la Distancia se desbocaron otra vez
y se alejaron
ambos para bien de un campo de batalla manso.



CHEMIN DE FER

Sola por las vías del tren
caminaba con el corazón batiente.
Tal vez estaban demasiado juntos
o muy separados los durmientes.
El escenario, empobrecido:
una mata de pinos y el roble; más allá
de su fronda, mezcla de gris y verde,
vi el pequeño estanque
como una lágrima antigua
donde vive, sucio, el ermitaño,
lúcidamente aferrado
a sus heridas año tras año.
El ermitaño disparó su escopeta
y el árbol junto a la cabaña se agitó.
sobre el estanque se esparcieron ondas
y la gallina voló haciendo clo-cló.
“¡Hay que poner en marcha al amor!”
gritó el viejo ermitaño.
Un eco, desde el fondo del estanque,
trató y trató de darle la razón.


UN ARTE

No es difícil dominar el arte de perder
tantas cosas acaban por perderse
y esa pérdida no es una catástrofe.
Hay que perder algo todos los días. Aceptar el
fastidio de las llaves perdidas, las horas malgastadas.
No es difícil dominar el arte de perder.
Después, practicar perder más y mejor:
lugares y nombres, dónde era que ibas.
Vas a ver, nada de eso es una catástrofe.
Perdí el reloj de mi madre. La última o
anteúltima de tres casas que amé. ¿Y ves?,
no es difícil dominar el arte de perder.
Perdí dos ciudades entrañables. Y más,
algunos reinos que tuve, dos ríos, un continente.
Los extraño, sí, pero no fue una catástrofe.
Ni siquiera perderte a vos (la voz graciosa, un gesto
que amo) me haría mentir. Es obvio que
no es difícil dominar el arte de perder, aunque
pueda parecer (¡ponele la firma!) una catástrofe.



ALGUNOS SUEÑOS QUE OLVIDARON

Los pájaros muertos cayeron sin que nadie los hubiese visto llegar
ni supiera de dónde. Eran negros, tenían los ojos cerrados
y nadie sabía qué clase de pájaros eran. Sin embargo, todos los agarraban
y miraban para arriba al cielo nuevo, acanalado y distante.
También cayeron gotas negras. Recogidas a la noche en los aleros
o congregadas en los techos sobre las camas, pendieron como formas
de gotas misteriosas encima de sus cabezas toda la noche,
y ahora rodaban de sus dedos negligentes, veloces, como el rocío de las hojas.
¿Dónde habían visto brillar bayas así de perfectas,
tan temprano a la mañana? Señuelos de corazón negro
sobre las ramas o bajo las hojas. ¿Pensaron “es veneno” y
las dejaron —acordate— o se las comieron de los árboles atestados?
¿Qué flor se encoge así hasta ser semilla como esta, como la aquilegia?
Pero para las ocho o las nueve sus sueños son todos inescrutables.



*Versiones en castellano de Sandra Toro.




Elizabeht Bishop (Massachusetts,1911 - Boston, 1979).
Distinguida como Poeta laureada de los Estados Unidos (1949-1950) y Premio Pulitzer de poesía en 1956. Es considerada ícono de la poesía lesbiana.
Después de que su padre muriera cuando ella tenía sólo ocho meses de edad, la madre de la poeta sufrió una enfermedad mental y fue enviada a una residencia psiquiátrica en 1916. Aunque la madre de Bishop vivió hasta 1934 en un asilo, nunca más se encontraron. 
Huérfana desde un punto de vista práctico, Bishop vivió con sus abuelos en Nueva Escocia un período que posteriormente idealizaría en sus poemarios.
Años más tarde Bishop fue internada en  Walnut Hill School en Natick, Massachusetts, donde publicó sus primeros poemas en una revista de estudiantes gracias a su amigo Frani Blough.​ 
Se matriculó en Vassar College en el otoño de 1929, justo antes del colapso bursátil. 
En 1933 fundó Con Spirito, una revista literaria independiente junto con la escritora  Mary McCarthy, Margaret Miller, y sus hermanas Eunice y Eleanor Clark.

La escritura de Bishop estuvo fuertemente influída por la poeta Marianne Moore a quien fue presentada por un bibliotecario de Vassar en  1934. 
Moore se interesó mucho por el trabajo de Bishop y la llegó a disuadir de estudiar medicina en la Cornell Medical School, donde la poeta se había matriculado tras mudarse a Nueva York después de su graduación.
Cuatro años más tarde Elizabeth Bishop se dirigía a la ‘Querida señora Moore’ como ‘Querida Marianne,’ por el simple hecho que así se lo pidió Moore. La amistad entre las dos mujeres duró hasta la muerte de Moore en 1972. El libro de Bishop At the Fishhouses (1955), contiene varias alusiones al poema de Moore "A Grave".​
Bishop viajó en numerosas oportunidades y vivió en varias ciudades y países, muchos de los cuales han sido descriptos en sus poemas. 
Durante la década de los ´30 se radicó en Francias durante varios años, gracias en parte al patronazgo de  Louise Crane, amiga de la universidad y con quien compró en 1938 una casa en el 624 de White Street, en Key West, Florida. Mientras vivía allí, Bishop se hizo amiga de Pauline Pfeiffer Hemingway, quien se había divorciado de Ernest Hemingway en 1940.
En 1946, Marianne Moore presentó personalmente a Bishop para el Premio Houghton Mifflin de poesía, convirtiéndose en la ganadora del galardón.
Su primer libro, North & South, fue publicado con mil ejemplares; Randall Jarrell a quien había conocido en 1947, escribió sobre la obra que "todos sus poemas han sido escritos desde lo más profundo, lo he visto".
Randall Jarrel le presentó a Robert Lowell y en esa misma época también conoció a James Merrill, conservando la amistad hasta sus últimos años.
Escribió el poema "Visits to St. Elizabeth´s" en 1950 como recuerdo de sus visitas a Ezra Pound.
Elizabeth Bishop, quien tuvo problemas financieros a lo largo de casi toda su carrera, cada vez se mantenía más gracias a la concesión de becas y premios.
Tras recibir la importante cantidad de dólares como beca para viajes del Bryn Mawr College en 1951, Bishop partió a circunnavegar Sudamérica en barco. Llegó a Santos, Brasil, en noviembre de ese año. Pensaba estar dos semanas pero permaneció durante quince años radicada en Brasil. 
Mientras vivía en Brasil recibió el premio Pulitzer en 1956 por su libro North & South — A Cold Spring, que agrupaba varios poemarios. 
Posteriormente recibiría el  National Book Award y el National Book Critics Circle Award, así como dos becas de la Fundación Solomon R. Guggenheim y una de la Ingram Merrill Foundation. 
En 1976, se convirtió en la primera mujer en recibir el Premio Internacional de Literatura de Neustadt.
Con frecuencia escribía artículos para The New Yorker, y en 1964 escribió el obituario de Flannery
O´Connor en The New York Review of Books.
Bishop fue conferenciante de universidades durante muchos años. Durante un corto período de tiempo fue profesora de la University of  Washington, antes de serlo en la Univesidad de Harvard durante siete años. También enseñó en la  Universidad de Nueva York antes de acabar en el Instituto Tecnológico de Massachusetts. Normalmente solía pasar los veranos en su casa de Maine, en una isla llamada North Haven.
Durante su estancia en Brasil, Bishop comenzó a interesarse por las lenguas y literaturas de Latinoamérica. Con el tiempo traduciría a muchos poetas al inglés, entre los que destacan Octavio Paz, Cabral de Melo Neto y  Carlos Drummond de Andrade, de quien dijo: "No lo conocía de nada. Se suponía que él era muy tímido. Yo también soy muy tímida. Nos encontramos una vez -una noche en una acera- Habíamos salido del mismo restaurante, y besó mi mano educadamente cuando nos presentaron".
En su vida personal tuvo varias relaciones con distintas mujeres y dos relaciones estables. La primera fue con la arquitecta socialista brasileña Lota de Macedo Soares, quien pertenecía a una familia importante desde el punto de vista económico y político; las dos vivieron juntas durante un periodo de quince años. Sin embargo, en los últimos años de su relación ésta se deterioró marcada por la depresión y el alcoholismo.
Bishop tuvo una relación con otra mujer y finalmente dejó a Lota y volvió a los Estados Unidos. Soares, afectada por una profunda depresión, siguió a Bishop hasta los Estados Unidos y se suicidó en 1967.
La otra gran relación de Elizabeth fue con Alice Methfessel, a quien Bishop conoció en 1971. Methfessel se convirtió en la pareja de Bishop y, tras su muerte, heredó los derechos literarios de la obra de su pareja.
Bishop murió de una hemorragia cerebral en su casa de Lewis Wharf, Boston. Fue enterrada en su ciudad natal, Worcester, Massachusetts.



PREMIACIONES CICLO CULTURAL MISTERIO Y PALABRA - SADE CASA CENTRAL







MARITA RODRÍGUEZ-CAZAUX
PREMIO MIGUEL BRIANTE A LA NARRATIVA






ESCRITORES Y POETAS PREMIADOS RODEAN AL POETA MARCOS SILBER
ACREEDOR A LA DISTINCIÓN MAYOR POR SU OBRA Y TRAYECTORIA 


jueves, 28 de noviembre de 2019

miércoles, 27 de noviembre de 2019

POETAS ARGENTINAS


JUANA BIGNOZZI






cuando yo esté muerta un libro va a llevar mi nombre
se llamará obra completa porque nunca más
podré agregar una línea
y ahí estará mi muy primera juventud
las etapas intermedias
poemas sueltos de un momento de ilusión
la última pasión antes de volver a la verdadera
se darán cuenta de que este monumento
estuvo hecho de grietas
que no se vieron
y de cariños que nunca olvidó
crearán un personaje de papel
después de todo
tal vez fui sólo eso
una mujer que sólo tomó en serio su compromiso con unas ideas
un hombre
y las palabras


Ce triste exil, ce fier exil


En las noches felices con la gente que amo
él hace sentir su ausencia,
se instala en el amor que me dan,
en el amor que doy,
en el otoño, sí, ya sé, las hojas;
dos amigas caminan por calles entrañables,
hablan del amor, la vida, los hombres,
se dejan envolver por la dulzura de la noche de mayo,
hacen a un lado las cosas irremediables,
caminan solas entre los olores, las luces de las ventanas,
algún rostro obsesivo que insiste, insiste,
pero ellas saben tanto sobre el amor, tanto,
que pueden convertir todo en una charla brillante
el hombre que desean hasta sentir frío,
el verdadero amor
y el aplastante domingo que hay que atravesar
para que su voz sea de nuevo
y todo empiece a cobrar vida.

Los amigos que me aman hablan de mis ojos,
ya sé, son importantes como las hojas en otoño,
pero todo cae a golpes
en estos domingos para lanas tibias, hijos que no tengo,
globos de colores en el parque.

Entre ritos familiares se calienta al sol
impura,
como si hubiera encendido fuego en viernes
o hubiera cantado en tierra extranjera.



Domingo a la tarde


Cuando se sientan frente a frente
amores imposibles, quincallería amistosa,
tipos que se atrevieron y esa mujer intensa
que lleva augurios a felicidades que nunca entenderá,
la buena gente desecha las malas palabras,
la buena gente dice todos tienen posibilidades en la vida,
sienten crecer su amor por esa mujer intensa,
tan sola, que vivirá siempre detrás de una ventana
y todo lo que le ofrecen está demasiado azucarado.



La vida plena


A algunos les han quitado las ganas de hablar,
pasan mudos por el amor, aman perros vagabundos
y tienen una piel tan sensible
que nuestros pequeños saludos cotidianos
pueden producirles heridas casi de muerte.
Nosotros, seres amables e inofensivos,
miramos los gatos enfermos, las mujeres con collares
que pasan por la calle
y sentimos un desamor agradable,
casi suficiente.






Soy una mujer sin problemas


Todos lo saben
y entonces buscan mi compañía para charlar por las noches.
Sin embargo yo conozco a alguien que quiere morir en paz consigo mismo
y me produce estremecimientos, insomnio, soledad,
porque la paz conmigo misma sería una guerra sin fin,
dos o tres asesinatos inevitables y alguna entrega desmedida
que no entra en mis planes.
Sin embargo yo sueño por las noches
con un jardín inmenso donde los muertos se levantan para saludarme;
yo sueño con un hombre que me inquieta y como lo ignora
me habla amigablemente del resto del mundo
y de mis múltiples amores, tan simpáticos,
tan apropiados como tema de conversación.



Le entrego mi nombre a la vida que sube


Detrás de estos juegos de inteligencia
detrás de nosotros, que estamos en lo que podemos,
que sólo manejamos vasos al borde de la lluvia
vinos amicales,
fosforescencias del mar tienen su nombre,
que yo sólo puedo decir a través de ojos lánguidos,
sonrisas tristes mi amor devastado.
Tan pobres que éramos,
y ahora los que vienen de Cuba, los que van hacia Cuba,
entran en mi lenta ternura de mujer que vive junto a un río
hacen insoportable nuestra miseria.



JUANA BIGNOZZI Buenos Aires (1937- 2015)
Poeta y periodista. Residió desde 1974 al 2004 en  España trabajando como traductora y retornó a la República Argentina en 2004, donde falleció.​
Galardonada con el Premio Municipal de Poesía 2000, Premio Konex y Premio Rosa de Cobre de la Biblioteca Nacional Argentina en 2013.​


Juana Bignozzi nació en el seno de una familia anarquista y antiperonista​ que, a pesar de las limitaciones económicas, privilegió siempre el acceso a la cultura y la educación sobre otros gastos, hecho que la poeta mencionó en numerosas oportunidades.
A fines de los años ´50 Bignozzi comenzó a militar en el Partido Comunista y desde ahí se involucró con el círculo de poetas  El Pan Duro donde conoció a Juan Gelman, Juan Carlos Portantiero y José Luis Mangieri.
En los años ´60 se distanció del Partido Comunista aunque participó de la publicación Vanguardia Comunista. Comenzó las carreras de Letras y de Derecho en la UBA, abandonándolas más tarde. Trabajó como profesora de contabilidad, ayudante de contador y administrativa.​
En 1974 casó con Hugo Mariani y se trasladaron a Barcelona previo al inicio de la  última dictadura militar-cívico-religiosa.
Al respecto partió pensando que volvería en unos pocos años y por eso no aceptó la palabra «exiliada» sino que prefirió llamarse «desterrada, apátrida». Pasó treinta años de su vida en España, trabajando como traductora y viajando con frecuencia a Italia.​

«Quiero que lo que diga se entienda, pero no necesariamente que sea fácil de entender [...] Se es poeta para trabajar con la lengua de otra manera. 
En la poesía tiene que haber algún misterio, algo que el poeta ve y que el público no. Tenemos la obligación de revelar los misterios pero de una manera distinta de la que tiene el periodismo».

Obra:

1960, Los límites
1962, Tierra de nadie
1989, Regreso a la patria
1990, Mujer de cierto orden
1993, Interior con poeta
1997, Partida de las grande líneas
2000, La ley tu ley
2010, Si alguien tiene que ser después
2014, Las poetas visitan a Andrea del Sarto

POETAS ARGENTINOS


AMADEO VICENTE GRAVINO



II


MIENTRAS GOLPEA EL VIENTO

mientras golpea
la copa de los tilos,
mientras golpea,
fiero,
en los techos de chapa,
en las vidrieras sucias,
ahora,
mientras golpea el viento
con puño cerrado,
sin piedad crece el otoño
como un roble dorado,
como una flor violeta;
ahora
mientras golpea el viento
con su puño cerrado
sin piedad crece el otoño frío
que marcha hacia el abismo
que marcha hacia el espanto
y nos hace temblar.


III


En las tardes de otoño
el viento todavía acaricia
los ciruelos.
Sobre el invierno
golpea, a veces,
el látigo de la lluvia.
Entonces, la tormenta sopla en los ilos
y en los álamos.
Después, a pesar de la lluvia,
la luna cubrirá de plata
los tejados.
En invierno o verano,
las calandrias bendicen la mañana.


IV


miro los gatos
en las cornisas/
las rosas duermen
entre las sombras/
miro los gatos...
chillan los grillos
en los rincones
penas de amor...
el sol se aleja/
flota la luna/
el bosque brilla...
vuelan las hadas/
chillan los grillos/
cantan las ranas...
llueve claveles
sobre la tierra:
el bosque brilla.


De "Versos de sopa y café con leche".
Liminar de María Marta Donnet.
Imaginante editorial (2019).



“KARINA, 
HERMOSA COMO UN VERSO DE HÖLDERLIN” *


Esta princesa de los cuentos
Va por las calles azules de la primavera
Y baila en las esquinas de una ciudad con trapecios
Y palomas / y conejos / y magos

Después:
-Dorada equilibrista-
Salta a las nubes de pañuelos de seda
Con zapatos rojos
...

Ella pequeña y dulce como una uva
Tiene risa de pájaro
Ojos de caramelo Media-hora
Que me tocan el alma muy despacio
Ella es un bombón de fruta
Una osa de pañolenci/ una pequeña garza
Que bebe la línea azul del horizonte en el ocaso

Ella paloma de mi corazón/terrón de azúcar
Tiene pechos de manzana y es fina como el mimbre
que se inclina bajo una luna de aluminio

...

Ella marea como el vino
Vibra como la música de Bach
Ilumina como una lámpara

Sus cejas de jade y de marfil y de papel de arroz
Evocan tesoros de la China o Japón / tesoros de la India
Tesoros de Grecia cantados por Homero

Pequeña y temblorosa paloma enamorada
Verso de Paul Eluard o de Dante o de Rilke
Que viaja en el viento enamorado
Sobre el mar enamorado
Y por el cielo enamorado
entre enamoradas nubes
Y planetas también enamorados


Música de Brahms o Chopin/Canto Gregoriano
Que entra al corazón de la noche estrellada
Celeste y delicada como una gacela
A la noche de Babilonia o de México
A la encendida noche de las Isas Canarias
A la noche de Caracas o Londres
A la noche de Madrid o Florencia o San Francisco
A la dulce y calurosa noche de Singapur


La primavera sube por sus venas de miel y chocolate
Y es música en su sangre / y es polen en sus pechos
Y es licor en su sexo
Y el dedal de su ombligo

...

Pequeña y temblorosa paloma enamorada
Su corazón es un flamenco o un cisne
Que bebe mariposas de luz
Del río violento que nos moja las manos / los tobillos

Su corazón es un tigre cachorro que comerá su presa
En el corazón musical de la selva
Su corazón es un ciervo que corre
Las sombras y el perfume del bosque
En la tarde azul y esbelta que visitan los ángeles

Pequeña y temblorosa paloma enamorada
Todo su cuerpo es pan / es vino y es consuelo
Todo su cuerpo es un manjar del cielo
Para los hombres que la amamos.



De "Poemas con princesa", (1998)
Poema leído por el autor en "El Balcón de los Poetas"



BREVE COMENTARIO EN TORNO AL POEMARIO
"POEMAS CON PRINCESA" 

Por Marita Rodriguez-Cazuax


“…Todos la adoran como una diosa”. 
Vicente Huidobro 



Los poemas amorosos de Amadeo V. Gravino invitan a detener la mirada en figuras de exquisita trama lírica. En el poema que da nombre al artículo, el poeta hilvana itinerarios de vertiginoso y sensual acontecer cotidiano con alegorías y comparaciones emblemáticas, manifestando poderoso lenguaje y sagaz imagen de cámara sobre las escenas.

Karina, una muchacha de carne y hueso –bella carne y bellos huesos–, se convierte a través de los ojos del enamorado no sólo en hermosa como un verso de Hölderlin sino en “Esta princesa de los cuentos” que transita “por las calles azules de la primavera/Y baila en las esquinas de una ciudad con trapecios […] Tiene risa de pájaro/Ojos de caramelo Media-hora/Que me tocan el alma muy despacio…” mientras lo cautiva de colores y aromas “–Dorada equilibrista–/Salta a las nubes de pañuelos de seda /Con zapatos rojos”, “… pequeña garza[…]paloma de mi corazón/…fina como el mimbre que se inclina bajo una luma de aluminio”[…].

Los versos suceden al compás de la propia cadencia de Karina “Su corazón es un ciervo que corre”; evocan belleza atemporal “…cejas de jade y de marfil y de papel de arroz/…” enalteciéndola tal como “tesoros de la China y Japón/Tesoros de la India/Tesoros de Grecia cantados por Homero” y musicalidades de sublime inspiración “…Vibra como la música de Bach/…Música de Brahms o de Chopin/Canto Gregoriano/Que entra al corazón de la noche estrellada”[…] que adquieren sensorial manifestación “… es música en su sangre/y es polen en sus pechos/Y es licor en su sexo y el dedal de su ombligo”.

La lira del poeta no cesa de enaltecer a la “Pequeña y temblorosa paloma enamorada” y en su afán acude a la iluminación de pretéritos poemas “versos de Paul Eluard o de Dante o de Rilke” para que su vuelo levite “…sobre el mar enamorado/ Y por el cielo enamorado/ Entre enamoradas nubes /Y planetas también enamorados” porque nada es suficiente ante la fascinación que le provoca y “marea como el vino/Ilumina como una lámpara”.

Unidad entre corazón y mente resucitan, a través el cuerpo de Karina, amores/sueños/goces que entran celestes y delicados “A la noche de Babilonia o de Méjico/A la encendida noche de las Islas Canarias/A la noche de Caracas o Londres/A la noche de Madrid o Florencia o San Francisco/ A la dulce y calurosa noche de Singapur” para iluminar vértices de sombras y deseos.

Asimismo, cercano a aquellos cantares viriles de juglaría que enaltecen la figura femenina deidad/ heroína, Gravino faculta nervio a recursos de especial y libertaria fuerza “Su corazón es un tigre cachorro que comerá su presa/En el corazón musical de la selva […]/Las sombras y el perfume del bosque/En la tarde azul y esbelta que visitan los ángeles”.

Poeta de fenomenal talento, Amadeo V. Gravino goza de relevantes dones líricos, trae al presente la encumbrada poesía de Ungaretti, Pavese, Salinas, donde se percibe cuadro, imagen, sustancia existencial “Todo su cuerpo es pan/es vino y es consuelo/Todo su cuerpo es un manjar del cielo/Para los hombres que la amamos” y celebra la hermosura y la iluminación del espíritu de la manera más expresiva, propiciando el encuentro no sólo con lo bello sino con el aura del instante que salva al mundo “Del río violento que nos moja las manos/los tobillos”.

Así, milagrosamente, habrá de tocarse “la línea azul del horizonte en el ocaso” y concebir “a la pequeña y dulce como una uva […] “Bombón de fruta […] pequeña garza”, eternamente hermosa. Como un verso de Hölderlin.
Buenos Aires, diciembre 2017. 


*(1945) Escritor, ensayista, poeta y dramaturgo argentino de nutrida obra literaria.
Coordina junto al escritor , poeta y músico Luis Calvo el ciclo de cultura y arte Antonio Aliberti en el Café Notable Montserrat.

















APORTES CULTURALES



    
Conducción General

Graciela Licciardi  - David Antonio Sorbille


Prensa
María Fernanda Macimiani 

Miembros de Honor

Emil García Cabot - Jorge Luis Estrella (In mem.)


Queridos Creadores les hacemos llegar el Programa del 8º Encuentro del  Año 2019, (Número veintitrés en su Tercer Año)

Jueves 28 de Noviembre a las 18,30 hs – SADE (Sociedad Argentina de Escritores) Uruguay 1371 – 3er Piso – Sala Nélida Pessagno – CABA

PREMIO A LA TRAYECTORIA Y DIFUSIÓN DE LAS ARTES
 EMIL GARCÍA CABOT:
A  MARCOS SILBER

PREMIO POESÍA HÉCTOR MIGUEL ÁNGELI: 
GRACIELA BUCCI

PREMIO ENSAYO ERNESTO GOLDAR:
A  LUIS CALVO

PREMIO NARRATIVA MIGUEL BRIANTE:
MARITA RODRIGUEZ CAZAUX

PREMIO NOVELA ANTONIO DI BENEDETTO:
BEATRIZ ISOLDI

PREMIO TEATRO JORGE LUIS ESTRELLA:
MARÍA CRISTINA BERÇAITZ

PREMIO A LA REVELACIÓN POÉTICA JORGE GARCÍA SABAL: 
MIRTA VENEZIA

PREMIO A LA REVELACIÓN POÉTICA JUVENIL DELFINA GOLDARACENA:
AGUSTÍN DOMINGUEZ

PREMIO A LA CREATIVIDAD HORACIO SEMERARO:
MIROSLAV SCHEUBA

PREMIO A LA DIVULGACIÓN DE LA OBRA DE LOS ARTISTAS
ALBERTO LUIS PONZO: 
NORBERTO BARLEAND

PREMIO LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL 
CONSTANCIO CECILIO VIGIL: 
MARÍA JULIA DRUILLE

PREMIO A LA RESILIENCIA EDNA POZZI: 
MARÍA PAULA MONES RUIZ

PREMIO ARTES PLÁSTICAS XUL SOLAR: 
HELEN PAZ

PREMIO AL MÉRITO EN POESÍA ROBERTO JORGE SANTORO: 
OSVALDO VICTOR FERNÁNDEZ

PREMIO AL MÉRITO LITERARIO SUSANA AGUAD: 
MARÍA MARTA DONNET

PREMIO AL MÉRITO ARTÍSTICO SUSANA FERNÁNDEZ SACHAOS: A IRENE ZAVA

PREMIO AL MÉRITO EN NARRATIVA LUISA MERCEDES LEVINSON:
NÉLIDA HABESHIAN

PREMIO AL MÉRITO EN COMUNICACIÓN CULTURAL MANUEL RUANO:
DANIEL GRAD

PREMIO A LA ESCRITURA CREATIVA JORGE PAOLANTONIO:
 A ROXANA PALACIOS

PREMIO A ÉTICA EN POESÍA JOSÉ EMILIO TALLARICO
 A MARCELO MANUEL OVIEDO

           

gracielalicciardi@yahoo.com.ar
davidsorbille@hotmail.com

SE RUEGA PUNTUALIDAD
¡Esperamos contar con su grata presencia!
Pueden ver las fotos de los encuentros en nuestro Blog
 - Graciela Licciardi - Editora, Escritora
- David Antonio Sorbille – Escritor