sábado, 23 de marzo de 2013

PAISAJE AGÓNICOS



      La bailarina Anna Pavlova y cisne Jack                      

                        ANNA Y JACK




En vela espera el cisne que la noche
estalle de cristales la levedad del lago.
 

Muerte, y muerte de suave pluma,
aún es Anna,
cuando el agónico paisaje resucita al aplauso.




MEMORIA DA SÚA SOMBRA


Aínda,
bolboretas inquietas bordan na memoria
os leves anos dun templo esbelto.

A alma tersa como unha frouta nova,
a tinta recendada polas prisas
nese escribir o verso máis perfecto
e seguir compoñendo imperfecciones.
Luminoso brío de maxia
que persíguese e extravíase e repártese
no camino da abrente a man aberta.

Aínda,
        bate-las ás
a sombra loira e miúda do seu corpo
e o paso do seu acento polas letras do meu nome.



MEMORIA DE SU SOMBRA

Aún,
mariposas inquietas bordan en la memoria
los años leves de un tiempo esbelto.

El alma tersa como una fruta nueva,
la tinta perfumada por las prisas
en escribir el verso más perfecto
y seguir viviendo imperfecciones.

Luminoso brío de la magia
que se persigue y se extravía y se reparte
en la ruta del alba a mano abierta.

Aún,
       aletean,
la sombra rubia y menuda de su cuerpo,
y el paso de su acento por las letras de mi nombre.

M.R.-C.



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