sábado, 22 de marzo de 2014

CRÍTICA LITERARIA

NAVARRITO


                                       

                                                                     Por Germán Cáceres


Esta historieta se publicó originalmente en 1986 en la revista Fierro, primera época.
El relato transcurre entre el otoño de 1930 y mayo de 1931. Enrique Navarro (Navarrito) es un cronista de la sección Policiales del diario Crítica, en cuya Redacción aparece el gran Roberto Arlt frente a su máquina de escribir.
Alberto Dose exhibe su capacidad artística ilustrando el Buenos Aires de esos años con viñetas de exquisita belleza no exentas de un aire decorativo. A veces predomina el blanco con dibujos a pura línea, y otras, el negro pleno que se distribuye en vestimentas, edificios y automóviles. Su grafismo es tan estilizado que posee un sesgo humorístico y clásico a la vez, que lo emparientan tanto con Roy Crane como con Milton Caniff y Harold Foster (o Sanyú, según la apreciación de Andrés Valenzuela en Página/12). El artista se documentó a fondo sobre el aspecto de la ciudad en esa época (se ven afiches de Gardel y de Chaplin), que a la distancia al lector le resultará encantador y pintoresco, pero, sin embargo, entonces reinaba la absoluta exclusión social, la expoliación de prostitutas en infames prostíbulos y el golpe militar del 6/9/30 que derrocó a Yrigoyen e instaló una brutal represión. 
En el prólogo, el guionista Eduardo Mazzitelli opinó que “Todo para que el dibujo de Dose (el estilo de Dose) demuestre que no solamente es estético y descriptivo, sino también funcional al relato”. Este dibujante, que reside en Estados Unidos, declaró en la entrevista que forma parte del libro y le realizó Alejandro Aguado “que la historieta es lo único que hago todavía en papel, al menos el lápiz, luego todo lo demás en la Cintiq” (es una tableta de arte digital). Antes había explicado que “No era para mí difícil cambiar de estilo, en realidad, es el tema lo que me sugiere el estilo”.
Por su parte, Ricardo Barreiro (1949-1999) –uno de los mejores guionistas que tuvo el país- no deja de asombrar con su inventiva para dotar de giros a la trama. Sus diálogos son contundentes, utiliza el racconto para darle dinamismo a la historia y desliza reflexiones constantemente (“La necesidad de creer está por encima de cualquier desconfianza”/ “De algunas circunstancias podemos extraer como enseñanza cuán dominante resulta ser todavía la animalidad en nuestra especie”). Además, como es su costumbre, fustiga a los poderosos, a la institución de la iglesia católica y a los militares.
Los diálogos van en cursiva y los textos explicativos en letra de imprenta porque pertenecen a la máquina de escribir que aparece en la parte inferior del cuadrito, ya que es la bella doctora Ema Kazinsky la que escribe este relato que titula “El caso de Rodolfo A.”, un asesino serial al que Navarrito persigue (“Al menos Ricardo rinde homenaje a los viejos clásicos de la novela negra”, observa Mazzitelli), ayudado por la médica que es portadora de una sexualidad desbordante, tan presente en la obra de Barreiro.
La  reedición de Navarrito permite acceder a uno de los logros más importantes del género en la Argentina.

                                                                                          Buenos Aires, marzo 2014

            "NAVARRITO"
 de Ricardo Barreiro y Alberto Dose



(La Duendes editora, Comodoro Rivadavia, 2013, 82 páginas)






Germán Cáceres*  Avellaneda, 1938.
Dramaturgo, escritor, ensayista,
prologuista, crítico de cine y teatro.

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