miércoles, 27 de noviembre de 2019

POETAS ARGENTINOS


AMADEO VICENTE GRAVINO



II


MIENTRAS GOLPEA EL VIENTO

mientras golpea
la copa de los tilos,
mientras golpea,
fiero,
en los techos de chapa,
en las vidrieras sucias,
ahora,
mientras golpea el viento
con puño cerrado,
sin piedad crece el otoño
como un roble dorado,
como una flor violeta;
ahora
mientras golpea el viento
con su puño cerrado
sin piedad crece el otoño frío
que marcha hacia el abismo
que marcha hacia el espanto
y nos hace temblar.


III


En las tardes de otoño
el viento todavía acaricia
los ciruelos.
Sobre el invierno
golpea, a veces,
el látigo de la lluvia.
Entonces, la tormenta sopla en los ilos
y en los álamos.
Después, a pesar de la lluvia,
la luna cubrirá de plata
los tejados.
En invierno o verano,
las calandrias bendicen la mañana.


IV


miro los gatos
en las cornisas/
las rosas duermen
entre las sombras/
miro los gatos...
chillan los grillos
en los rincones
penas de amor...
el sol se aleja/
flota la luna/
el bosque brilla...
vuelan las hadas/
chillan los grillos/
cantan las ranas...
llueve claveles
sobre la tierra:
el bosque brilla.


De "Versos de sopa y café con leche".
Liminar de María Marta Donnet.
Imaginante editorial (2019).



“KARINA, 
HERMOSA COMO UN VERSO DE HÖLDERLIN” *


Esta princesa de los cuentos
Va por las calles azules de la primavera
Y baila en las esquinas de una ciudad con trapecios
Y palomas / y conejos / y magos

Después:
-Dorada equilibrista-
Salta a las nubes de pañuelos de seda
Con zapatos rojos
...

Ella pequeña y dulce como una uva
Tiene risa de pájaro
Ojos de caramelo Media-hora
Que me tocan el alma muy despacio
Ella es un bombón de fruta
Una osa de pañolenci/ una pequeña garza
Que bebe la línea azul del horizonte en el ocaso

Ella paloma de mi corazón/terrón de azúcar
Tiene pechos de manzana y es fina como el mimbre
que se inclina bajo una luna de aluminio

...

Ella marea como el vino
Vibra como la música de Bach
Ilumina como una lámpara

Sus cejas de jade y de marfil y de papel de arroz
Evocan tesoros de la China o Japón / tesoros de la India
Tesoros de Grecia cantados por Homero

Pequeña y temblorosa paloma enamorada
Verso de Paul Eluard o de Dante o de Rilke
Que viaja en el viento enamorado
Sobre el mar enamorado
Y por el cielo enamorado
entre enamoradas nubes
Y planetas también enamorados


Música de Brahms o Chopin/Canto Gregoriano
Que entra al corazón de la noche estrellada
Celeste y delicada como una gacela
A la noche de Babilonia o de México
A la encendida noche de las Isas Canarias
A la noche de Caracas o Londres
A la noche de Madrid o Florencia o San Francisco
A la dulce y calurosa noche de Singapur


La primavera sube por sus venas de miel y chocolate
Y es música en su sangre / y es polen en sus pechos
Y es licor en su sexo
Y el dedal de su ombligo

...

Pequeña y temblorosa paloma enamorada
Su corazón es un flamenco o un cisne
Que bebe mariposas de luz
Del río violento que nos moja las manos / los tobillos

Su corazón es un tigre cachorro que comerá su presa
En el corazón musical de la selva
Su corazón es un ciervo que corre
Las sombras y el perfume del bosque
En la tarde azul y esbelta que visitan los ángeles

Pequeña y temblorosa paloma enamorada
Todo su cuerpo es pan / es vino y es consuelo
Todo su cuerpo es un manjar del cielo
Para los hombres que la amamos.



De "Poemas con princesa", (1998)
Poema leído por el autor en "El Balcón de los Poetas"



BREVE COMENTARIO EN TORNO AL POEMARIO
"POEMAS CON PRINCESA" 

Por Marita Rodriguez-Cazuax


“…Todos la adoran como una diosa”. 
Vicente Huidobro 



Los poemas amorosos de Amadeo V. Gravino invitan a detener la mirada en figuras de exquisita trama lírica. En el poema que da nombre al artículo, el poeta hilvana itinerarios de vertiginoso y sensual acontecer cotidiano con alegorías y comparaciones emblemáticas, manifestando poderoso lenguaje y sagaz imagen de cámara sobre las escenas.

Karina, una muchacha de carne y hueso –bella carne y bellos huesos–, se convierte a través de los ojos del enamorado no sólo en hermosa como un verso de Hölderlin sino en “Esta princesa de los cuentos” que transita “por las calles azules de la primavera/Y baila en las esquinas de una ciudad con trapecios […] Tiene risa de pájaro/Ojos de caramelo Media-hora/Que me tocan el alma muy despacio…” mientras lo cautiva de colores y aromas “–Dorada equilibrista–/Salta a las nubes de pañuelos de seda /Con zapatos rojos”, “… pequeña garza[…]paloma de mi corazón/…fina como el mimbre que se inclina bajo una luma de aluminio”[…].

Los versos suceden al compás de la propia cadencia de Karina “Su corazón es un ciervo que corre”; evocan belleza atemporal “…cejas de jade y de marfil y de papel de arroz/…” enalteciéndola tal como “tesoros de la China y Japón/Tesoros de la India/Tesoros de Grecia cantados por Homero” y musicalidades de sublime inspiración “…Vibra como la música de Bach/…Música de Brahms o de Chopin/Canto Gregoriano/Que entra al corazón de la noche estrellada”[…] que adquieren sensorial manifestación “… es música en su sangre/y es polen en sus pechos/Y es licor en su sexo y el dedal de su ombligo”.

La lira del poeta no cesa de enaltecer a la “Pequeña y temblorosa paloma enamorada” y en su afán acude a la iluminación de pretéritos poemas “versos de Paul Eluard o de Dante o de Rilke” para que su vuelo levite “…sobre el mar enamorado/ Y por el cielo enamorado/ Entre enamoradas nubes /Y planetas también enamorados” porque nada es suficiente ante la fascinación que le provoca y “marea como el vino/Ilumina como una lámpara”.

Unidad entre corazón y mente resucitan, a través el cuerpo de Karina, amores/sueños/goces que entran celestes y delicados “A la noche de Babilonia o de Méjico/A la encendida noche de las Islas Canarias/A la noche de Caracas o Londres/A la noche de Madrid o Florencia o San Francisco/ A la dulce y calurosa noche de Singapur” para iluminar vértices de sombras y deseos.

Asimismo, cercano a aquellos cantares viriles de juglaría que enaltecen la figura femenina deidad/ heroína, Gravino faculta nervio a recursos de especial y libertaria fuerza “Su corazón es un tigre cachorro que comerá su presa/En el corazón musical de la selva […]/Las sombras y el perfume del bosque/En la tarde azul y esbelta que visitan los ángeles”.

Poeta de fenomenal talento, Amadeo V. Gravino goza de relevantes dones líricos, trae al presente la encumbrada poesía de Ungaretti, Pavese, Salinas, donde se percibe cuadro, imagen, sustancia existencial “Todo su cuerpo es pan/es vino y es consuelo/Todo su cuerpo es un manjar del cielo/Para los hombres que la amamos” y celebra la hermosura y la iluminación del espíritu de la manera más expresiva, propiciando el encuentro no sólo con lo bello sino con el aura del instante que salva al mundo “Del río violento que nos moja las manos/los tobillos”.

Así, milagrosamente, habrá de tocarse “la línea azul del horizonte en el ocaso” y concebir “a la pequeña y dulce como una uva […] “Bombón de fruta […] pequeña garza”, eternamente hermosa. Como un verso de Hölderlin.
Buenos Aires, diciembre 2017. 


*(1945) Escritor, ensayista, poeta y dramaturgo argentino de nutrida obra literaria.
Coordina junto al escritor , poeta y músico Luis Calvo el ciclo de cultura y arte Antonio Aliberti en el Café Notable Montserrat.

















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