lunes, 4 de febrero de 2013


                        EL UNIVERSO LITERARIO DE ELSA LOMBARDO VERZA (*)

                                                                                         Por Marita Rodríguez-Cazaux


       Aquellos que conocemos los universos literarios de la escritora cordobesa Elsa Lombardo Verza, no podemos sorprendemos con el otorgamiento del Primer Premio Cuento en el XXXII Concurso Internacional de Poesía y Narrativa 2012, “Palabras sin fronteras”, organizado por el Instituto Cultural Latinoamericano de Junín, para su obra “Sin mancha ni lunar”, publicado en una antología de autores seleccionados.
       La narrativa social y profunda de Lombardo Verza, vuelve a estar nítida en este cuento donde, laberinto humano y paisajes de realismo, avanzan hacia un remate siempre intenso al que nos tiene acostumbrados la autora.
      Docente, investigadora, escritora, jurado de concursos, coordinadora de taller literario, lectora inquieta, hay en Elsa una constante mirada puesta en las latitudes del hombre y sus pasiones. Tiene pues su escritura, un fluir de testimonio genuino que atrapa extendiéndose a medida que el lector se interna en la trama como se van extendiendo sobre las paredes las luces entre las sombras.
     Aventurarse a entrar en las intimidades de la existencia humana y en la memoria y desmemoria agazapada, es ya, una tentación para el lector. Más, si se suma la cercanía que nos une a la historia en épocas que también vivimos y, seguramente, con la misma congoja que quiebra a los personajes de la trama.
     Si rememoramos a Julio Bepré en su poema Resguardo: “Se acercó despacioso el mar para borrar la tiesa desmemoria” podrá advertirse que el cuento magnífico de Lombardo Verza, acerca el oleaje de esos mares que baten en pleamar y bajamar y se orientan hacia las playas propias: los mares recónditos. Las aguadas que inundan los resquicios del pensamiento, y, en un instante, se desbordan sin fronteras.
    Usando recursos literarios que su altura profesional alcanza, la escritora trabaja justamente desde esos resquicios, en un impecable manejo de primera y tercera voz, el entretejido del ayer y del hoy, en el que afloran personajes que se mueven al ritmo de la vida, incluida la conciencia del pasado, el asombro del presente y el milagro pretérito. Porque en su cuento “Sin mancha ni lunar”, el auténtico protagonismo lo ocupa el milagro.






A continuación el cuento ganador del Primer Premio del XXXII Concurso Internacional de Poesía y Narrativa 2012,” Palabras sin fronteras”, organizado por el Instituto Cultural Latinoamericano de Junín.

                                       
                                           SIN MANCHA NI LUNAR                                      
                                     
                                               Freedom Park.  Lunes 26 de agosto de 2011- 13 Hs.
  
    -Buenas tardes a todos. Mi nombre es Puleng y a lo largo de la tarde los acompañaré por este lugar que llamamos Parque de la Libertad. El sector donde nos encontramos se llama…
  Llegó hasta donde estaba el grupo ya reunido, con el cansancio de una noche en avión. Maldijo haber hecho un viaje tan largo contra su propia intuición. No sabía con qué se iba a encontrar. Hacía quince años que se había  marchado con el propósito de no volver, imaginando el desastre que  vendría, pensando  que  la justicia seguramente lo iba a citar. Pero ahora  todo estaba tranquilo  y, por suerte para él, la política de reconciliación había echado un manto sobre el pasado.  Volvió a escuchar la voz de la joven guía como a la distancia:
    -reconocer a aquellos que contribuyeron a la libertad del país. Un parque de la libertad, donde vamos a cumplir con toda la dignidad que merecen quienes soportaron el dolor.
   Las palabras se perdían entre la gente y entre sus recuerdos. Por fin les habían arrebatado  el poder  dando  vuelta la historia. De esta mujer le irritaba  ese inglés  perfecto y la figura de ébano, elongada contra el sol, segura de sí misma, tan hermosa,  “tan parecida a”   Pero no, eran todas iguales, por lo menos él las había visto siempre así.
   Sintió que el grupo se movía y avanzó. Oyó la clara dicción invocar la
Constitución del parque:
    -Un lugar que contendrá nuestros recuerdos en incubación, lo que permitirá construir un futuro libre de amargura, de odio, de racismo…
   Definitivamente, no debería haber venido. Pero tiempo le sobraba. A dos meses de la muerte de su mujer y con los hijos ya casados y bien ubicados en el nuevo país de residencia, podía pasa allí, unas vacaciones anónimamente.

                                 Johannesburgo -    Lunes  25 de febrero de 1988
  
 Hoy ha venido Naledi a pedirme que le enseñe a ella también. Es la tercera, de modo que no recibiré más. Pueden sospechar y no puedo darme el lujo de que me llamen a declarar por mis acciones. Le asigné el rol de dama de noche. Por suerte, tengo certificado médico por  insomnio y podré atenderla varias horas. Acomodé el escritorio al fondo que tiene ventanas al patio y no a la calle.  ¿Qué dirían si supieran que una blanca enseña a leer y escribir a negros?    Naledi me ha parecido una joven dispuesta y rápida, de modo que a lo sumo en tres meses, podrá asimilar lo que necesite. Le entregué un pase para que vuelva a su casa el domingo por la mañana. Estoy segura de que será para su bien.  


    14,15 Hs.
   El grupo de turistas se movía ahora hacia un espacio abierto y Puleng  señalaba con la mano las altas varas de cemento:
   -Son siluetas recortadas contra el cielo. Doscientas cañas que significan el renacimiento de la Nación,  como un país que abraza a su futuro…
   Las palabras  no lograban conmoverlo. Su mente volaba a aquel  momento  en que había irrumpido en la favela, con un pase en la mano y un auto oficial que le permitieron inmunidad. Se había  enfrentado con la vieja en la puerta de la casa y le había exigido información, tanto  del paradero de la hija, como del nacimiento de la criatura. Ella le  había dicho que estaba en Pretoria, con nuevos patrones y, que la niña - había nacido  una niña - era como ellos, negra. Y ante el requerimiento de confirmar alguna seña en el cuerpo, la mujer le había contestado  que  NO. NADA, SEÑOR. LIMPITA. NI UN LUNAR. NADA. 
    Se vio nuevamente en el parque.

   -Ahora nos encontramos en el Mveledzo. Como verán es una ruta en espiral que une todos los elementos del Parque de la Libertad y ha sido diseñado para que el visitante disfrute de la serenidad y espiritualidad del paisaje…
   Seguía al grupo como un autómata. LIMPITA había dicho la vieja. SIN MANCHA NI LUNAR.  Y se había ido creyendo que la  suerte lo acompañaba. Instintivamente, su mano fue hacia la espalda, a la altura de la cintura  por encima de la camisa y el cinto. El secreto estaba bien guardado. Solo  para él y sus hijos.

                                   Johannesburgo - Sábado 13 de agosto de 1989
   
 Hoy Naledi vino muy nerviosa. Lloró mucho y finalmente me contó que el patrón  había abusado de ella  y que creía estar embarazada. Justo ahora que estaba tan contenta de haber aprendido a leer y escribir. No sé cuánto tiempo más podrá durar esta situación. Cuándo gente tan maltratada podrá conseguir esa igualdad por la que lucha tanto.  ¿Y qué será de nosotros después?  Dios mío, cuánta injusticia. Yo quisiera hacer más pero no puedo. Tengo miedo. Lo que hago está aquí, entre estas paredes, a escondidas de mi propia familia, disimulada detrás de mi color blanco, mi buena posición económica y el prestigio ganado por mis padres en años de colaboración con el gobierno. Si supieran. No dejo de pensar qué será de esta joven y su criatura.

 14, 45 Hs.
   
   La figura de la guía se detuvo frente a un círculo de piedras clavadas en el suelo. Un vapor transparente brotaba en el centro de entre un piso de lajas.
    -Este lugar se llama Isivivane…      
 Perdida la timidez inicial, los visitantes comenzaron a preguntar. El diálogo se hizo fluido.  Solo él  mantenía reserva, incrustando la mirada en los edificios lejanos o mirando fijamente a la guía. Era bella, moderna; se le antojó que su cara se  espejaba en otra e imaginó la ocurrencia como una mala idea.
   No respondió a la invitación a penetrar descalzo en el lugar sagrado de los espíritus del pueblo. Él tenía su Dios, con mayúsculas y no era hombre de creer en supercherías.
                  
                                    Johannesburgo - Sábado 21 de octubre de 1990
    
 Acabo de despedirme de Naledi. Antes de viajar a Pretoria  me trajo a su pequeña para que la conociera. La ayudé a bañarla y cambiarla y la vestimos con ropa que  le compré por ser su madrina. En ese momento me di cuenta de que me había dicho la verdad respecto al abuso. La niña heredó la marca del padre y ella no quiere que la conozca ni que sepa nada. Le ha puesto un bonito nombre que significa “bendecida  por la lluvia” porque  cuando estaban en el hospital,  llovía,  las gotas entraban por la ventana y la salpicaron. Ruego que a las dos les vaya bien y que la hija crezca en un ambiente diferente al de la madre. Dios, ayúdalas y también a mi familia que ya está preparándose para abandonar el país. Yo  me iré con ellos. Todos compartimos el miedo.

   15,20 Hs.
    
  De pie, frente a las piedras que mostraban  nombres y nombres  de los caídos en las diversas contiendas de la historia del país, se sintió por primera  vez inquieto. Le costaba fijar la mirada en los nombres. ¿Temía encontrar alguno que le recordara algo de su vida pasada?  ¿Por qué había venido? ¿Qué buscaba en el Parque de la Libertad?  Creyó descubrir en  la voz de la  guía  cierta emoción. Pero él quería irse cuanto antes. Cada pregunta de los visitantes le perforaba los oídos. El peso de esos nombres caía sobre su memoria; eran como un huracán que lo llevaba y lo traía sin piedad. Y maldijo haber hecho el viaje.
     Ya había iniciado una retirada  silenciosa cuando la pregunta de alguien le intrigó:
   -Señorita, ¿tiene usted algún pariente que figure entre estos nombres?
   La joven se desplazó unos metros, se detuvo frente a un listado y alzó el brazo señalando:
   -Sí, aquél nombre, arriba, es el de mi madre. Murió durante una protesta.
   Levantó los ojos y alcanzó a leer NALEDI. La mirada, como agua desbocada, descendió por la mano, el brazo y la prolongación del torso hasta la cintura de la joven. Allí quedó clavada; en la espalda donde la corta blusa mostraba un lunar.
   Exactamente igual.
                                E
                                    xac
                                        ta
                                            men
                                                      te                         
                                                            i 
                                                               g 
                                                                   u  
                                                                        a                                           
                                                                             l           


                                                                                * * *

   
                                                                            


(*)  Autora cordobesa radicada en Buenos Aires - República Argentina.
De comprometida trayectoria social es docente, escritora, investigadora. Coordinadora desde el año 2001 del taller literario “La ventana” en Buenos Aires.

Premiaciones:

Concurso “Los Reyes Magos” - Liga Pro Comportamiento Humano. Diploma de Honor categoría adultos. “¿A qué hora pasan los Reyes?” (1994)

Exposición del poema ilustrado. Segunda mención. Título del poema “Génesis” (1996).
Segundo Concurso de Poesía y Cuento Urbano y Suburbano. Mención de honor. Títulos de las obras “Cuentos de infancia” (Poesía)  y “Caíto  y la máquina expendedora de boletos” (Cuento).

Miembro titular del jurado del Segundo Encuentro Anual Distrital del Cuento Infantil  Distrito Escolar Nº 13. Bs. As.1997.

Encuentro  de poetas en la Carpa Blanca. (1999).

“Pétalos al viento”. Poema. Muestra sobre Derechos Humanos. Centro Cultural Adán Buenosaires. (1998).

Tallerista en la Feria del Libro Infantil y Juvenil. Buenos Aires. (2003-2008).

Miembro Titular del Jurado del Primer Certamen Literario “100 años de La Paternal. Bs. As. (2004).

Autora de “Leyendas del Universo Guaraní” tomo I y II, presentados en la Feria Internacional del libro de Central. Cdad. De Luque. Dpto. Central. República del Paraguay. Publicados también en Argentina y reeditados en el año 2008. 

Miembro Titular del Jurado del Concurso literario “Con las alas del alma”. “Por la Memoria. Por los 30 años”. Unión de Trabajadores de la Educación. CTERA-CTA (2006).

Mención de Honor Concurso Literario Gustave Flaubert organizado por Editorial Trazo Literario. Ciudad de Río Tercero. Pcia. De Córdoba. Argentina. Título del cuento “Cruzando el charco”.  Aparición en Antología. (2007).

Seleccionada por el sitio  www.antorchacultural con micro relatos de su autoría. (2007).
Integrante desde el año 2003 de la Antología Metamorfosis del Taller Literario de Beatriz Isoldi.

Selección del cuento  “Dos hombres, un saludo” para la Antología Fugas Imperceptibles. Editorial Dunken. (2008)

Selección del cuento “Más allá del camino monótono” para su inclusión en el tercer tomo del Libro de los talleres. Edit. Dunken. (2008)

Primer Premio del XXXII Concurso Internacional de Poesía y Narrativa “Palabras sin fronteras”, organizado por el Instituto Cultural Latinoamericano de Junín-República Argentina. (2012)

                                                             
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