Han emigrado los pájaros de estío
de mi ciudad de asfalto,
sus alas en busca
de horizontes sin metralla.
En inquieta ceremonia despidieron
sobre el alero de mi ventana
las hortensias amarillas
y el cielo, pincelada celeste de relámpagos,
pobre y desnutrido de mi patria.
Partieron,
saetas de pluma tibia,
sobre un campo minado de hambruna y peste
por la frontera de traición
que cruzan los esqueletos de millones
sobre un campo minado de hambruna y peste
por la frontera de traición
que cruzan los esqueletos de millones
perdidos en el cuenco de su
ombligo.
* * *
Imagen: Gentileza Liliana Morono
No hay comentarios:
Publicar un comentario