miércoles, 4 de febrero de 2015

POÉTICA

LAS MANOS

                                                                                                      Por Mariana Ruíz

Manos
Ríos castaños tibios, viajan lento,
tropiezan contra pequeñas ruedas estáticas
que el paso del tiempo ha plasmado.
 —
Ríos que juegan y forman garabatos en la planicie.
A veces dibujan letras.
Inquietas, ágiles, sabias.
No dudan.
No tiemblan.
Son decididas.
Han pasado por muchas estaciones
sin perder la brillantez de juventud.
Mentiritas formadas como puntitos blancos
perdidos en uñas rizadas
advierten que si no “comemos toda la comida, no habrá postre”.
Pintadas o naturales no pierden su esplendor.
Ordenan con notable ligereza
 el alborotado vestuario de prendas arrojadas en la cama.
En la vorágine del acomodamiento, escarpados orificios de medias gastadas,
la tientan al hilo y a la aguja
para cubrir la ventilación de tantos días de uso.
Es tiempo de enseñar.
Floreros de hilos, quedan estampados
en telas encontradas para la ocasión.
Añejas manos y jóvenes manos
entrelazan nudos para aprender a bordar.
Nunca pierden el calor.
Calor que es caricia de luz sobre la infancia
y bendiciones sobre la frente de cabellos despeinados.
Atentas a todos los pedidos,
no reposan sin antes preguntar “qué necesitas”.
 —
Manos amadas.
Las amo.
 Rojizas nubes candentes, mezcladas en el firmamento infinito
del celeste cielo.
Me saludan
y me dicen adiós.
Pienso que volverán.
Otro ocaso las veras partir.
Ya no.
 —
Todavía espero a que los agujeros de mis medias gastadas
se pueblen de coloridas puntadas y me tapen los dedos del desnudo invierno
 que está por llegar.

* * *
Poema publicado en la fecha  por periódico Irreverentes.

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