lunes, 2 de marzo de 2020

POETAS ARGENTINAS

      OLGA OROZCO




    Toay, La Pampa, 1920 -  Buenos Aires, 1999
    Docente, poeta, escritora, periodista, actriz.
    Hija de Carmelo Gugliotta, emigrante siciliano de Capo d' Orlando, pasó sus primeros años entre Toay (La Pampa) y Buenos Aires hasta que en 1928 la familia se mudó a Bahía Blanca y ocho años más tarde se radicó definitivamente en Buenos Aires. 
    Estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de la  UBA donde se recibió de Maestra Normal. 
    Muy joven fue una de las integrantes del grupo literario surrealista Tercera Vanguardia, al cual pertenecían, entre otros, Oliverio Girondo y Ulises Mezzera.
    Como periodista dirigió publicaciones literarias y colaboró en la revista Canto que dirigía su primer esposo, el poeta Miguel Ángel Gómez y reunía a la llamada Generación del 40. 
    Por esa época hacía comentarios sobre teatro clásico español y argentino en Radio Municipal y se desempeñaba como actriz teatral en Radio Splendid en la compañía de Nydia Reynal y Héctor Coire. 
    En los años sesenta fue redactora en la revista Claudia y organizó el horóscopo del diario Clarín durante los años 1968 y 1974.
    Basó su producción poética en la influencia que en ella ejercieran San Juan de la Cruz, Rimbaud, Nerval, Baudelaire, Milosz y Rilke. 
    La influencia de los relatos en boca de su abuela María Laureana la llevarán a desarrollar una poética en donde la infancia es una puerta iniciática. Su vínculo con el tarot la lleva a escribir poemas como "Cartomancia" o "Para destruir a la enemiga". Olga ritualiza cada gesto vinculado con el acto de escribir. Así por ejemplo, solía repetir en entrevistas que acostumbraba escribir con una piedra en cada mano. Una traída de donde nació su padre, otra de la tierra de su madre y una tercera que le había obsequiado un amigo de la infancia al dejar Toay para irse a Bahía Blanca.
    Orozco se caracteriza por una inteligencia sutil que le permite una extraordinaria capacidad para recurrir a los tropos —una característica suya es el uso frecuente y logrado que hace del oxímoron—; también sabe hacer uso de versículos en los que desarrolla una especial y visionaria imaginación pródiga en expresiones, siendo sus temas frecuentes la evocación de la niñez, que asimila con la época del paraíso perdido, la adolescencia - época de la develación - o, en última instancia, el recurso de la memoria en donde el tiempo parece a resguardo y recuperable ante la muerte.
    Su obra tiene proximidad con las de sus compatriotas y coetáneos Enrique Molina y Alberto Guirri.​
    En 1965 se casa con el arquitecto Valerio Peluffo, del que confesó era gran amor de su vida. Después de la muerte de Peluffo, acaecida en 1990, le dedicó el poema "En la brisa, un momento"
    (Fragmento)




    Ah, si pudiera encontrar en las paredes blancas de la hora más cruel / esa larga fisura por donde te fuiste, / ese tajo que atravesó el pasado y cortó el porvenir, / acaso nos veríamos más desnudos que nunca, como después de nunca, / como después del paraíso que perdimos, / y hasta quizás podríamos nombrarnos con los últimos nombres, / esos que solamente Dios conoce, / y descubrir los pliegues ignorados de nuestra propia historia / cubriendo las respuestas que callamos, / incrustadas tal vez como piedras preciosas en el fondo del alma".


    «Primer Premio Municipal de Poesía» (1963)
    «Premio de Honor de la Fundación Argentina» (1971)
    «Premio Nacional de Teatro a Pieza Inédita» (1972) por Y el humo de tu incendio está subiendo
    «Gran Premio del Fondo Nacional de las Artes» (1980)
    «Premio Esteban Echeverría»
    «Gran Premio de Honor» de la SADE (1989)
    «Premio Nacional de Poesía» (1988)
    «Premio Gabriela Mistral» de la OEA (1988)
    «Premio Konex de Platino de la Fundación Konex» (1994)
    «Láurea de Poesía de la Universidad de Turín»
    «Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo»(1998)

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