viernes, 1 de mayo de 2020

COMENTARIOS LITERARIOS - RESEÑAS - CRÍTICAS



"LAS NIÑAS DE AZUL" 

DE MARÍA MARTA DONNET 



                                          Por Amadeo V. Gravino




Escribió Hermann Hesse "siempre mis obras intentan actuar sobre el alma" y esto debido a que todo poema es una sinfonía verbal que sugiere alternativas impersonales. 

Su lógica pertenece al mundo de la intuición, al suave mandato de las percepciones. 
Al poeta lo guían LOS SÍMBOLOS y no las leyes de la razón. Una inteligencia misteriosa construye estructuras que permiten ver el mundo. 

Ya se ha dicho que MÍSTICA Y POESÍA se parecen en que sirven al cauce del tiempo para que este desemboque en LA ETERNIDAD. Y el MÍSTICO tiende a sumar en un rapto a su SER con EL SER DIVINO, desprendido de todo lo que lo rodea. Mientras que EL POETA busca demorarse para alcanzar esa unión, tal vez porque sabe que en cada momento de su demora está YA PRESENTE LA ETERNIDAD. 

El objetivo de la poesía parece ser el generar UN DISCURSO A/LÓGICO, donde no exista la posibilidad de la negación. Los poetas intentan crear UN EFECTO DE ILIMITADO donde el ámbito de la afirmación se apodere de todo el mundo. 

Eso me parece que aproxima AL POEMA a manifestaciones primitivas como el lamento o el grito. En la poesía las palabras vibran como en sus orígenes, y no se trata de una vibración solamente musical: a través de las palabras del poema, la realidad que éstas designan recupera el poder de horror o de fascinación: SU PATHOS ORIGINAL. 

También escribió Hesse sobre "la concepción mágica de la vida siempre me ha sido afín, como a la mayor parte de los poetas". Por ello, todo lo que contribuye a disolver límites y hacer del mundo un conjunto homogéneo está lleno de fuerza poética. 

Ciertos objetos tienen un impacto poético porque al hacer borrosa la delimitación del espacio y el tiempo, inducen un estado sicológico especial: debido a ello, la poesía no es solo OTRO LENGUAJE, es también OTRA MIRADA. 

Teóricos modernos dicen QUE LA POESÍA PUEDE CON TODO, escarba en la basura, lame las heridas de los desgraciados, etc. ; por eso es posible que una poesía de la paradoja , de la angustia y de la opresión, nazca en medio de los hipermercados y los edificios de oficinas. 

Sabemos que no es una poesía alegre, no podría nunca serlo, más bien es una poesía del desamparo, de la infelicidad, una poesía terrible. Si tomamos LA POESÍA como confesión, ella aparece como un camino cuya meta sería expresar la personalidad del yo del poeta de manera total. Después, vendría LO SUPERIOR, LO SUPRAPERSONAL Y SUPERTEMPORAL, el arte estaría superado y EL POETA SE HALLARÍA MADURO para convertirse EN SANTO.
Hablamos de SANTO en el sentido de SER PIADOSO, el que acepta todo lo que le aportan los sentidos como LA VOLUNTAD DE DIOS.
         
Todo esto es lo que sentí y pensé leyendo LAS NIÑAS DE AZUL, excelente libro de María Marta Donnet, poeta de indiscutible talento. 

Hace muchos años dijo Ernesto Sabato "escribimos para no morirnos de tristeza en este país desdichado" y Borges sentenció que "la poesía es inmortal y pobre". A comienzos del Siglo XX había afirmado Apollinaire "la puntuación entorpecía el vuelo de un poema ya que este realiza su carrera alada de un solo golpe", años más tarde nos dijo César Vallejo "la forma del arte nuevo, revolucionario, debe ser directa, simple y descarnada. La emoción ha de buscarse por el camino más corto y a quemarropa".  

Entiendo que estas opiniones se cumplen plenamente en los poemas de este nuevo libro de María Marta, cuya aparición estamos saludando ahora. Sé que hay mucha gente que piensa que todos los libros son más o menos iguales, pero después de leer LAS NIÑAS DE AZUL yo no podré jamás volver a pensar lo mismo, porque este libro golpea, impacta, y a la vez brilla como una estrella pura que nos ilumina el oscuro camino de nuestros desconciertos .

 Amadeo V. Gravino, Buenos Aires, marzo 2020.



                                                                                               

María Marta Donnet nació en Carcarañá, provincia de Santa Fe. Desde 1994 reside en la ciudad de Pilar (Buenos Aires). 
Poeta y narradora de encumbrada obra literaria, es gestora de eventos culturales con apertura nacional e internacional.

2 comentarios:

  1. Qué excelente comentario, Amadeo. Las palabras de varios inteligentes y sensibles literatos se fusionan en la tuya, que les da el vuelo del poeta, aportando su pensamiento y su afecto. Disfruté de tus palabras, que "dicen". Muchas gracias. Tengo muchos deseos de leer el libro de María Marta, porque es una gran escritora y porque vos lo ofreciste en bandeja de plata. Un abrazo. Que estés muy bien. Ariana Dirbi Maggio

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