MÍA GALLEGOS
Mía Gallegos Domínguez, San José de Costa Rica, 1953.
Poeta y narradora, de galardonada trayectoria profesional cuya obra ha sido traducida al inglés y al francés.
Elegida en 2014 para ocupar la silla N de la Academia Costarricense de la Lengua, en sustitución de la escritora Julieta Pinto González, miembro en retiro y honoraria. Tomó posesión de su plaza el 26 de marzo con un discurso titulado Lectura de «La tumba de Antígona» de María Zambrano.
Entre sus publicaciones, destacan Golpe de albas (1977), Los reductos del sol (1985), El claustro elegido (1989), Los días y los sueños (1995), El umbral de las horas (2006) y Deslumbrada (2013).
Ha sido distinguida con el Premio Joven Creación (1976), el Premio Alfonsina Storni (1977), el Premio Rubén Darío del Verso Ilustrado (1983), el Premio Nacional Joaquín García Monge (1984) y el Premio Nacional Aquileo Echeverría (1985).
COREOGRAFÍAPara mí amigo Carlos Cortés
En finque no he vivido nada.No sé qué cosa es una guerray tengo como prisión al cuerpoy alma como campo de batalla.Me debato entre la dudade reflexionar o fluir;esto es situarse en el palco de los espectadores,o estaren cada íntimo instante del milagro.Vivo de pedacitos,pero aspiro a la totalidad,es decir a Mozart y al poema que me redimay me revele los espacios absolutosy la nada.Percibo de mílos sitios más secretos:la culpa,una tercera conciencia de las cosas,la dualidad del pensamiento,la ira pequeñapor lo que ya ocurrió.Pero he vivido poco. Treinta años.Dos amores de piely un querer abandonaresta espera que me señala la vida.Anhelo la anarquía,el más tierno desorden del amor,la cábalalos relojes de arena y una habitación sencilla.Quiero tener un destino trazado de antemano,encontrarme con Diosy los abismosy no tener conciencia de la llama.Ser la llama misma y la aventura.Pero vengo de soledades últimas,de conversaciones que nunca concluyeron,de espejos que me miraron desde la infancia hasta ahora,de abandonados armarios de caoba que fueronde tías o de abuelas remotísimas.Cuán poco he vivido.No conozco la guerra. Y tampoco la paz.Me duele la orfandad,el desarraigo,el sentirme extranjera en cualquier sitio,el no pertenecera una familia o a una patria.No puedo narrar una batalla;ni hablar del hambre y de la peste,ni escribir la canción de algún soldado herido,ni hablar de mujer violada,ni decir cómo es un cementerio después de una llovizna.Pero anhelo decir en el poemaque la vida me conmueve,que respiro mejor cuando me entrego,que necesito amar de la manera más simple y primitiva.Me gusta la paz y la defiendoy la guerra cuando es justa,y el sabor de las mandarinas cuando llega el verano,que me gusta ser una y arraigarme en el cosmos,y sentir que mi vida palpita al mismo tiempo que la vida,aunque no haya vivido,aunque mi hambre sea de infinito,aunque no sepa expresarque por alguna razón precisa estoy aquí,a punto de vencer,a punto de morir,de vivir.De «Los reductos del sol»
III
Me aferro al cuerpocomo único reducto permitido.Carezco de sitios de ternuras y llantos.De nuevo palpo la llama del pájaro quebrado.Busco abrigo en lana.He puesto mis pies debajo de las aguasy por la presiónde mis párpados calladossé que no soy ni siquiera una isla.
VIII
Vivir, ya he dicho:Tener sobre las manos un fajo de papeles:un lápiz, libros, dibujos, sueños.El alma al descubiertovulnerable.Estar así. Beberse a uno mismo.Sollozar.Tomar el invierno para tejeruna mansión de linoVigilantes los senos,escondidos en la piel.VibrarRepasar las camisas, acomodar los sueños,dejar en perfecta armonía los clavos, la canela,el azúcar y los aromas.Dejar el alma al despoblado,musitar pequeños versos de Sor Juana,olvidar castigos y derrotas.Recordar el olor de un verano en Guanacaste.Fruncir el ceño por placer ,sonreír por malicia.Vivir,acodada entre sombras,aniñando los ojosy olvidar, olvidar.EL CLAUSTRO ELEGIDO
No busco nada.A nadie aguardo en este día.Esperar es una de las rarasestratagemas de Diospara detenernos en un punto.Mi país:montaña verde y lluvia.Un caballo se pierde en la llanuraimaginada,que ahora está vedada a mis ojos.Busco la intensa reflexión:la de los libros amigos,la luz interna que preciso para vivir,el candil de oro,el Eclesiastés y la paciencia de Job.A mi edad y en un país de lluvia,el claustro es una elección.Ahí se pierden los contornos.La vida se diluye en un ir y venirdel trabajo al café,del café a la taberna.Busco la infancia que soy:la llanura, la sombra del árbol gigantesco,el único mar sin fondo,el caballo desbocado en su furia,el verdor de la montaña junto al cielo.Me gusta quedarme a solassintiendo como la sangre me nutre de nuevas vestiduras.A solas me pertenezco.No hay dicotomía entre el espejo y yo.Una vive y la otra sueña.Juntas recordamos a un hombre.Juntas hemos escrito estos versos.EL OJO DE LA AGUJAVII
Al amor llegué con un grito de seday puse las dos mejillas,el cuerpo y la conciencia.Nada quedó de mí,ni siquiera una carta,ni siquiera un espejo en donde reconocerme.Mas aprendí a pasarpor el ojo de la aguja,es decir a perdonar sinceramente.A dejar la piel en el alambre,a dolerme desde los piesa la cabeza.Lo perdí todo.Y cuando entendí que no sabía defenderme de la gente,respondí con una bofetada de ternura,porque yo séque sólo los dulces heredarán la tierra.EN MI HABITACIÓN TEJO EL VIENTO
En mi habitación tejo el viento.Ignoro si son remotas mis lágrimaso si están guardadas al lado de amarillasfotografías,junto a dedales y agujas que sollozaron.Cavilo uniendo las puntas de la agujacon la lana.Desatiendo la espera.Tejo y olvido.De pronto pierdo el puntoy un agujero se deshace sobre el sillóny mis manos.Quedo entrelazada todaen un ovillo de amor y lumbre.No sési tejo para esperarteo si trazo en círculosel vientoy mi mortaja.HAY DOS CAMINOS EN MI VIDA
II
Hay dos caminos en mi vida. Siemprelos hubo. En cada uno hallé un ánforacon el agua hasta los bordes. De las dosaguas he bebido hasta saciarme. Masahora, he llegado al final de cada trechoy las aguas han sido consumidas.Me coloco el peplo y te escojo a ti, vida,como tercer camino.HIJA DE LA TIERRA SOY
III
Hija la tierra soy. Amante de la muerte.A menudo en mis sueños la verdad se revela porcompleto.Crecen mis manos y mis pies hasta enroscarseen un enorme tronco.Deja que sea yo quien te penetre. Aunquesea por una sola vez.Soy dueña tan solo de mis lágrimas.No sé llorar por dentro.JAGUAR DE AGUA
Yo canto porque no puedo eludir la muerte,porque le tengo miedo, porque el dolor me mata.La quiero ya como se quiere el amor mismo.Su terror necesito, su hueso mondo y su misterio.Lleno del fervor de la manzana y su corrosiva fragancia,lujurioso como un hombre que sólo una idea tiene,angustiadamente carnal con la misma muerte devorante,yo me consumo aullando la traición de los dioses.Soledad mía, oh muerte del amor, oh amor de la muerte,que nunca hay vida, nunca, ¡nunca! sino sólo agonía.En mis manos de fango gime una paloma resplandecienteporque el amor y el sueño son las alas de la vida.Me duele el aire... Me oprimen tus manos absolutas,rojas de besos y relámpagos, de nubes y escorpiones.Soledad de soledades, yo sé que si es triste todo olvido,más triste es aún todo recuerdo, y más triste aún toda esperanza.Porque el amor y la muerte son las alas de mi vida,que es como un ángel expulsado perpetuamente.MÍA DE NADIE
Mía Gallegos.Mía de nadie. Mía de mí.Sin una biografía.Tierna. Casi ácida.Con un destino trazadoen una cruz.Mía Gallegos. Mía de nadie,de nadie, nadie, nadie, nadie.Aferrada a la ternuracomo único pan que no consuela.Mía de nadie. Mía de mí.Sin aire. Umbría.Deja que el tiempo pase.Deja que la vida pase.Deja que el amor pase.Deja que la muerte pase.Mía sin biografía y sin abuelo.Sin un sitio.Ni siquiera santa.Ni siquiera puta.Mía de mí.VUELVO A LA NOCHE
De pronto vuelvoa la nochecon mis zapatos de agua.Me desnudoen el lentoejercicio de mis manosy buscosolamenteun objeto mío,un pequeño barco,un cometa,un circo de inventadas cosas,figuras cotidianas,tuyas y mías,que amo.Pero séque de prontome vuelvo inaccesibley vuelvo a ser silencioy llama oscura,donde mi barcose escapa de tu orilla.
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