domingo, 3 de mayo de 2015

PERIÓDICO IRREVERENTES


TRAICIÓN A PRIMERA TAPA


                                                                                                                           Por El  Gato Pardo
Gato pardo

Armar una trama no es tarea fácil, hay que reconocer que tiene sus bemoles…El oficio, el talento, la obstinación…Lástima que lo descubrimos, tal como dice Serrat, como aquellas verdades que no tienen remedio. Y lo peor, como los amores traicioneros, que tampoco tienen vuelta atrás.
El desencanto en aumento; mucho personaje en una página, en otras, mutis por el foro del elenco completo; trama escueta, descarnada o abarrotada de figuras e imágenes como esos vestidos de novia donde van a parar todos los detalles vistos en cincuenta figurines de moda.
Para decirlo con franqueza, texto indigesto, y, tan porfiado que siguió por capítulos intransitables. Varios de ellos, nobleza obliga confesar, pasados por alto para preservar la salud. Y esto, dándole favores y poniendo empeño porque, escapada de toda piedad, la trama se volvió insoportable. No hay que quitarle mérito: un mal trago.
Sin embargo, y merece destacarse, la tapa era magnífica.
Firmada por el ilustrador del momento, estampa, color y letras eran sublimes. La imagen en textura, milimetrada en encuadre diagramado daba cuenta de bella obra de arte. Una cubierta satinada, con solapas, la preservaba en caso de maltrato, no fuera que a alguien se le ocurriese tenerlo mucho tiempo entre las manos.
Que no quedara duda, no era una tapa parida en serie, era una señora tapa; valiosa de recursos de avanzada, absolutamente sintonizada con aportes vanguardistas. Objeto casi tan milagroso como los retoques estéticos que borran avejentamientos en rostros que siguen siendo viejos.
El flechazo, a primera vista, promete edenes eclécticos como multifacéticos, nadie osará arrebatarle privilegiado sitial en la biblioteca, en la mesita baja del living,  o -de frente, claro- sosteniendo su figura exquisita entre los ordinarios pocket del escritorio. ¡Faltaba más!
Éxito total, plato fuerte de La Feria Internacional del Libro.
—Lo pongo en el primer estante —dijo la chica de uñas esculpidas.
—Yo, junto al potiche de Marruecos —contestó el hombre de traje azul, mientras un muchacho cruzaba la aduana de manos estiradas y se llevaba tres ejemplares envueltos para regalo.
Nadie pensó más allá de la tapa.
—No viene al caso la trama—dijo el editor. Y con razón.
Eso, era otro cantar.

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