lunes, 5 de octubre de 2020

POESÍA

LA PESTE MATÓ A ROMEO Y JULIETA


Fray Lorenzo: Esa voz debe ser la de Fray Juan. ¡Bienvenido de Mantua! ¿Qué dice Romeo? O, si viene por escrito su pensamiento, dame la carta.

Fray Juan: Yendo en busca de un hermano descalzo de nuestra Orden, que en esta ciudad visitaba los enfermos, para que me acompañara, y al dar con él, los celadores de la población, por sospechas de que ambos habíamos estado en una casa donde reinaba la peste, sellaron las puertas y no nos dejaron salir. De suerte que aquí tuve que suspender mi diligencia para ir a Mantua.

Fray Lorenzo: ¿Quién llevó entonces mi carta a Romeo?

Fray Juan: No la pude mandar, aquí está de nuevo, ni pude encontrar mensajero alguno para traerla; tal temor tenían todos a contagiarse.

Fray Lorenzo: ¡Suerte fatal! ¡Por mi santa Orden, que no era insignificante la misiva, sino que encerraba un mensaje muy importante, y cuyo descuido puede acarrear graves consecuencias.

(Fragmento del Acto V, escena II)





EQUIDAD

 


                                                                         

 Quizá fuera posible

antes del apocalipsis

hallar

amoroso  pétalo de hierro

o el canto de la alondra

que deje al mundo

huérfano

de amadores crónicos

 

Así

desterrado

de la tragedia de los mitos

por fin

 Amor

gozo hará en todo lecho




M.R.-C.
(2020, primavera)

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