1
es primavera en Buenos Aires
y andas triste
andas triste y solitario y triste
lejos
acuchillado de estertores
campesino bajo un cielo de diamante
tullido de sueños
triste triste como un ángel de pena en rebeldía
mis ojos arengados de dulzores
se abren a tu herida hortelano
con qué gozo tu mano triste triste
sobre el latido de mí pecho extendería.
voy a vos
continuamente
cada día
pensamiento al nordeste de mí pecho
como un canto amoroso
ni la rosa de los vientos
me desvía
voy a vos
al regazo de tu aliento
al vaivén nacarado de tu nave.
acuchillado de estertores
campesino bajo un cielo de diamante
tullido de sueños
triste triste como un ángel de pena en rebeldía
mis ojos arengados de dulzores
se abren a tu herida hortelano
con qué gozo tu mano triste triste
sobre el latido de mí pecho extendería.
I
"...y mis ojos arengados de dulzores/se abren a tu herida hortelano/
con qué gozo tu mano triste triste/ sobre el latido de mí pecho extendería".
hortelano sin huerta
sin tierra
donde esparcir
pasional semilla
cegado
por el resplandor de la tristeza
ausente de la caricia
que apura la sangre
resiste la oscuridad
de la desolación
la espera se queda
con el ánimo
la soledad de vos
destruye a su paso
la cosecha
el sudor
la esperanza.
2
voy a vos
continuamente
cada día
pensamiento al nordeste de mí pecho
como un canto amoroso
ni la rosa de los vientos
me desvía
voy a vos
al regazo de tu aliento
al vaivén nacarado de tu nave.
II
"...voy a vos/ al regazo de tu aliento/al vaivén nacarado de tu nave".
El puerto sin barcos despertó confundido por la niebla
cuando se disipó miró alrededor
cuando se disipó miró alrededor
y pensó que estaba muerto.
La muerte, también pensó que era un puerto sin barcos.
Entonces ambos entendieron sin hablarse
La muerte, también pensó que era un puerto sin barcos.
Entonces ambos entendieron sin hablarse
el sentimiento común de lejanía
y encarna cuando se diluye el alma al despertar entre la bruma.
y encarna cuando se diluye el alma al despertar entre la bruma.
Allí nada se esconde
porque todo se ha ido
y el destino no está en ninguna carta
ni brújula
ni brisa en la cual dejarse llevar
para no ser barco sin puerto
ni muerte desolada por la partida.
porque todo se ha ido
y el destino no está en ninguna carta
ni brújula
ni brisa en la cual dejarse llevar
para no ser barco sin puerto
ni muerte desolada por la partida.
I y II Poemas inéditos de Osvaldo Víctor Fernández.
1 y 2 Poemas inéditos de Marita Rodríguez-Cazaux.
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Impecable!!!!
ResponderEliminarGracias portanta poesía!!!