martes, 31 de enero de 2017

DEQUEISMO Y QUEISMO

Cuando intercalamos innecesariamente la preposición “de” entre un verbo y la conjunción “que” incurrimos en un error gramatical llamado “dequeísmo”. Se comete dequeísmo al anteponer la preposición “de” a una oración subordinada sustantiva de sujeto o de complemento directo. El sujeto y el complemento directo nunca deben ir precedidos de preposición, así pues, son construcciones incorrectas frases como “Me alegra de que hagas ese viaje”. La estructura apropiada es “Me alegra que hagas ese viaje”.

Para saber si en una frase hay que aplicar “de” + “que” o solamente “que”, existe un método que consiste en transformar la expresión dudosa en interrogativa. Si necesitamos la preposición “de” para hacer la pregunta, en la oración que nos hace dudar también se empleará esta preposición.

Ej. Pienso de que no es necesaria la concentración.

Nunca decimos ¿de qué pienso?, sino ¿qué pienso? y la respuesta será “pienso que no es necesaria la concentración”.

Estimo de que no habrá la sesión.

No tiene sentido preguntar ¿de qué estimo?, diremos ¿qué estimo?, lo que nos indica que la frase correcta es “estimo que no habrá la sesión”.

Decidí de que no era importante asistir.

No es congruente formular ¿de qué decidí?, pero sí ¿qué decidí? y el hilo lógico de la respuesta será “decidí que no era importante asistir”.

Decidimos de que no era recomendable quedarse.

Es incorrecta la pregunta ¿de qué decidimos?, pero ¿qué decidimos? es una frase bien estructurada que concuerda muy bien con la respuesta “decidimos que no era prudente pronunciarse”.

Otro método y el queísmo
Se sustituye la proposición subordinada que se inicia con “que” por un pronombre personal o demostrativo, practiquemos:

Decidí de que no era importante asistir = Decidí de eso.

Nótese que al reemplazar la frase que comienza con “que” por el pronombre demostrativo “eso”, la oración queda incongruente. Esto nos indica que en “Decidí de que no era importante asistir” hay dequeísmo, es decir, que la preposición “de” está de más.

El queísmo es la omisión indebida de la preposición “de” antes de la conjunción “que” cuando el régimen gramatical exige la presencia de “de” entre el verbo y el relativo “que”:

Ella no se acordó que era necesario confirmarlo antes = Ella no se acordó eso.

En esta oración hay “queísmo” porque falta la preposición “de” entre el verbo y el relativo (...no se acordó DE que...).

Hay algunos verbos que admiten las dos formas (“que” o “de que”), en esa lista están “avisar”, “advertir”, “dudar”, etcétera. Ejemplos: Te aviso que hoy no almorzaré contigo, Las autoridades nos avisaron de que hay que pagar los impuestos; Advertí que estabas llorando. Yo te advertí de que no llegaras tarde; Dudo que hayas hecho un buen trabajo. Dudo de que puedas aprobar el año lectivo.


Prácticos trucos para identificar el dequeísmo

Convertir la expresión que nos hace dudar en frase interrogativa. Si necesitamos utilizar depara hacer la pregunta, en nuestra frase también será necesaria, y viceversa. Así: El Real Madrid sostiene de que ganará la Liga = ¿De qué sostiene el Real Madrid? Es decir, en este caso, no podemos formular la pregunta con la preposición de, por tanto, la oración afirmativa tampoco llevará la preposición citada.
Sustituir toda la oración que empieza por que por eso, esto o aquello. Así: El Real Madrid sostiene deque ganará la Liga = El Real Madrid sostiene de eso. Ídem: en este caso no suena bien “sostiene de eso”, y sí “sostiene eso”, por tanto, no es correcto el uso de la preposición de.
En ambos casos obtenemos construcciones incongruentes, lo que significa que existe dequeísmo. Y como eso es precisamente lo que queremos evitar, confiamos en que (y no de que) estos trucos os resulten útiles en vuestro día a día.

Fuente Internet

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