OJOS DE RÍO
De toda imperfección perfecta
y de todo pecado concebida
me enamoró la luz que ya era sombra
de su pupila.
Por el laberinto de sus ojos
entró mi cuerpo en el instante exacto
en que el párpado cerraba levemente.
Y de un trago bebí
el agua dulce del río de su iris.
ALEJANDRO ARAZO
Poesía para M. (2014)
*Los derechos y atributos pertenecen a su autor.
Imagen: Internet
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