martes, 29 de noviembre de 2016

POESÍA CONTEMPORÁNEA





ANOCHE ALGUIEN DERRIBÓ
UN ÁRBOL QUE CUMPLÍA TRES MIL AÑOS


                                                                                                Luis Benítez *


Anoche alguien derribó un árbol
Que cumplía 3.000 años
Erguido sobre el campo.
En la noche sus astillas ardieron
Calentando a los hombres ateridos
Y en la niebla el resplandor
Indicaba el sitio de su muerte,
El mismo de su larga vida,
El mismo de su corta hoguera.

Ayer su sombra
Se alargaba hasta la casa distante,
Cruzaba el arroyo
Que cuando él brotó
No estaba.
Hoy un pozo
Con colgajos de raíces,
Con fragmentos de ramas y cortezas
Indica dónde floreció
A través de los siglos
Su savia poderosa.

En su copa anidaron
Animales que ya no existen,
Y bajo sus ramas
Estallaron infinitas tormentas.
Sus altos brazos
Surgían de entre las nubes bajas.
Entre sus raíces
Primitivos hombres
Se escondieron de las fieras,
Y luego se ocultaron tesoros,
Cartas de amor,
Objetos robados,
Y alguien talló
Con cortaplumas
Palabras que no se leen.

Anoche alguien derribó un árbol
Que cumplía 3.000 años
Erguido sobre el mundo.

* Buenos Aires; 10 de noviembre de 1956. Poeta, narrador, ensayista y dramaturgo argentino.
Miembro de la Academia Iberoamericana de Poesía, Capítulo de New York, (EE. UU.) con sede en la Columbia University, de la World Poetry Society (EE.UU.); de World Poets (Grecia) y del Advisory Board de Poetry Press (La India). Ha recibido el título de Compagnon de la Poèsie de la Association La Porte des Poètes, con sede en la Université de La Sorbonne, París, Francia. Miembro de la Sociedad de Escritoras y Escritores de la República Argentina.
Ha recibido numerosos premios nacionales e internacionales por su obra literaria, entre ellos el Primer Premio Internacional de Poesía La Porte des Poètes (París, 1991); la Mención de Honor del Concurso Municipal de Literatura (Poesía, Buenos Aires, 1991); el Segundo Premio Bienal de la Poesía Argentina (Buenos Aires, 1992); el Primer Premio Joven Literatura (Poesía) de la Fundación Amalia Lacroze de Fortabat (Buenos Aires, 1996); el Primer Premio del Concurso Internacional de Ficción (Montevideo, 1996); el Primo Premio Tuscolorum Di Poesia (Sicilia, Italia, 1996); el Tercer Premio Eduardo Mallea de Narrativa (Buenos Aires, período 1995-1997); el Primer Premio de Novela Letras de Oro (Buenos Aires, 2003); el Accésit 10éme. Concours International de Poésie (París, 2003) y el Primer Premio Internacional para Obra Publicada “Macedonio Palomino” (México, 2008).
Sus 24 libros de poesía, ensayo, narrativa y teatro han sido publicados en Argentina, Chile, España, Estados Unidos, México, Venezuela y Uruguay y obras suyas fueron traducidas al inglés, francés, alemán, italiano, flamenco, griego y macedonio.

                                                                           ***

lunes, 28 de noviembre de 2016

Actividades culturales 2016

SADE Grupo Literario Marta de Paris - Mesa de lectura de poetas integrantes de Grupos Literarios
Por Umbral Literario San Telmo, Marita Rodriguez-Cazaux

Continuado festejo con el Grupo Literario Ayacucho
M.R.-C. seleccion de autores noveles para obra personal Editorial Dunken

Clinicas Literarias Editorial Dunken
Poesía: M.R.-C. y Carla Demark
Narrativa:  M.R.-C. y Sergio Gerrieri
Cuento y tallerismo: M.R.-C. y Roberto Barletta
Presentaciones de las antologías que agrupan obras de los autores
que intervinieron en las Clinicas Literarias Dunken
Presentaciones en 2016 de los autores noveles compilados por Editorial Dunken

Participación de escritores del GLA en la antología Ediciones Le Croupier

M.R.-C. con autoridades de Fundación Borges y el poeta Carlos Penelas

Visita al programa cultural de Marta y Stella Vitale 
Programa cultural de Pablo y Alicia Valsina

PSICOPOESÍA Programa de Graciela Mosquera y Carlos N. Carbone
M.R.-C., David Sorbille y Osvaldo V:Fernández
Visita al programa cultura de Leonardo Busquet

Claudia Ainchil, con integrantes del GLA
M.R.-C., Mary Putrueli, Silvia Bazán, Emilio Capolupo

M.R.-C. intervención ensayos Poeta sobre Poetas, 
obra comunitaria coordinada por Maria Amelia Diaz, Susana Cattaneo y David Sorbille



Antología Mujeres Ediciones Croupier presentacion en Bar Terapia

Antología Mujeres Ediciones Croupier presentacion en La Gradisca





Presentaciones en las salas de la Feria del Libro Internacional en Buenos Aires 2016


 
Presentaciones de escritores consagrados
Mujer sin maquillaje de Gabriela Inés Casañas 

Jurado en concursos literarios nacionales e internacionales



Coordinación del taller literario personalizado y grupal "Andamios en  tinta"
Café literario año 2016
coordinado con los  escritores David Sorbille y Osvaldo V. Fernández

martes, 22 de noviembre de 2016

ANTONIO REQUENI



PIEDRA LIBRE


El padre juega con sus criaturas.
La cara vuelta contra la pared
y el brazo levantado hasta los ojos,
está contando como si llorara.
Y mientras cuenta sus criaturas crecen,
van por el mundo, suben escaleras,
se enamoran o estudian geografía.
Cuando termina de contar, el padre
entra en los cuartos y revisa muebles.
Apenas ve. ¿Quién apagó las luces?
Su voz, que ha enronquecido, los invita
a dejar de una vez sus escondites.
Y los hijos regresan, jubilosos.
¡Cómo han crecido! Son casi tan altos
como los sueños que en su juventud
solían desvelarlo dulcemente.
¡A contar! ¡A contar! –exclama el padre.
(Los grandes siempre vuelven a ser niños.)
Y los hijos se apoyan contra el muro,
hunden la frente entre los brazos. Cuentan.
Y mientras cuentan –once, doce, trece…-
el padre se va haciendo pequeñito.
Cuando terminan de contar lo buscan.
Lo buscan pero el padre no aparece.
Se ha escondido debajo de la tierra.


*Antonio Requeni (Avellaneda, Pcia.de Bs.Aires)



POETAS LATINOAMERICANAS





Clementina Suárez (12 de mayo de 1902 en Juticalpa, Olancho/ fallecida en 1991)

Poeta hondureña de reconocimiento internacional, uno de los nombres fundamentales de la poesía hondureña de vanguardia.
Clementina Suárez, fue una Bohemia apasionada de los cafés. Desde muy niña se habituó a ir donde quería y hacer lo que le pareciera. No le molestaba ser la única mujer que frecuentaba el estanco de "Mamá llaca" en el Barrio La Ronda de Tegucigalpa.
Fue una mujer que adoraba la compañía de los hombres en todas las formas, le encantaba estar rodeada de talentos, energía e ideas. De hecho la educación de Clementina era la gente.
A Clementina Suárez se le llamó la "Mujer Nueva" de Honduras. Vestía pantalones cortos y traje de baño; celebraba su cuerpo no sólo en su vida sino también en su poesía. Fue liberada, independiente y franca. Tegucigalpa se escandalizó y se intrigó por ella. Y aunque ella fue la primera mujer que público un libro en Honduras, la gente se interesaba más por sus amantes que por su poesía.
En 1970 recibió el Premio Nacional de Literatura “Ramón Rosa”



El Poeta Roberto Sosa le hizo su última entrevista. Mujer y Poeta. O para ser más cabales con su indivisible condición humana: Mujer Poeta. 

La entrevista final

En una entrevista hecha por Roberto Sosa a Clementina sobre la crítica literaria en Honduras, comentaba que al no haber una política cultural bien planeada y organizada, todo marcha con grandes deficiencias, Creía que se podía pedir al Gobierno y a los mismos artistas, que fueran un poco más consecuentes en relación a su trabajo ya que ellos mismos son los que tienen que ir dando la pauta para encontrar en ello mismos la crítica de su obra.
Clementina era del pensar que ocasionalmente los suplementos de los diarios, algunos artículos de revistas hacían crítica. Pero que dentro de nuestras condiciones era muy difícil que alguien se dedicará a la crítica porque hay montada una labor de mutuos elogios. Una debilidad es la de ser individualistas; no trabajamos los artistas en comunidad, y esa actitud nos aísla de toda realidad.
El Poeta Sosa le preguntaba en su entrevista a esa connotada escritora a su juicio quienes eran los escritores y poetas hondureños, de las diferentes épocas más relevantes. Haciendo un recuento de lo leído manifestaba, con toda claridad, creo que Alfonso Guillén Zelaya, Ramón Amaya Amador, Medardo Mejía, Froylán Turcios, Juan Ramón Molina, fueron escritores que fomentaron nuestras inquietudes y que tenían los ojos puestos en una nueva patria.
Al referirse a los escritores extranjeros que más han influido en la formación de los escritores hondureños, la Poeta era del pensar que los que lograron despertar conciencia y estar completamente claros en que su obra tenía que tener los ojos puestos en la realidad de su pueblo fueron Pablo Neruda, Cesar Vallejo, Miguel Ángel Asturias, entre otros.
Sobre los escritores que viven de su trabajo Clementina pensaba que ninguno, ya que algunos escritores, comentaba, escriben algunos artículos en los diarios pero pésimamente remunerados, y que jamás sería posible vivir con ello. Con lo que los Escritores y Poetas logran defenderse, es con la docencia en los colegios y universidades,; los demás deambulan de un lado a otro buscando acomodo, en las más difíciles condiciones.
En cuanto al periodo más importante en la historia literaria de Honduras consideraba que todos los días se avanza aunque lentamente y nos concretamos con fuentes ascendentes y renovadoras del mundo entero. Por lo menos ahora el escritor está teniendo un sentido más universal.
Finalmente le contaba al Poeta Roberto Sosa que creía que el grado de estimación del público a sus Poetas Y escritores era afectivo. Y el escritor o poeta se debía sentir compensado con cariño.

Obra

Corazón Sángrate, escritos en 1930,
Los Templos De Fuego, en 1931,
De mis sábados el último, en México, 1931,
Iniciales en 1931 en coautoría con los mexicanos Lamberto Alarcón y Emilio Cisneros Canto y el hondureño Martín Paz
Engranajes, poemitas en prosa y en verso, en San José, Costa Rica, 1935,
Veleros, en La Habana, 1937,
De la desilusión a la esperanza, en 1994,
Creciendo con la hierba, en 1957,
Canto a la encontrada patria y su héroe en 1958, y
El Poeta y sus señales, en 1969.








Amor salvaje.

¡Qué bien estás,
desgarrándome toda!

Amor salvaje.

¡Qué bien estás,
amenazando mi vida!

Amor salvaje.

Qué bien estás,
contenido en lo inexplicable.






Estrella, árbol y pájaro

En la estancia de la noche
sola yo, soy una estrella.
Sola yo, soy una estrella
en un ángulo de la luna.

Noche que desgaja lunas
para mí, que soy árbol solo.
Árbol solo, gris y estático
que no va dejando sombra.

En un ángulo del mundo
canto yo, pájaro solo.
Canto yo, pájaro solo.
¡Ah qué antigua es mi canción!


Los arados

Se han bifurcado las sendas
y van atrás los arados.
He comenzado a llamarte "compañero"
y he cosido mi pobreza a tu pobreza.
Yo un punto, tú otro punto
—alguien nos hundió el dedo en los ojos—
porque los dos lloramos sangre...
Pedazos de mi vida, de tu vida
van roturando los arados.


Poema en gris

Igual que un pájaro en su jaula
que no tiene un cielo azul
donde extender sus alas
—así me echo de menos—
sin los cielos untados de tu presencia
donde mi dicha pastoreaba nubes
tarde a tarde.







Fragento del articulo de Miguel Morazán, a la muerte de la poeta.


Cuando supe del atentado sufrido por Clementina Suárez me hice presente al Hospital Centro Médico a preguntar por su delicado estado de salud. Al llegar me encontré con su sobrino Ángelo Bottazzi quien estaba en el corredor y de inmediato me invitó a pasar a verla, realmente estaba ante un cuadro de horror, algo dantesco donde se miraba la saña con que la bestia la había atacado valiéndose de que Clemen ya era una anciana indefensa. Al día siguiente entregó su alma al Divino Hacedor del universo, dejando con su partida un vacío enorme para los artes, literatura, la escritura y la poesía, la pintura pues ella era su gran mecena, de todas estas manifestaciones culturales[...]


Fuente: Internet
Poemas del alma

ANTOLOGÍA DE SER SERES EDITORIAL

SER SERES Editorial


QUERIDOS AUTORES 

Tenemos el agrado de anunciarles la presentación confirmada de nuestra antología “Signos”, 
de la cual tan talentosamente forman parte uniendo sus obras, compartiendo y mostrando todas esas palabras que salen de adentro y llegan al que las toma y las hace propias. 
Así, pues, nos veremos el próximo viernes 2 de diciembre, a las 20 h, en el apreciado bar La Gradisca (Dr. José Modesto Giuffra 339, San Telmo) para celebrar y celebrarnos. 

Tenemos la fortuna de contar con una banda participante, para ponerles notas de color al aire, y que la magia continúe circundando. 
Los esperamos, entonces, para continuar en este maravilloso puente que no es más de lo que ustedes, los escritores siguen generando: CREER Y CREAR.

Evento con lectura de poemas.

*Ser Seres: Paola Lopez, Pablo Schamray.

jueves, 17 de noviembre de 2016

POESÍA CONGREGADA









GENOCIDIO DEL ÁNGEL



Aún se oye el llanto de los niños
debajo del terror de la metralla.
Aún el pío del pájaro furtivo,
el rumoroso canto de la nana, aún,
sobre la cuna, se deshila.

Aún una mujer se asfixia, y un hombre,
en la noche del hambre tiene frío.
Aún se expande el olor de la iperita
sobre la sed en carne viva.

Un ángel ha perdido el rumbo y llega
para tragarse el mundo en un bocado.
Pasea entre los bulevares, y si llueve
ocupará el asiento trasero de una limusina.

Sonríe, filmado en primer plano
en pantalla Cinemascope Tecnicolor,
traducida a pie de imagen la secuencia.

“Nada puede desviarnos de la idea” confirma,
y saluda a los magnates de la guerra.

Clandestinamente, (a la vista de todos)
con photoshop embellecen los contornos
de la antiestética frontera del Infierno.



M.R.-C.
Poesía congregada (2014) Editorial Dunken

GRUPO CASTALIA POESIA








DULCE MARÍA LOYNAZ

POR MARITA RODRÍGUEZ-CAZAUX





                                        "En mi verso soy libre: él es mi mar.
                                                    […]Fuera de él, soy pequeña y me arrodillo.
                                                               […]Dentro de él, me levanto y soy yo misma"
. D.M.L.



Bautizada María de las Mercedes Loynaz Muñoz, conocida en las letras como Dulce María Loynaz, nació en La Habana el 10 de diciembre de 1902 y falleció en esta misma ciudad el 27 de abril de 1997.

Atraída por la poesía desde su infancia, a los dieciocho años publica en el periódico cubano La Nación iniciales poemas al tiempo que cursa la carrera de Derecho. Doctorada a los veinticuatro años, emprende varios viajes con la tentación de conocer otras culturas y visita Europa, Estados Unidos de Norteamérica, México y algunos países de América del Sur. Más adelante conoce Turquía, Libia, Siria, Palestina y Egipto.

Es notable que en torno a una vida expuesta por el ejercicio de su profesión y la sociabilidad de las reuniones culturales en las que participa, Dulce María logre frecuentar la soledad inherente que busca todo poeta para recrear íntimos escenarios. La vitalidad de su ánimo y su afán de viajes, no merma el recogimiento para dar a luz bellos poemas y textos, acreditándose entre destacadas literatas cubanas e hispanoamericanas.

Su poesía se detiene significativamente en la cultura de la población afrocubana y evoluciona hacia un criterio postmodernista, aplica simbolismos en el paisaje de su entorno y asume un sutil ambiente amoroso, ensoñador.

Las reflexiones de Loynaz sobre su propia poesía –de la que puede decirse recorre todo el siglo XX– la sitúan en el límite entre poética pura e intimismo posmodernista. Poesía que ella calificó como tránsito, “pues por la poesía damos el salto de la realidad visible a la invisible”. Y sin duda, este vuelo es el que pretende alcanzar, “viaje alado y breve, capaz de salvar en su misma brevedad la distancia existente entre el mundo que nos rodea y el mundo que está más allá de nuestros cinco sentidos”.

Quizá motivada por su ambiente familiar, su lírica tiene una inclinación entrañable para la patria, su Isla: “Isla mía, Isla fragante, flor de islas: tenme siempre, náceme siempre, deshoja una por una todas mis fugas”.

Cuerpo y sombra de su Isla, las estrofas de métrica cadenciosa, pueden recitarse al son de la imagen que contagia el batir exaltado del mar, música continuada y perfecta aún en versos encabalgados y austeros de rima: “Crezco del mar y muero de él…Me alzo/ ¡para volverme en nudos desatados!/ ¡Me come un mar batido por las alas/ de arcángeles sin cielo, naufragados!”.

Otro recurso artero es la captura de la escenografía como si fuera logrado por una lente cinematográfica, es el caso de “Viajero”: “[…] soy el viajero tímido que pasa/ […] como el viajero solo/ que se alza el cuello del abrigo/ en el gran muelle frío”. Una escena que deja a quien penetra su lectura, en la escollera de un puerto, bajo la intemperie de la soledad.

Ejemplo de destreza en este punto, “Últimos días en una casa” (según la propia autora “si se considera como poema aislado, posiblemente lo mejor que he escrito”), poema de 521 estrofas que recorre tres tiempos en la historia de los Loynaz, a través de la mansión familiar que habla en primera persona, interactuando personajes y ausencias con los muebles y objetos que dejan también su presencia en las paredes.

Tierna, a corazón expuesto, escribe desde sí misma para las mujeres, en cercana confidencia. Pasan por la aduana de sus ojos –aquellos ojos de Bárbara, la de los “ojos de agua”, protagonista (alter ego de Loynaz) de su simbólica novela “Jardín”–, infinitos cuadros de ternura y contemplaciones sobre la esencia femenina, absoluta de exquisitas imágenes sensoriales, “esta es agua sonámbula/ que habla y que camina por el filo del sueño/ transida de horizontes en fuga, de paisajes/ que no existen”.

Distante en ser calificada “como poeta de mujeres” ni de espejarla en otras autoras que se sitúan más en atmósferas que en vivencias, la obra de Dulce María urge a analizarse a través de su fiel principio ético y su entrañable mirada sobre la existencia.

A esta altura, cabe puntualizar un poema sublime, en el que quiero detenerme por el mensaje en carne viva que lo exalta.

“Canto a la mujer estéril”, obra que desnuda el dolor de aguda frustración que sacude a la mujer infértil, se publica en la Revista Bimestral Cubana en 1937 y es editado un año más tarde en su poemario “Versos”.

Considerando paralelismos de la imagen Isla/Madre, concebida en varios de los trabajos de Loynaz, puede leerse el poema partiendo desde la belleza exultante de naturaleza viva, latente, plena de frescura que espera verse coronada del mayor milagro: la Vida.

El poema, en lenguaje sin ornamentos, registra la crudeza de la realidad que abate a la mujer expectante y el rechazo externo que acomete contra el cuerpo ingrávido. Diría, el cruel castigo a la carne sin carne.

El verso inicial, “Madre imposible: Pozo cegado, ánfora rota”, pone en evidencia el significado de esterilidad que agobia “…catedral sumergida”/Agua arriba de ti…” y la herida sin bálsamo que la alivie ni luz que la fecunde, “Y sal. / Y la remota luz/ del sol que no llega a alcanzarte”.

El poema avanza contra un tempestuoso avatar, un enfrentamiento desigual: “¡Contra toda la Vida, tú sola”/ Tú la que estás/ como un muro delante de la ola!”.

Señalemos que el agua, manantial y riego, está fuertemente asociado y elevado a figuras alegóricas y resaltado como Agua Viva en la extensión de la obra, al punto que sin ese fluir vivificante sólo existe una inamovible realidad: “en tu tibio vientre se esconde la Muerte/ la Muerte que acecha y ronda”.

Pareciera que la mujer ingrávida avanza al destierro, no hay para ella Tierra Prometida, “[…] agua en reposo/donde al mirarte te verías muerta...” y sólo le está permitido el ensueño irrealizable, “A veces una sombra, un sueño agita/ la ternura que se quedó/ estancada, sin cauce, en el subsuelo/ de tu alma” […], ¡Un fuego/ de adentro que ilumina y sella/ tu carne inaccesible! Así, el cuerpo habitado por la fatalidad y la tragedia de lo infértil, no nutre al mundo, es sólo un cuerpo-ataúd que transita sin hollar la tierra.

Estos versos como latigazos conducen al cierre que abunda en lo magistral del poema: la condena sin atenuantes para el que desdeña o humilla a la exiliada de la preñez: “¡Púdrale Dios la lengua al que la mueva contra ti; clave tieso a una pared el brazo que se atreva a señalarte; la mano obscura de cueva que eche una gota más de vinagre en tu sed!...” , para vaticinar : […] ¡No saben que tú guardas la llave de una vida! ¡No saben que tú eres la madre estremecida que de un hijo que te llama desde el Sol!”.

Hacia fin de los años 50 deja de escribir paulatinamente y ya en los 60 rompe todo compromiso con las editoriales, excepto su vinculación con la Academia Cubana de la Lengua.

Ganadora del Premio Miguel de Cervantes 1992, se convierte en la primera mujer latinoamericana en recibir el honorable premio, y viaja por última vez a España para recibirlo.

Loynaz que se había radicado tras el triunfo de la Revolución cubana en su casa de El Vedado, transitó hasta su muerte una actitud apolítica que la llevó a no abandonar Cuba a pesar de las invitaciones para exiliarse. Un dato que certifica cabal convicción ética y patriótica, propia de la hija de quien fuera autor de letra y música del Himno Invasor, el general Enrique Loynaz del Castillo.

Con aspiración de que se la lea con mayor fruición y se la sitúe en el lugar privilegiado de las altas poetas de la lengua castellana en América, sea corolario de este breve tránsito por sus versos la propia voz de Dulce María:

“Yo dejo mi palabra en el aire, sin llaves y sin velos. Nada hay en ella que no sea yo misma”.



POETAS SOBRE POETAS III
(2016)