TERCERA PERSONA
Pensarte en tercera persona.
A la
distancia que en la escollera guardan
los
pasos esquivos al peligro del río.
Saberte en tercera persona.
Tu
sombra sobre otra sombra empalmada,
fija en
el mandato que el semáforo indica.
Entenderte en tercera persona.
Monosílabo,
interrupción. Silencio.
Apagado
murmullo sin arrojo.
En
tercera persona, sin Vos y Yo, la vida.
Mansedumbre
de vaga simetría. Escondite.
Agazapadas
paredes en penumbras.
Equilibrio
sobre andamios de cristal,
turbios
espejos, cables cortados.
Apenas migajas en un hambre de guerra.
Perder
mi Yo, bajar al nada. Olvidarme del Vos.
Seguir
desestabilizando conjugaciones.
Y
perderme, perdida, en tercera persona.
MUDEZ
Los dos sabemos que no hay palabra cierta.
Que no
hay modo de echar a andar
un
vocablo que contenga
este
ultramar de cuerpos que nos ata.
De
cuerpos y de vísceras, de alma,
de lo
recóndito, oscuro y luminoso
que
batalla en la existencia.
Los dos
sabemos que vamos al silencio.
Que no
hay para nosotros lengua alguna,
que
pueda presentir siquiera.
Sabemos,
a verdadera ciencia,
irremediablemente,
que
mañana,
hoy,
nunca,
o
dentro de mil años,
nos
hemos de perder.
Y
tampoco existirá palabra que lo cuente.
M.R.-C.
PASOS DESNUDOS -
Poemario (2013)
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