viernes, 10 de agosto de 2012

MEIGAS Y TRASGOS EN LA REMINGTON DE LEANDRO RODRÍGUEZ PÉREZ



En esta máquina que perteneció a mi padre, escribió muchas veces el Dr. Rodríguez Castelao, escritor talentoso y patriota ilustre. Vivía en aquél tiempo, sobre la Av. Belgrano al 2600 y mi padre se la hacía llegar cuando la máquina del galleguista, iba a reparaciones. 

Contaba mi padre tantas anécdotas de él y de sus ideales nacionalistas que, aún sin conocerlo, 
era para mi imaginación de niña, una figura misteriosa y poblada de sueños, de ideales, un hombre noble.

Sobre esas mismas teclas redondas de metal y baquelita, con letras negras, donde él, apoyaba sus dedos delgados, yo aprendí a escribir a máquina. Tal vez, hasta milagrosamente, su espíritu celta me haya contagiado las Meigas de la Poesía.

CARICIA DE DEDO MENUDO

Hay días en que una nostalgia me visita.
Deja, como al descuido, la puerta entornada,
y sin prisas,
se instala en la poltrona azul.
Siempre en mismo lugar, como si fuera
el único en la casa
donde pueda mejor caber su pena.
Me mira desde la orilla verde de sus ojos,
y toda su vida me confiesa.
El mar y el barco que de Ítaca se aleja
en un opaco silencio de sirenas.
Estertores de la lengua más profunda
en que una piedra se cierra en la garganta
y el pecho es una herida sin cerrar.
Yo sé su nombre,
mi dedo infantil señaló su cara
en cientos de fotos color sepia
- Qué niña lista, cómo bien sabe
el quién es quién en el álbum del exilio-,
delante de benévolas sonrisas familiares
conciliadas con la tragedia del adiós.
Ayer es hoy, yo sé que piensa bajo esa luz
de perenne lozanía, como los santos
que nos miran desde el alto en la hornacina
y como ellos con piedad
- Qué necios - dirá - que nunca vieron
cómo tu dedo menudo me tocaba
el corazón marchito de distancia.


La Máquina de escribir Remington de Leandro Rodríguez Pérez puede verse en el Museo de la Emigración Gallega - Federación de Sociedades Gallegas -  Chacabuco 955  C.A.B.A.

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