AYUNOS EMOCIONALES
Con la misma actitud que me hizo niño
abrazo la calle
hasta cubrir la cosecha del desapego.
Privado de palabras, mi corazón
silencia distintas lenguas,
en duras aguas recoge
lo que no quiero escuchar
sobre ayunos emocionales.
Y como por un hueco
notas
que no alcanzan para anclarme al beso,
cargan
el gran esfuerzo de deshojar la oscuridad
para florecerme cada madrugada.
Después,
recién después,
tempranos aires donde nadie
puede permanecer,
distraen su ramal las horas,
mientras camino bajo la lluvia que ablanda el paso,
y soy capaz de pronunciar un ruego,
ahora que la luz
se tiende sobre los seres
para hablar de estrellas nómades.
*Marta Emilia Picotto, (Córdoba) Escritora y poeta argentina.
Egresada de la Universidad Nacional de Córdoba.
Publicado en la fecha por periódico Irreverentes.
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