“De
amores y desamores”
de Marita Rodríguez-Cazaux
Por Germán Caceres *
En esta impecable selección de diecisiete cuentos, la autora, como
afirma Beatriz Isoldi en su magnífico prólogo, “maneja la palabra poética (…)
saturada de significación (…) que ahora marca su prosa”. Además, hay que
destacar el riquísimo vocabulario que emplea y sus frecuentes citas a la
mitología griega.
Una original mezcla de realidad y sueño recorre el texto, creando
un universo que tiene leyes propias. En “Duermevela”, la protagonista se
sumerge en el mundo onírico; “La ventana azul”, en cambio, representa la
pantalla televisiva que Adelina contempla obsesivamente, hasta que decide
obviarla y opta por mirar la vida por el ventanal de su casa. “El amor
transforma todos los sentidos” relata una misteriosa historia romántica que a
tramos está por asumir una clave fantástica. Un acontecimiento maravilloso
irrumpe en “Las Musas”, mientras que en “Estaba escrito”, el lector resulta
atrapado por una historia signada por el esoterismo y el horóscopo.
Los seductores o amantes inescrupulosos también aparecen en De amores y desamores y son castigados de
manera implacable como sucede en el ambiente de harén descrito en “Apenas
fango”. Una sutil venganza cargada de ironía ejecuta una escritora en “Una
justa decisión”. Es encomiable la tensión narrativa de “Mamá”, que parte de una
intriga para, por último, desembocar en la venganza que ejecuta un chico contra
su violento padre adoptivo. “La última reencarnación de Edipo” presenta a una
madre posesiva que debe darse por vencida frente a un hijo que logra encontrar
su destino a fuerza de voluntad y convicción.
Pero como no podía faltar un homenaje a la literatura por parte de
esta premiada escritora que se desempeña también como coordinadora de talleres
de cuento y poesía, “Eurínome y Ofión” respira por todos sus intersticios el
exquisito aroma de los libros: un gran lector termina transformándose en un
personaje trágico del ensayo Los Secretos
del Olimpo. Y el soplo lírico aflora en “La caja” -que la protagonista extravía-
en la cual guardaba los recuerdos de toda su vida. En definitiva, había perdido
su pasado, situación que conduce a carecer de presente. “La hora del silencio”
es una conmovedora historia de dos soldados que son amigos entrañables: en el
citado prólogo Beatriz Isoldi sugiere que “aporta la idea del doble o del amigo
imaginario”.
“Enteramenteentera” puede leerse como una irónica referencia hacia
las parejas que confunden compartir esfuerzos con dividirse en forma maniática
las tareas del hogar. En “Punto de acción”, una mujer decide encontrar un
candidato en un supermercado y choca con el frustrante reino del consumismo.
“Aritardo Inquino” es un tipo sumamente desagradable que por azar termina
ayudando a la justicia. Una intriga irresistible plantea “Como los dijes de tu
pulsera”, que concluye con un remate contundente. A su vez, “El séptimo
mandamiento” pinta con naturalidad a una cleptómana.
Marita Rodríguez-Cazaux prueba con De amores y desamores poseer un dominio mayúsculo de la forma del
cuento y una inagotable y fascinante imaginación.
* Germán Cáceres. Periodista, escritor, crítico y dramaturgo argentino.
Editorial Dunken, Buenos Aires, 2010, (104 páginas)
Reseña periódicoirreverentes
“De
amores y desamores”
Marita Rodríguez-Cazaux maneja la palabra poética. La
palabra saturada de significación que fluye en sus poemas, la misma palabra que
ahora marca su prosa en estos cuentos.
La palabra que significa, no es la palabra que cuenta sino
que nombra y en este libro de la talentosa autora, cada personaje, cada
situación se constituye por sí misma a partir de este nombrar.
En el universo literario que recrea Rodríguez-Cazaux se
produce una irrupción de las cosas que exceden la dimensión de “lo real” ya
desde la primera línea, marcando un clima, una atmósfera particular.
Por eso, en este libro es posible hablar de “Mundos” con
matices propios. Mundos de historias mínimas, de seres mínimos agigantados por
el arte de la escritora para entregarlos al lector obligándolo a ingresar a
esas otras latitudes de la realidad.
En el mundo impreciso de lo onírico y lo real, se
desarrolla el cuento Duermevela. Una historia mágica en el traspaso
apenas perceptible entre lo diurno y lo nocturno que recuerda aquel minicuento
de Chuang Tzú que, al despertar no sabe si es Tzú soñando con una mariposa o es
el sueño de la mariposa. O aquel otro cuento de Cortázar, La noche boca
arriba. Temas estos recurrentes en la literatura aunque siempre ofrezcan
una nueva mirada, como en el caso de Duermevela.
También tienen límites imprecisos los mundos de
Adelina de La ventana azul y los de Elena de El amor trastorna
todos los sentidos. En ambos casos un televisor o un cuadro atrapan a estas
dos mujeres aunque de manera distinta. Mientras la primera, gracias a un hecho
fortuito logra abstraerse de la fantasía y descubrir la otra fantasía que
ocurre en la calle para quedar también fijada en eso; la protagonista de El
amor… acepta el poderoso llamado del cuadro hasta ser absorbida por él.
En Eurínome y Ofión, el tema son los libros, la
obsesión, el mimetizarse, en este caso, con personajes de la creación del
universo y repetir su historia. La hora el silencio, aporta la idea del
doble o del amigo imaginario del que el protagonista no podrá desprenderse.
El mundo de lo humano, del hombre y la mujer de todos los
días con sus conflictos, el de la infancia y el de la ancianidad generan otros
cuentos. En Apenas fango, se perfila un personaje con tal exuberancia de
imágenes, metáforas e hipérboles que también podría hablarse de “el mundo
sensual de las palabras”.
La perversión o los aspectos más oscuros del ser humano,
marca a la protagonista de Una justa decisión, a Aritardo Inquino
y a los personajes de Enteramenteentera.
Por el contrario, la confusión, la perplejidad invaden a
los seres de Estaba escrito o a la desvalida Silvina de Punto de
Acción, cuento paródico, excesivo, casi de humor negro, y de desenlace
imprevisto y exacto.
La última reencarnación de Edipo, Como los dijes
de tu pulsera, el mundo de la infancia a través de cuentos de exquisito
relato. Las Musas y Mamá, ambos de una profundidad digna del arte
de Silvina Ocampo.
Estremecedor, La caja, el mundo de la ancianidad, la
tragedia de no poder hallar la vida y los recuerdos que quedan extraviados para
siempre.
Sin duda, en todos los cuentos, las metáforas narrativas,
las imágenes bien delineadas, permiten el fluido desarrollo de la historia y de
sus personajes.
Marita Rodríguez-Cazaux es una escritora cabal. Maneja
buenas ideas y halla la forma justa, el tono adecuado, los procedimientos
literarios más elocuentes para desarrollarlas y transportarnos al mundo del
“todo es posible”.
Beatriz Isoldi*
Beatriz Isoldi * Periodista, escritora argentina
Fragmento del prólogo para “De amores y desamores”, publicado por periodicoirreverenes 17/10/2013.
Nota: La imagen pertenece a PeriodicoIrreverentes
DE LA MISMA AUTORA, PRESENTACIÓN VIERNES 1 DE NOVIEMBRE 2013 EN EDITORIAL DUNKEN,
"Del glamour a la ciénaga".
INVITACIÓN ABIERTA
Ayacucho 357 - CABA -
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