lunes, 3 de marzo de 2014

CRÍTICA LITERARIA



"UNA RELACION PERFECTA",  DE WILLIAM TREVOR

                                                                                   Por Germán Cáceres *



William Trevor (Irlanda, 1928) está considerado uno de los más grandes escritores de relatos en lengua inglesa. En su haber cuenta con catorce novelas, veinte colecciones de cuentos, seis obras de teatro y dos libros de literatura infantil. Entre sus numerosos premios figuran el Whitbread y el David Cohen y no pocas veces fue candidato al Nobel. Es miembro de la Academia de Letras Irlandesas.
Su escritura fresca y sencilla alcanza una perfección inusual, con diálogos sutiles que insinúan el perfil de los personajes. En tanto sus descripciones de paisajes y ámbitos son precisas y detalladas, recurre a la elipsis y a la alusión para narrar las historias. La excelente traducción de Isabel Ferrer Marrades resulta un buen soporte para que su prosa se luzca.
“La hija de la modista” se inicia con un eje cotidiano, sin sobresaltos, hasta que un accidente automovilístico hace deslizar la narración hacia la angustia y la opresión. Ese inesperado carácter siniestro aparece en otros cuentos, como “La habitación”, en el cual un matrimonio se ve sacudido por un asesinato que trastoca las vidas de ambos esposos, y plantea un fuerte escepticismo sobre la conducta humana ya que un personaje afirma: “La mayoría de las veces la gente no sabe por qué hace las cosas”. Un hecho ominoso ocurrido en el pasado tiñe fatalmente el presente en “Hombres de Irlanda”. La visión de un acto violento e irreparable sumerge a la protagonista de “Valentonadas” en la desolación. Esa desesperanza de Trevor puede bordear la tragedia: Jasmin, una adolescente que soporta en su casa una cotidianeidad bochornosa, se enamora de un hombre al que idealiza y tras el cual se oculta un abusador.
El título en inglés de esta colección es Cheating at Canasta, como uno de los cuentos (“Trampa jugando a la canasta”), que sugiere que los sentimientos difícilmente puedan expresarse con toda la energía que poseen. La propietaria de la granja “En Oliverhill” no se resigna a transformarla en un campo de golf, como exigen los nuevos tiempos, y amargada se recluye en una sala de la finca; tal vez en su inconsciente anide una venganza secreta hacia sus hijos, que no podrán soslayar la culpa de que fueron los que motorizaron ese cambio. El sobreentendido y la síntesis logran su punto más alto en “Una relación perfecta”, en donde el autor relata los hechos tomándose su tiempo, con cuentagotas. Aquí domina la soledad de los personajes y la tristeza de saber que no existe espacio para el amor, que éste se manifiesta a través de muchas dificultades: “Las mentiras estaban a disposición de cualquiera, en espera de que alguien las usara cuando pudiesen serle útiles”. Y “Fe” expone el derrumbe, acompañado de nostalgia, de un clérigo que de pronto duda de su vocación religiosa.
Los mandatos familiares son fuertes en los irlandeses, según la visión que se despliega en “Los niños”, en donde su crianza y educación se imponen al amor de una pareja (un viudo y una divorciada) que desea casarse. También “Viejo amor” presenta una decisión similar, ya que un personaje a punto de separarse “Se quedó, porque Zoë y los dos hijos que habían nacido hasta ese momento significaban más de lo que había creído”.
El protagonista de “Folie à deux” sólo encuentra orden y seguridad en su tarea de coleccionar sellos postales. Todo lo demás se compone de culpas, percepciones dudosas y una espantosa soledad.
Una relación perfecta se destaca por su primoroso estilo y la capacidad de abordar literariamente personajes convincentes y de honda carnadura humana.


“Una relación perfecta”, de William Trevor (Ed. Salamandra, Barcelona, 2012, 224 páginas)






“CUENTOS COMPLETOS”, DE ANTONIO DI BENEDETTO


                                                                                              Por Germán Cáceres *



Se trata de uno de los mejores escritores argentinos y, sin embargo, es poco conocido en el país y en el exterior. ¿Por qué? Tal vez su obra no sea fácil de leer, ya que es exigente por su profundidad; además, se abre en múltiples direcciones y presenta ciertos rasgos experimentales. Por otra parte, Antonio Di Benedetto (Mendoza, 1922/Buenos Aires, 1986), que también era colaborador del diario Los Andes de su ciudad natal, fue detenido por la dictadura militar el 24/3/1976 en su despacho del periódico sin que él nunca llegara a saber si se debió a alguna nota que escribió. No obstante, recién fue liberado el 4/9/1977 y, muy deprimido luego de sufrir torturas y cuatro simulacros de fusilamiento, se exilió primero en Francia y luego en España. Vivió seis años en Madrid y regresó a la Argentina en 1984, en donde se mantuvo con un simple empleo en la Casa de Mendoza.
Escribió innumerables cuentos y cinco novelas. De estas últimas se destaca Zama(1956), considerada su obra maestra.
Pero tal vez se halle en su cuentística la formulación completa de su estética y de su pensamiento sobre el hombre y su destino.
En Mundo animal (1953) hay bellas e inspiradas páginas como “Mariposas de Koch”, de escritura maravillosa por su cadencia y rigor. Aquí un tuberculoso cree que sus escupitajos son mariposas rojas criadas en el interior de su corazón. “Amigo, enemigo” exhibe una gran capacidad de síntesis y sus elipsis sugieren innumerables asociaciones respecto a un ratón y al recuerdo de un padre que se colgó del caño de la flor de la bañera. Estos dos cuentos están emparentados con la poética del Cortázar de Bestiario (1951). “Trueques con muerte” describe como ésta se va apoderando de la existencia.
El desasosiego domina en Cuentos claros (1957). Un padre viudo y su pequeño hijo parecen vivir un encierro patológico en “Enroscado”. Después del fallecimiento de la que fue esposa y madre, se mudan de una casa a una pensión. El niño se aísla hasta límites enfermizos que su progenitor no puede controlar. “As” exhibe una trama leve, hasta ingenua, en cuyo interior se entreteje un torbellino de sórdidas pasiones. Su lenguaje sintético y los espacios en blanco permiten pergeñar diversos episodios que muestran al ser humano cometiendo bajezas infames por cuestiones de dinero. En “El juicio de Dios”, un jefe de estación decide hacer escala con una zorra en un desértico paraje mendocino donde en forma sorpresiva los escasos pobladores lo acusan de una mala acción que no ha cometido. Está acorralado, y ese sentimiento de zozobra se transmite al lector. Una lucha de poderes se libra entre los personajes, que van experimentando situaciones de cruel desamparo y humillación. Este cuento y gran parte de la obra de Di Benedetto evocan por su insoportable angustia los filmesThe Brig (1964), de Jonas Mekas, y Cul de Sac (1966) y El inquilino (1976), de Roman Polanski.
Sólo de dos narraciones consta Declinación y ángel (1958). Una de ellas es “El abandono y la pasividad”, un relato sin personajes, en el que en apenas tres páginas se describe una habitación y sus objetos y, al final, unos zapatos que avanzan: se debe imaginar qué pasó y qué está sucediendo. “Declinación y Ángel” puede considerarse por su extensión una nouvelle y su concepción está emparentada con la “Nouveau roman”, en la que estaban enrolados Nathalie Sarraute, Michel Butor, Claude Simon y Alain Robbe-Grillet.. El autor oculta información y la historia avanza pero sin saberse con claridad qué está sucediendo. A ratos surgen observaciones propias de un guión de cine y varios de sus puntos de vista son típicos de una cámara cinematográfica. La escritura particular de Di Benedetto dota a los objetos de alma y presta suma atención a los sonidos. Sin embargo, se señalan los diferentes niveles sociales de Cecilia y Julián, por un lado, y de la familia de la vecina Ana, por otro, y se va aclarando la conflictiva relación de una amante sometida a los antojos y mandatos del hombre que la mantiene. La muerte trágica de Ángel, un chico, pone fin a un terrible desfile de engaños, intrigas y pasiones desenfrenadas.
El cariño de los tontos (1961) presenta tres cuentos magníficos. “Caballo en el salitral” plantea una crudeza desoladora: la lucha por la vida y la subsistencia llevada a cabo por la fauna (caballos, pájaros, pumas, palomas) que habita una zona desértica de Mendoza adquiere ribetes metafísicos: “el silencio es tan imperioso que el animal ni relincha, como si participara de una mudez y una sordera universales”. En “El puma blanco” la puntuación tajante y dura describe el febril rastreo de una suerte de Moby Dick criollo, que está lejos de la maldad de la ballena de la novela de Melville, y el investigador Polanco, que lo busca, es un capitán Ahab lírico y soñador. En “El cariño de los tontos” –que según Julio Premat “puede tomarse como una versión mendocina de Madame Bovary”- Di Benedetto refiere los movimientos de los personajes, como si sus piernas y brazos obraran por sí mismos. El lector presiente que algo siniestro y fatal está por acaecer, que la desgracia se avecina. Y ese final llega confuso, incoherente, no sólo para los tontos sino también para personajes como el veterinario y el rabdomante, que no cesan de negar la realidad y prefieren soñar aunque esta actitud desemboque en una pesadilla.
“Aballay”, que figura en Absurdos (1978), se puede entender como una indagación metafísica: el protagonista se convierte en un penitente que decide montar a caballo por el resto de su vida para expiar la culpa de una muerte. Esta especie de centauro maldito emprende un camino ineluctable y fatídico. La prosa es indirecta y propone nuevas formas de narrar y exponer una historia sin salida, donde todos pierden, desde el hijo de la víctima, que quiere vengar a su padre, hasta el mismo Aballay. “Pez”, un cuento de paisanos que desarrolla un rico vocabulario campestre, se muestra desgarrador, feroz, no tiene piedad hacia la indefensa Lumila, que es devorada por su propio perro, el que siempre le fue fiel. Es como si se quisiera señalar que a todos los seres humanos les aguarda un destino aciago.
Resulta evidente que la tortura y la prisión que sufrió desde marzo de 1976 a setiembre de l977, y el posterior exilio, minó la moral y la salud de Di Benedetto porque después de Absurdos su escritura no alcanzó el anterior nivel de excelencia. “En busca de la mirada perdida”, de los Cuentos del exilio (1983), es un relato de ciencia ficción, en el que desarrolla un manantial de ideas en detrimento de la elaboración de los personajes y de la narratividad. “Recepción” presenta un extrañamiento total, en donde el protagonista deambula por un mundo automatizado en el cual las actitudes y conductas vitales han desaparecido. En el breve “Bueno como el pan” algunas líneas dejan entrever los padecimientos espirituales que el narrador padeció en el exilio.
En esta edición de los Cuentos completos cuidada por Jimena Néspolo y Julio Premat, figuran dos capítulos, uno llamado Otro cuentos, que son trabajos reescritos por Di Benedetto, y otro formado por Cuentos inéditos. “Los trágicos amores de Julieta y Jordán”, del primer grupo, fue denominado por el autor cuento festivo, pero su humor no está suficientemente logrado, como se verifica también en “Trencito de la infancia”, del otro grupo. Esta edición contiene una introducción, “Lo breve, lo extraño, lo ajeno”, del nombrado Julio Premat, que revela una agudeza crítica y unos conocimientos literarios superlativos.
Antonio Di Benedetto obtuvo numerosas distinciones: Caballero de la Orden de Mérito (1969), otorgado por el Gobierno Italiano; Medalla de Oro, Alliance Française (1971); Título de miembro fundador del Club de los XIII (1973); Beca Guguenheim (1974) y Gran Premio de Honor de la SADE (1986).


“Cuentos Completos” de Antonio Di Benedetto (Adriana Hidalgo editora, Buenos Aires, 2009, 708 páginas)

Publicado por periódico Irreverentes  




Germán Cáceres 



Escritor y dramaturgo argentino, nacido en Avellaneda en 1938.
Colaborador asiduo en medios periodísticos entre ellos las revistas Lea, El Grillo, Proa, Ser en la Cultura, Desde Boedo, Archipiélago (México), y en las publicaciones virtuales Imaginaria, A hierro muere, Biblioteca Carlos Sánchez Viamonte, Nido de Caranchos, La Duendes, La máquina de escribir, Letras-Uruguay, Palermo online y WittyWorld (EEUU). Columnista del sitio El Muro: www.elmurocultural.com.
Autor de los ensayos sobre historietas Charlando con Superman (1988), Oesterheld (1992), Así se lee la historieta (1994) y El dibujo de aventuras (1996). Integró el equipo que confeccionó el Diccionario de uso de la historieta española (1997). Por esta especialidad fue invitado a los festivales internacionales de Budapest (1990), Skopje (1991) y St. Just le Martel (1992).
Escribió El checo, la giganta y el enano (cuentos, 1974), Frankenstina (cuentos, 1977), Cuentos para mocosos y purretes (literatura infantil, 1980), Los silencios prohibidos (novela policial, 1982), Los pintores mueren del corazón (cuentos policiales, 1985), Matar una vez (novela policial, 1992), y las novelas para adolescentes Soñar el paraíso (1996) y Traficantes de la selva (1999) (ambas publicadas por la editorial Alfaguara). En 1993 realizó una compilación de cuentos policiales argentinos con el título Thrillers al Sur, que fue editada en diskette y reeditada en 2002 por la editorial virtual Ibucs: http:/ibucs.tripod.com, que ese mismo año colocó en la red su antología de cuentos argentinos de ciencia ficción Otras rutas al futuro.
Colabora con la Fundación Ciudad de Arena dedicada a la difusión del género fantástico
En 1997 fue incluido en la antología Cuentistas Argentinos de Fin de Siglo, de Editorial Vinciguerra. En 1998 editó su drama en un acto Vamos a Manhattan, de Ediciones del valle. La misma editorial publicó en 1999 Suicidios en la cuarta dimensión, obra en dos actos, y en junio de 2001 El postre, en un acto y en 2003 Viajeros, en un acto.
En octubre de 2005 se estrenó su obra Knock out, fuera de combate, y en 2008, Aguas, piedras y escobazos.
En 1986 recibió Mención de Honor Premio Municipal en Cuento por Los pintores mueren del corazón. En 1992 obtuvo dos "Fajas de Honor” de la Sociedad Argentina de
Escritores (SADE): una en novela (por Matar una vez) y otra en ensayo (por Oesterheld). En 1996 mereció Mención de Honor en el Concurso Internacional de Ficción sobre Gardel (Montevideo-Uruguay) por el cuento “Rapsodia del Río de la Plata”. En 1999 la Socidad Argentina de Escritores le otorgó la “Faja de Honor”en teatro por Vamos a Manhattan, y la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el 1er. Premio Especial “Eduardo Mallea” por su ensayo La aventura en América, que la Editorial La palabra mágica publicó en diciembre de 1999. En junio de 2000, recibió la “Faja de Honor” de la S ADE en literatura juvenil por Traficantes de la selva.
En octubre de 2002 fue premiado en el concurso de cuentos “Atanas Mandadjiev”, celebrado en Sofía, Bulgaria, y se le otorgó el título de Gran
Maestro del Relato Policial.
El 5 de agosto de 2003 fue nombrado socio honorario de SADE.
En abril de 2004 apareció su libro Entre dibujos, marionetas y pixeles (Notas sobre cine de animación), publicado por Editorial La Crujía.
Ediciones BP publicó cuatro cuadernos de su autoría en su colección “Informes del Sur”: Orígenes de la historieta argentina (2004), El género fantástico en la historieta argentina (2005), Oesterheld: La aventura sin fin (2005) y Escobas revolucionarias (La gran huelga de 1907) (2007).
En junio de 2005 obtuvo el ler. y el segundo premios por Los Invisibles y Lluvia de cadáveres, respectivamente, en el Concurso Internacional de “Literatura Infantil y Juvenil” (novela) organizado por HMRSystems, que fueron editadas en audiolibro en febrero de 2006.
En noviembre de 2006 apareció su novela juvenil Lluvia de esqueletos, publicada en la colección Mar de Papel por la editorial CrecerCreando.
En setiembre de 2007 fue invitado a FLIPORTO, festival internacional literatura de Porto de Galinhas (Pernambuco, Brasil), para disertar sobre “El cuento latinoamericano”.
Su libro de cuentos policiales Por amor al crimen figura en el sitio “letras-uruguay.espaciolatino” desde enero de 2008, y su novela La partitura fantasma en “monografias.com” desde julio de 2008.
Varios de sus cuentos fueron traducidos al italiano y al portugués.
El 29 de marzo de 2008 la asamblea de la Academia de Letras e Artes do Nordeste Brasileiro lo nombró por unanimidad miembro de la misma.
Fue designado jurado en el Festival de cine “Buenos Aires, rojo, sangre”, 2008.
En 2010 se publicaron sus novelas juveniles El enigma del Siambón (Lomgseller) y El ataque de los acuanautas (Serendipidad). En conmemoración del Bicentenario, en 2010 se representó en las escuelas del Oeste Bonaerense su obra El incidente (Un episodio en la vida de Manuel Belgrano), que el 2 de abril de 2011 se estrenó en el Teatro Fray Mocho, de la Capital Federal.
Fue incorporado en 2010 al Diccionario razonado de la literatura y la crítica argentinas.
En febrero de 2011 salió la antología Teatro para niños 2 (Editorial Atuel), de la que formó parte con Una aventura en el ciberespacio. El 23 de abril de 2011 apareció la antología Cuentos y experimentos (Guadal), con narraciones de Poe, Wells, Bioy Casares y Lugones, que contó con la historieta El que veía los ruidos, con dibujos de Mauro Vargas y de la que escribió el guión.
En 2011, en el libro Episodios patagónicos, de Alejandro Aguado, figura la historieta Un amor austral, cuyo guión le pertenece.
En junio de 2012 salió el ensayo sobre historietas Evocando viñetas (Editorial La Duendes), y Ediciones del Naranjo publicó su novela juvenil “El misterio del profesor ausente” en agosto de 2013, con ilustraciones de Mario Vargas y diseño y diagramación de María Tasisto.
Desde 2013 Miembro de Número de la Academia Argentina de Literatura Infantil y Juvenil (AALIJ)


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