martes, 9 de julio de 2013

FELIZ CUMPLE, SUPERMAN


https://encrypted-tbn3.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcRj-w8KVDNRif9o_bkOz_euLXyI7cGc6Sqa1C0dnAUGgqBGC45EkQ
El hombre de acero

                                                                                       Por Germán Cáceres *


Al cumplirse setenta y cinco años de la aparición de Superman, en la Argentina se estrenó el filme El hombre de acero (2013), dirigida por Zack Znyder, producida por Christopher Nolan y escrita por David Goyer, que plantea una reformulación del héroe utilizando parte de los cambios efectuados desde sus comienzos.
En primer lugar se hace hincapié en que es un extraterrestre y que esa circunstancia lo obliga a ocultar su identidad porque provocaría una gran alarma en la humanidad, ya que ésta caería en el pánico si se enterara de que se realizó el primer contacto de la historia. Pero Superman se tortura porque tampoco sabe de dónde viene ni cuál es su función en la Tierra. Es una lástima que la película derive hacia los efectos especiales y el cine catástrofe, porque si bien éstos son de una calidad excepcional (poco a poco la ciudad de Metrópolis queda prácticamente destruida) el filme pierde la fascinación de esa línea intimista.
Superman es un sobreviviente del planeta Kripton –en donde se llamaba Kal-El-, que de niño fue enviado a la Tierra en una nave espacial por sus padres Jor-El y Lara-Lor-Van para que pudiera perdurar la raza de los kriptonianos, antes de la destrucción total de su planeta. La cosmonave aterrizó en Smalville, un pueblo ficticio de Kansas, y fue adoptado por Jonhathan Kent y Martha Kent, un matrimonio de granjeros que lo criaron con el nombre de Clark Kent y bajo un estricto código moral. Esta ética determinó que el titán se transformara en un acérrimo defensor del capitalismo y del estilo de vida de EE.UU. En la citada El hombre de acero, llega a decir que nadie es más norteamericano que él.
Aunque apareció por primera vez en 1938 en la revista Action Comic Nº 1, había sido creado en 1932 por el escritor estadounidense Jerry Siegel (1914) y el dibujante canadiense Joe Shuster (1914), ambos de origen judío. Además, eran amigos y voraces lectores de ciencia ficción y de las publicaciones pulps. Siegel contó que una noche de insomnio en un dormitorio de la casa de sus padres en Cleveland pensó en un héroe excepcional, más forzudo aún que Sansón y Hércules, y a la mañana siguiente llevó la idea desarrollada a la casa de Shuster, que luego de dibujarlo puso la siguiente descripción: “Un genio por su inteligencia/ Un Hércules por su fuerza/ Una Némesis para los malhechores/ EL SUPERMAN”. Los dos historietistas eran, además, cinéfilos, y Shuster se inspiró en el Douglas Fairbanks del filme Robin Hood (1922) para registrar la postura del hombre de acero y  en el  cómico Harold Lloyd  para la cara de Clark Kent, cuyo nombre Siegel formó al combinar el de los actores Clark Gable y Kent Taylor. En cuanto a la imaginaria ciudad de Metrópolis, fue un homenaje al filme homónimo de Fritz Lang de 1927.
  En un comienzo no poseía los atributos descomunales que las posteriores versiones (tanto de historietas, como radiales, cinematográficas y de TV), le fueron otorgando. Así, sólo podía levantar un auto por sobre su cabeza, correr ligero, saltar una distancia de cuatrocientos metros y ser inmune a las balas. Gradualmente fue adquiriendo la capacidad de volar y de visión infrarroja y de  rayos X, entre otras, además de padecer una debilidad hacia la kriptonita verde, la que anulaba sus poderes. Ésta es un mineral radiactivo que proviene de la explosión de Kripton. Asimismo hay kriptonita de otros colores y efectos.
Su posibilidad de vuelo derivó de un hecho práctico: el estudio de animación de los hermanos Max y Dave Fleisher estaba realizando cortos sobre Superman, que entre 1942 y 1943 llegaron a diecisiete, y manifestó que si sólo podía dar grandes saltos traía dificultades en el dibujo y sobre todo en el guión para trasladarlo de un lugar a otro. En el comienzo del primero de esos cortos (Billion Dollar Limited, 1942),  varias voces gritan: “¡Mira! ¡Arriba, en el cielo! ¡Es un pájaro! ¡Es un avión! ¡Es Superman! “. En el filme actual también se le modifica su atuendo: ya no más el disfraz con calzoncillos rojos propio de un acróbata de circo, sino que su traje es mucho más sobrio, una suerte de malla metálica que lo protege. Otra novedad de la película consiste en  acentuar en todo momento que se trata de un extraterrestre.  
Se sabe que Superman (en la Argentina al principio se lo llamó Superhombre) tiene una personalidad secreta, la de Clark Kent, un tímido periodista del Daily Planet, que usa anteojos y traje azul  y está enamorado de su compañera de trabajo Lois Lane. La permanencia en este diario le permite informarse de los sucesos de actualidad, sobre todo de los delitos, para después combatirlos al transformarse en el espectacular Superman. En ese juego contrapuntístico en que se mueven las aventuras reside el peculiar sortilegio de la historieta. Además, el lector primero se reconoce en Clark Kent y luego fabula con Superman. Algo similar sucede en el interior de los mismos personajes: el periodista ama a Lois Lane, que, indiferente, sueña con el superhéroe, mientras éste no puede acercársele sentimentalmente porque debe cumplir con su misión hacia la humanidad.
Con el correr de los años, este peculiar triángulo adquiere otro sentido: la figura de Clark Kent pierde relevancia y Lois llega a casarse con Superman en 1996. Y se le agregó una particular tradición familiar: Superboy, que refirió principalmente sus aventuras juveniles, y Supergil, una prima nacida en Kripton y que llevó allí el nombre de Kara-Zor-. Durante los años noventa se produce la muerte de Superman, pero muy pronto revive. Antes, en 1941, se pidió a los guionistas John Broome y Gardner Fox que formaran una suerte de club de superhéroes, y así nació “La Liga de la Justicia”. Otro rediseño del personaje ocurrió en 1985 con la saga “Crisis en las Tierras Infinitas”, en la que  intervino el guionista Marv Wolfman y el dibujante George Pérez. Aquí el despliegue imaginativo creó un multiverso, es decir varias versiones del universo que existen en el mismo espacio. En cada uno de ellos actúan superhéroes distintos y esos mundos se identifican como universos alternos o paralelos (Tierra -1, Tierra -2, etc.)  Durante esta serie se crearon numerosos personajes y se eliminaron otros. Fue el primer crossover (es, decir, el cruzamiento de personajes en un relato) del género superheroico, al incluir la mayoría de los títulos de la editorial DC Comics. La fuente de sus poderes también ha ido cambiando: en un principio los mismos se explicaban por la mayor gravedad del planeta Kripton, para luego decir que esa superioridad física la fue adquiriendo porque los rayos del Sol –que no se divisaba en su planeta natal- fortalecían a los kriptonianos.
Superman: la película (1978) es, hasta la fecha, su mejor versión cinematográfica, que dirigió Richard Donner e interpretaron magníficamente  Christopher Reeve, Marlon Brando y Gene Hackman. La serie siguió con Superman II (1980), Superman III (1983) y Superman IV (1987), todas con el mismo actor protagónico. Éste, en 1995, se cayó del caballo durante una competencia hípica, quedó parapléjico y falleció en 2004, después de desarrollar una labor humanitaria a través de su fundación de ayuda a los enfermos terminales.
Resulta sorprendente que George Reeves, famoso entre los años 1930 y 1950 por su actuación como Superman en filmes clase B y en la exitosa serie de televisión Aventuras de Superman, tuviera un final trágico. Pero su historia es más confusa porque existen varias  explicaciones no comprobadas. Una dice que se suicidó porque le asignaban pocos papeles ya que Superman había agotado al público y los productores abandonaron al personaje. Asimismo, Reeves tenía problemas en hacer otros roles dado que los espectadores lo reconocían como el superhéroe, y se mató tirándose de un balcón. En cambio, el informe oficial del Departamento de Policía de Los Angeles  testimonia que el 16 de junio de 1959 murió de una herida de bala en la cabeza producida por él mismo en su casa de Beverly Hills. El actor estaba acompañado por varias personas, entre ellas su pareja, que atribuyó su suicidio a la depresión que sufría por sentirse frustrado en su carrera. Sin embargo, estas amistades –que se hallaban en estado de completa ebriedad cuando llegó la policía- hicieron declaraciones contradictorias y se llegó a especular que murió asesinado.
A los creadores de Superman no les fue mejor: vendieron sus derechos por una suma ínfima a la compañía  que editaba la revista Action Comics, con la que, además, firmaron un contrato para suministrarle material. Tanto el valor de este contrato como el de los citados derechos estaban lejos de los millones de dólares que ganaba la empresa. En 1947 Siegel y Shuster le entablaron una demanda para que se declare nulo el contrato firmado en 1938 y se les restituyera los derechos de propiedad intelectual. Los historietistas fueron despedidos y tras una larga batalla judicial lograron en 1975 que se les concediera una renta anual y que en el futuro se mencionara su autoría en las producciones del superhéroe, cualquiera fuera el medio expresivo. En estos logros incidió la campaña que realizó el brillante dibujante Neal Adams para que se concretara esta reparación. Shuster falleció en 1992 y Siegel en 1996. La batalla judicial aún prosigue con sus herederos.
Por lo visto, a Superman lo acompañaron el éxito y la gloria, pero también la desgracia.

                                                                          *



Germán Cáceres nació en la localidad de Avellaneda, provincia de Buenos Aires (Argentina), el 27 de febrero de 1938. Se graduó en Ciencias Económicas.
Colabora en varios medios periodísticos, entre ellos las revistas Desde Boedo, Archipiélago (México), y en las publicaciones virtuales Imaginaria, Biblioteca Carlos Sánchez Viamonte, Nido de Caranchos, La duendes, Letras-Uruguay y Palermo online.
Autor de los ensayos sobre historietas Charlando con Superman (1988), Oesterheld (1992), Así se lee la historieta (1994) y El dibujo de aventuras (1996). Integró el equipo que confeccionó el Diccionario de uso de la historieta española (1997). Por esta especialidad fue invitado a los festivales internacionales de Budapest (1990), Skopje (1991) y St. Just le Martel (1992).
Escribió El checo, la giganta y el enano (cuentos, 1974), Frankenstina (cuentos, 1977), Cuentos para mocosos y purretes (literatura infantil, 1980), Los silencios prohibidos (novela policial, 1982), Los pintores mueren del corazón (cuentos policiales, 1985), Matar una vez (novela policial, 1992), y las novelas para adolescentes Soñar el paraíso (1996) y Traficantes de la selva (1999). En 1993 realizó una compilación de cuentos policiales argentinos con el título Thrillers al Sur, que fue editada en diskette y reeditada en 2002 por la editorial virtual Ibucs, que ese mismo año colocó en la red su antología de cuentos argentinos de ciencia ficción; Otras rutas al futuro.
Colaboró con la Fundación Ciudad de Arena dedicada a la difusión del género fantástico y participó de su “Encuentro de Creadores 2004” y del “Viaje al Centro de los Confines” (Buenos Aires-Viedma-Bariloche-Buenos Aires, realizado en 09-2004)
En 1997 fue incluido en la antología Cuentistas Argentinos de Fin de Siglo, de Editorial Vinciguerra.
A partir de 1997 incursiona en el teatro. Cursó dramaturgia con Ricardo Monti y participó de un Taller dictado por Mauricio Kartun. En 1998 salió su drama en un acto Vamos a Manhattan, en 1999, Suicidios en la cuarta dimensión, en 2001, El postre, y en 2003, Viajeros. En 2005 se estrenó su obra Knock out, fuera de combate, y en 2008, Aguas, piedras y escobazos.
En 1986 recibió Mención de Honor Premio Municipal en Cuento por Los pintores mueren del corazón. En 1992 obtuvo dos "Fajas de Honor” de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE): una en novela (por Matar una vez) y otra en ensayo (por Oesterheld). En 1996 mereció Mención de Honor en el Concurso Internacional de Ficción sobre Gardel (Montevideo-Uruguay) por el cuento “Rapsodia del Río de la Plata”. En 1999 la Socidad Argentina de Escritores le otorgó la “Faja de Honor”en teatro por Vamos a Manhattan, y la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el 1er. Premio Especial “Eduardo Mallea” por su ensayo La aventura en América, que se publicó en 1999. En 2000, recibió la “Faja de Honor” de la S ADE en literatura juvenil por Traficantes de la selva.
En 2002 fue premiado en el concurso de cuentos “Atanas Mandadjiev”, celebrado en Sofía, Bulgaria, y se le otorgó el título de Gran Maestro del Relato Policial.
En 2003 fue nombrado socio honorario de SADE.
En 2004 apareció su libro Entre dibujos, marionetas y pixeles (Notas sobre cine de animación).
Ediciones BP publicó cuatro cuadernos de su autoría en su colección “Informes del Sur”: Orígenes de la historieta argentina (2004), El género fantástico en la historieta argentina (2005), Oesterheld: La aventura sin fin (2005) y Escobas revolucionarias (La gran huelga de 1907) (2007).
En 2005 obtuvo el ler. y el segundo premios por Los Invisibles y Lluvia de cadáveres, respectivamente, en el Concurso Internacional de “Literatura Infantil y Juvenil” (novela) organizado por HMRSystems, que fueron editadas en audiolibro en 2006.
En 2006 apareció su novela juvenil Lluvia de esqueletos.
En 2007 fue invitado a FLIPORTO, festival internacional literatura de Porto de Galinhas (Pernambuco, Brasil), para disertar sobre “El cuento latinoamericano”.
Su libro de cuentos policiales Por amor al crimen figura en el sitio “letras-uruguay.espaciolatino” desde 2008, y su novela La partitura fantasma, en “monografias.com” desde julio de 2008.
Varios de sus cuentos fueron traducidos al italiano y al portugués.
En marzo de 2008 la asamblea de la Academia de Letras e Artes do Nordeste Brasileiro lo nombró por unanimidad miembro de la misma.
Invitado a la Feria del Libro de Río Cuarto 2008, dictó el taller “Historietas animadas” y dio una charla sobre “Historieta y mayo francés”.
Fue designado jurado en el Festival de cine “Buenos Aires, rojo, sangre”, 2008.
En 2010 se publicaron sus novelas juveniles El enigma del Siambón y El ataque de los acuanautas. En comemoración del Bicentenario, en 2010 se repesentó en las escuelas del Oeste Bonaerense su obra El incidente (Un episodio en la vida de Manuel Belgrano), que en 2011 se estrenó en el Teatro Fray Mocho, de la Capital Federal.
Fue incorporado en 2010 al Diccionario razonado de la literatura y la crítica argentinas.
En 2011 salió la antología Teatro para niños 2 de la que formó parte con Una aventura en el ciberespacio. En 2011 apareció la antología Cuentos y experimentos, con narraciones de Poe, Wells, Bioy Casares y Lugones, que contó con la historieta El que veía los ruidos, con dibujos de Mauro Vargas y de la que escribió el guión.
En 2011, en el libro Episodios patagónicos, de Alejandro Aguado, figura la historieta Un amor austral, cuyo guión le pertenece.
En 2012 salió el ensayo sobre historietas Evocando viñetas (Editorial La Duendes). En 2013 apareció la novela juvenil El detective despistado (Serendipidad) y a fines de julio Ediciones del Naranjo publicará, del mismo género, El misterio del profesor ausente.


El último libro publicado, la novela juvenil "El detective despistado", está en el stand 184 de editorial Serendipidad (Sello Maya), ubicado en el Pabellón A de la Feria Infantil 2013.


El texto corresponde a la disertación de Germán Cáceres en el cine-club La Rosa y su publicación en este blog ha sido autorizada por el mismo Autor a quien se le agradece la deferencia. M.R.-C.


Bibliografía

-Aguilar, Elian, Cine Superheroico. Fan Ediciones, Buenos Aires, 2011, 226 páginas.
-Albertoni, Carlos, Santas historietas. Buenos Aires, Catálogos, 2004, 408 páginas.
-Cáceres, Germán, Entre dibujos, marionetas y pixeles. Buenos Aires, La Crujía ediciones, 2004, 176 páginas. 
-http://es.wikipedia.org: ”Crisis on Infinite Earths”.
-http: //es.wikipedia.org: “George Reeves”.
-http.//es.wikipedia.org: “Multiverso”.
-http: //es,wikipedia.org: “Multiverso (DC Comics)”.
-http: //es.wikipedia.org: “Superman”.
-Kairuz, Mariano: “Volver a cero”, en Radar del 9.6.13.
 -O`Neil, Dennis, “Los superhéroes”, en Enciclopedia de los comics, dirigida por Javier Coma. Toutain Editor, Barcelona, 1982-1983, 1344 páginas.     

Imagen: Internet
                        

viernes, 5 de julio de 2013

HOMBRE DEL HOMBRE



                                            por Fernando Veglia *



Desperté pasada la medianoche. Mi cuerpo, frío y sudado, temblaba. Palpé el velador, no lo encendí, y palpé la cintura de mi esposa. Estaba a salvo. Apoyé la cabeza en la almohada, seguro de que un mal sueño, que no recordaba, era la causa de mis temores y, cubriéndome el torso con sábanas y mantas, acurruqué inquietudes y ansiedades contra la cálida silueta que descansaba a mi lado.
Mortecinas luces artificiales, inundando el dormitorio y anunciando que el amanecer estaba lejos, impedían que conciliase el sueño. Suponía que si dejaba de verlas, mi familia y yo, seríamos víctimas de alguien que nos acechaba. La intuición y los sentidos gritaban que la causa del repentino despertar era la presencia de una amenaza, de la mirada que golpeó mi rostro mientras dormía, de una silueta oscura que caminaba alrededor de la casa o de una respiración sofocada.
Salté de la cama, atravesé el corredor a toda prisa y observé la pequeña figura de mi hijo descansando, respirando suave y pausadamente, ajena a todo lo que ocurría. La imagen calma no ahogó el ardor que me quemaba el rostro y el pecho. Una idea atravesó mi mente cual proyectil en llamas; la amenaza estaba dentro de la casa, acechándome en la oscuridad.
Revisé, sin encender las luces, todos los ambientes. No encontré ningún rastro de la “presencia” que me hostigaba. Intenté convencerme de que debía calmarme y regresar a la cama; quizá todo fuese el producto de una pesadilla.
Sin embargo, un temor olvidado en la infancia, o quizás ancestral, golpeó mi ánimo, paralizándome de pies a cabeza. El lobo. En algún lugar del jardín, agazapado o rondando, un lobo enorme, de pelaje gris característico, fuertes mandíbulas y ojos brillantes, olfateaba la adrenalina que expulsaba mi cuerpo excitado y los suaves olores de un niño y una mujer.
Imaginé, bañado de horror, lo que esa bestia haría. Sentí que la cabeza me estallaba, que cada uno de mis músculos se tensaban hasta vibrar, que una película roja cubría las imágenes y que entre mis dientes apretados nacían hilos de sangre.
Observé, desesperado y moviéndome ágilmente, por las hendijas de todas las persianas. Nada. Sólo veía un frío jardín manchado de grises. ¿En dónde estaba?
Los músculos de mis piernas cedieron a la presión y caí sin poder asirme al marco de la ventana. Creyéndome herido, arrastré mi cuerpo hasta el baño. Escuché gritos, alaridos y el inconfundible jadeo animal. Estaba seguro de que la bestia había salido de su escondrijo y amenazaba a mi hijo.
Trepé con renovado ímpetu al lavatorio y vi, reflejado en el espejo, al lobo. A ese depredador que aparecía en los sueños infantiles y que nunca había podido enfrentar. A ese temor que, durante años, me persiguió en los pensamientos. Entonces, supe que todo estaba perdido. 



*Escritor argentino nacido en 1979 en la Ciudad de Buenos Aires.

Premiaciones: Mención de las Novenas Olimpíadas Federales "Vivencias Estudiantiles ´96"
Autor del libro "Líneas", editado por Ed. de los Cuatro Vientos (2005)
Participante en el stand Escritores Matanceros de la Feria Municipal del Libro de La Matanza en los años 2008, 2009 y 2010.
Sus trabajos literarios integran las siguientes antologías: “Manos que cuentan” (2008) “Habitar en secretos” (2009), “Mundos desnudos” (2010), “Selección de las Provincias” (2012), “Magia registrada” (2013) editados por Dunken.
Seleccionado en la antología del “III Concurso de Relatos Cortos de Viaje 2008”, organizado por Vagamundos, en colaboración con la editorial “Ediciones del Viento”(España).
Colabora con “Periódico Irreverentes.org” desde el año 2012
Actualmente reside en Isidro Casanova, partido de La Matanza, Bs. Aires.

                                                                        * * *

jueves, 4 de julio de 2013

PERIÓDICOIRREVERENTES



La peor traición

        cuento

La peor traición

                                                                                         por Marita Rodríguez-Cazaux

A Celestino Pedrales siempre le gustó hablar en verso y desde chico recitaba a borbotones, desaforado, los poemas más espantosos que pudieran concebirse. Versos con una cadencia que horrorizaba, que nadie admitiría como propios y que a él, se le agolpaban en la mollera como por arte de magia. Cuartetos, sonetos, rimas épicas, bucólicas, metáforas y alegorías estrafalarias, inquietantes, escapando por su boca, sin previo aviso, sin piedad, en medio de cualquier charla, pegadas en cuanta conversación entablase con los demás.
Al atardecer, cuando aparecía en el bar, caía sobre nosotros un silencio pesado, caliente; bajábamos las voces, nos codeábamos, nos mirábamos de reojo. Al momento, Celestino se sentaba a la mesa con la mirada de un sonámbulo.
Venegas era el primero en irse y con él, Heinsel, mascullando groserías en alemán, apurando los pasos para no oír las primeras estrofas que ya enrarecían el ambiente. Laureano me miraba, colgaba los ojos en el cielorraso como si desde esa altura pudiera bajar piadosa ayuda divina y chasqueaba la lengua.
Celestino estiraba el brazo y deteniéndose en medio de la diatriba detestable pedía fernet con hielo.
Apure, que el alcohol,
Salva de tanto llanto inmerecido
Y el trago que corre por el pecho
Limpiará el amor feroz y corrosivo
…” Y carraspeaba, velando la voz quebrado de dolor. El Gallego, los ojos resignados, el cuello apenas doblado sobre los anchos hombros, se acercaba para dejar sobre la mesa el vaso de vidrio.
- Cortala Celeste -rugía con odio José Campos que era de pocas pulgas. Anselmo y don Franco que jugaban dominó bajaban las fichas y todos, uno a uno, ...*


*Ver periodicoirreverentes para su lectura completa.

La ilustración pertenece a periodico irreverentes y son suyos todos los derechos y atribuciones sobre la misma.