sábado, 26 de julio de 2014

DÍA DA PATRIA GALEGA



HORA BALEIRA

Ten a soidade encol da miña carne
leira roubada. O reloxo allea
un diapasón de lexanía.

Afógase a alma no lodo da bágua.

Baleira,  aterece a hora da ausencia.
Non fixo outra hora. Só ista,
enlazada a miña gorxa coma unha pedra.







HORA VACÍA


Tiene la soledad sobre mi cuerpo
campo robado. El reloj enajena
un diapasón de lejanía.

Se ahoga el alma en el lodo de la lágrima.

Vacía, tirita la hora de la ausencia.
No hubo otra hora. Sólo esta,
atada a mi cuello como una piedra.








SÓ PARA NÓS   

Leva a chuvia o mesmo recendo
da distancia,
 bogar de pedra.
Tralo muro cativo, a fror do toxo
Alumea.
Eo sol é orballo amarelado.

É tan doce a chuvia, e tan nosa
que cantilena loce
só para nós.
Só, para istos  murchios corpos
que sedentos de patria imos.
Cativos na terra allea.





SÓLO PARA NOSOTROS

Trae la lluvia el mismo aroma
de la distancia,
 bogar de piedra.

Tras el muro bajo, la flor del toxo
alumbra.
Y el sol es rocío amarillento.

Es tan dulce la lluvia, y es tan nuestra
que sonsonete luce
sólo para nosotros.
Sólo, para estos mustios cuerpos
que sedientos de patria vamos.
Cautivos en la tierra ajena.




BOGAR NO ABECEDARIO


¿Qué haberá de saber o verso
da ferida quelo trae?
Qué sabe
do estío perdido, da tardiña
en orfandad de aperta.
Qué poderá saber
de encerro e celosía.

E aínda máis,
qué puidese dicir iste páramo de letra en desatino.

Qué dirá ao pechar
a agochada palabra, o verbo extraviado,
iste fraquiño verso, sen música,
sen trilo. Iste farrapo
de amor
 que boga no abecedario.


BOGAR EN EL ABECEDARIO


¿Qué sabe el verso
de la herida que lo trae? Qué sabe
del estío perdido, del atardecer
en orfandad de abrazo.
Qué pudiera saber
de encierro y celosía,
que podrá decir este páramo de letra en desatino.

Qué dirá al fin
la oculta palabra, el verbo extraviado,
este flaquito verso, sin música,
sin trino. Este harapo
de amor
que boga en el abecedario.




VELAMEN  DE MIL MUNDOS  

                         A la emigración gallega 




Toda la vida se agita y se despliega
Grávida de albores y de estrellas
Como un sudario sobre la cruz del mástil.

Extendido velamen que en el exilio habita
tejido con la sal del mar batido
por  herrumbrosa bruma de recuerdos

Abullonada blusa marinera empapada de sal.
Vela que a ras del alma boga por mil mundos
tras millones de ecos en el acento eterno,
en el amado perfume del  idioma.

Pañuelo triangular de despedida
Agigantado en el puerto de partida
Tensado de nostalgias.

Las manos ya son pájaros al vuelo
y los ojos se demoran en el verde pinar,
la ría, el campo, la casa, el hórreo, la fatiga,
el baile del serán, la piedra, el monte,
el son dulcísimo de gaitas. Y la risa del niño
 y la ternura que en la orilla se quiebra,
por no partir jamás, aunque partiera.

Nada dirá mejor la pena más profunda,
la herida del destierro,
que este lienzo de nácar, golondrinita en vuelo.

Bandera de la Paz que sobre el mar flamea,
trozo de Patria libre, universal, abierta,
 sábana libertada en estandarte.

 Azarosa de miedos, inquietante de gozos
embargada de empeños,
arriada del tenaz  soñar del Emigrante.



Poema inspirado en las marinas de la  pintora María Inés Pérez Daglio, querida  amiga.



Imagen: Internet
Dibujo del médico y escritor galleguista  Alfonso Rodríguez Castelao
"Yo no quería morir allá, ¿sabe madre?"


Poemas de M.R.-C.
Luz de raizame - Poética galega (2014)

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