sábado, 25 de abril de 2020

POÉTICA






ARTÍSTICA PÉRDIDA




Sintonizada en el dial de la inconstancia
con cortina musical de programa vespertino
y voz de culebrón de autores mexicanos,
montaste un estreno sin ensayo
en el patio trasero de tus ansias
y me plantaste a mí, la garantía.

En off preguntas y respuestas,
detrás de cortinados desvaídos
llegaban en desarticulada escenografía. 

Apenas con las luces apagadas,
en el mismo primer acto clausuraron
por plagio vergonzante la boletería.

Al instante se apagó la marquesina
y quedaron los aplausos en suspenso.

Alguien debió decirme que sin apuntador,
sin mérito de elenco ni recursos,
desabrida y mal publicitada
no alcanzaría altura de espectáculo.

Y por si poco fuera tu fracasado intento,
perdí mis ahorros en la puesta
y me corre el prestamista por la deuda.






MODUS OPERANDIS





Si de tu curriculum vitae
debiera hacer ad memorandum
y tus virtudes tuviera 
que armar en balance para la AFIP,
siendo fiel a las pruebas excluyentes
diría que si algo es destacado
en todo tu paisaje de carácter
es ese egocentrista modus operandis,
cínico trasbordo que tu arte
vuelve malabares impecables.





INVERSIÓN





A tanto como di, le quité precio.
Y aún así,
me juzgó la vida tan mezquina
que no me devolvió lo entregado
ni en dinero sonante,
ni en cheques,
ni pagarés, 
ni letras de tesorería,
ni en horas de pasión.


Y ahora que me voy,
me persigue la AFIP con telegramas
para saldar una cuenta contraída
en tiempos que no recuerda mi memoria.

Y me obliga a dejar en la aduana de salida
lo único que tengo sobre el cuerpo:
un paisaje soñado y perseguido,
secreto superávit de amores
y esta mortaja apenas balanceada.





GARITO





Si tengo que pensar que te marchaste
y he de comprender por qué lo hiciste,
será mejor trapisondarme en un tapete.

Como un juego de azar, con firme mano
del cubilete echar a brinco el dado
que aun perdiendo, simular que he ganado.

Para ganar sin ganar una partida
hay trampas inocentes en la vida
que se juegan solamente en un garito.







SALE



Recuerdo que compré esta blusa
una tarde de enero, en oportuna SALE.
Y este par de zapatos, y este fino
collar de jade y nácar y este rímel.

Y los perdí, apenas estrenados
en una habitación impersonal
de hotel de ruta.

Qué lástima sentí haber pagado
monedas de liquidación por ellos.

(He comprendido que han costado
un dineral de dolor estas rebajas).




Marita Rodríguez-Cazaux

Los poemas editados están incluidos en Poesía congregada (2014) y Escote abierto (2017)



Imagen Internet
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