miércoles, 20 de mayo de 2020

ESCOTE ABIERTO






CANTO 9 


A esa mujer,
la de los ojos claros,
que ha podido escapar del cisma de la guerra
aún le tiembla el cuerpo de metralla.

Y aquella,
la de los ojos negros,
tapiada en la mirilla de cien velos
no comprende el pecado ni la piedra.

Mientras, en el burdel,
otra muchacha,
con el cuerpo desnudo tapa el hambre.
A pasos de su espejo,
estiletes de otro espejo se meten en la carne
de la niña que soñaba ser modelo.

Más abajo,
una magra mujer de piel oscura,
se lame uno a uno cada golpe
en el instante mismo en que lo hace
una magra mujer de más arriba.

Y, a esta mujer
que hoy me sale por la boca,
este puzzle de mujer que me circula,
-huérfana de Virginia,
de Sylvia, de Anne Sexton-
se le ha dado por escribir poemas.


M.R.-C.
ESCOTE ABIERTO (2017)
EDITORIAL DUNKEN

lunes, 18 de mayo de 2020

FESTEJO PATRIO


Yo le dije a una paloma
del palomar a la escuela
"Quisiera una flor del cielo",
y trajo una escarapela.

Copla a la Escarapela




18 de mayo 
DÍA DE LA ESCARAPELA ARGENTINA




Símbolo nacional de la República Argentina instituido con un decreto el 18 de mayo de 1812 por el Primer Triunvirato de la Argentina, quien determinó que "Sea la escarapela nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata de color blanco y azul celeste", formato que continúa hasta la actualidad.


Ambos colores fueron elegidos por Manuel Belgrano, y hay numerosas versiones sobre la elección de dichos colores. Una de ella refiere al color del manto de la Virgen Nuestra Señora de la Merced,  Patrona Generala de su ejército, al igual se dice que los colores provenían de los colores borbónicos, de la casa de Fernando VII (entonces el rey de España). Se afirma también que los colores celeste y blanco fueron adoptados por primera vez durante las Invasiones inglesas (1806-1807) por el Regimiento de Patricios, el primer cuerpo de milicia urbana del Río de la Plata y que luego comenzaron a popularizarse entre los nativos. Otra versión sostiene que cintas celestes y blancas fueron utilizadas sujetas al pelo por por un grupo de damas de Buenos Aires (entre las que se encontraba Casilda Igarzábal) al presentarse a una entrevista con el entonces coronel Cornelio Saavedra, jefe de los Patricios, el 18 de mayo de 1810.

Durante las jornadas del 22 y 25 de mayo de 1810, se sabe que los chisperos o patriotas identificaban a los adherentes a la Revolución de Mayo otorgándoles unos cintillos; un manuscrito anónimo que cita el expresa que el lunes 21 de mayo de 1810, los patriotas se identificaban con cintillos blancos en sus casacas y sombreros. 

Juan Manuel Beruti comenta en Memorias Curiosas el uso de un cintillo blanco en la casaca y en el sombrero una escarapela encarnada, acompañada con un ramo de olivo a modo de penacho. Está documentado que cuando llegó a Mendoza -a mediados de junio de 1810- la noticia del nuevo gobierno, sus partidarios usaron cintas blancas en sus vestimentas; de esto fue testigo el funcionario español Faustino Ansay, que para entonces residía en esa ciudad.


Una misiva atribuida a Ramón Manuel de Pazos dice que el 21 de mayo de 1810, Domingo French y Antonio Luis Beruti repartían tales cintas blancas como signo de paz y unión entre los patriotas y los partidarios del imperio español, pero que ante la hostilidad de los segundos, el 30 de mayo comenzaron a repartirse cintas rojas como signo "jacobino". Ambos colores fueron entonces los adoptados por el cabildo de Tarija al sumarse a la Revolución de Mayo. 
En ese sentido, Bartolomé Mitre comenta mucho más tarde que French (acompañado de Beruti) "entró en una de las tiendas de la Recova y tomó varias piezas de cintas blancas y celestes. Puso piquetes con orden de dejar entrar solo a los patriotas y hacerles poner el distintivo". Dicha afirmación es indiscutible -por varios testimonios-. En efecto, los chisperos habían establecido piquetes en torno a las plazas de La Victoria y La Mayor (ambas en la actualidad reunidas en la Plaza de Mayo), y estos identificaban con cintillos a los participantes del movimiento. Es probable que Mitre (quien fue uno de los integrantes del que luego se llamaría Partido Unitario) añadiera en el texto lo del cintillo celeste (es llamativo que no dijera azul), ya que ese fue (junto con el verde), uno de los dos colores emblemáticos de los que se identificaban como unitarios. A su vez, Mitre también consta que en marzo de 1811, la Sociedad Patriótica, creada por los allegados a Mariano Moreno, emplearon cintillos blancos y azul-celestes.

El 13 de febrero de 1812, el patriota militar y abogado Manuel Belgrano solicitó al Triunvirato mediante una nota que se estableciera el uso de la Escarapela Nacional bicolor: azul-celeste y blanco. Se fundaba en que los cuerpos del ejército usaban escarapelas de distintos colores y que era necesario uniformarlos puesto que defendían la misma causa. 
El 18 de febrero de ese año, el Gobierno resolvió reconocer la misma como representativa de las Provincias Unidas del Río de la Plata con los colores propuestos por Belgrano. El rojo o encarnado fue omitido, según comenta Carlos Calvo, para no confundirlo con el color similar de las cucardas realistas.
Entusiasmado con la medida, Belgrano diseñó la bandera argentina con los mismos colores y el 27 de febrero de 1812 inauguró en las costas de la actual ciudad de Rosario la batería Independencia e informó al Gobierno: "Siendo preciso enarbolar la bandera, y no teniéndola, la mandé hacer celeste y blanca, conforme a los colores de la escarapela nacional..." Esta medida sería criticada por el Triunvirato, que le ordenó volver a izar la enseña española.


El origen de la fiesta de la escarapela 
lleva el nombre de una mujer

Motorizada por el Consejo Nacional de Educación, el 13 de mayo de 1934, sobre una iniciativa de la directora de la entonces Esc. N.º 4 del C. E. 9º, profesora Carmen Cabrera, junto a los profesores Benito A. Favre y Antonio Ardissono, director y vicedirector, respectivamente, de la Esc. N.º 11 del mismo Distrito, quienes, con el asesoramiento de la Inspección de Labores, resolvieron constituirse en comisión para celebrar el día internacional de la escarapela el 20 de mayo.
El C. N. de Educación autorizó la celebración de la fiesta, pero, sin establecer razones, el 18 en lugar del 20. Por resolución del 4 de abril de 1941 instituyó el 18 de mayo como Día de la escarapela, estableciendo, además, que el acto debía realizarse en una de las escuelas de cada distrito con concurrencia de delegaciones de 4º y 6º grados y 4ª y 5ª secciones.​

Por el "Calendario Escolar" de 1951, se fijó el 18 de mayo como Día de la Escarapela.
​Esta disposición se fundó en las consideraciones (episodio de los rebozos celestes ribeteados con cintas blancas con que, en ese día, se adornaron las damas porteñas) formuladas por la Comisión de Antecedentes de los Símbolos Nacionales, publicadas en el folleto "French y la divisa de Mayo", editado por el Círculo Militar de 1941. Pero esta celebración se limitaba a una anotación en la Cartelera de Efemérides (Forma IV). Desde entonces la celebración ha experimentado diversas alternativas. El Consejo Nacional de Educación, por resolución del 12 de mayo de 1960, resolvió restituir la celebración según los términos de la disposición del 4 de abril de 1941.​

POESÍA SOCIAL


COLABORACIÓN PARA LA REVISTA 
THE FIRST NATIONAL BANK OF BOSTON

1975




Podría haber sido escrito hoy. No me traicioné.
Los mismos sueños. 
La misma inquietud. 
El mismo sentimiento.

domingo, 17 de mayo de 2020

POESÍA SOCIAL






QUEBRADO NIÑO DE LA LLUVIA



Se nubla el parabrisas
y su pequeña mano
borra la grieta de la lluvia
una y otra vez.

Luego
discurre entre los autos
y guarda media moneda para su medio sueño.

Juega saltando en una pierna
bajo la sombra partida
en milagroso intento
de llevar entero su medio cuerpito.

Sesgada a la intemperie
adormecida por la luz de la autopista
tirita su otra mitad debajo de la manta
masticando medio pan.



MARÍA RODRÍGUEZ-CAZAUX

viernes, 15 de mayo de 2020

17 DE MAYO


Día das Letras Galegas 2020


La situación actual ha obligado a la Real Academia Galega a aplazar su celebración hasta el próximo 31 de octubre. 

Será entonces cuando se rendirá tributo con actos a la labor de Ricardo Carvalho Calero que logró la canonización de la historia de la literatura gallega. 
Con la nueva fecha, la institución ha querido hacer un guiño al nacimiento del intelectual ferrolano, quien hubiera cumplido 110 años el día anterior. 
Sin embargo, a pesar de estos cambios, tanto desde la RAG como desde la Xunta de Galicia, se han puesto en marcha distintas iniciativas para lograr que el 17 de mayo se convierta en una celebración virtual colectiva que permita homenajear su figura. 
De esta manera el 2020  brindará la posibilidad de conmemorar dos veces la importancia de la creación literaria en gallego y recordar la importancia de proteger esta lengua. 




Ricardo Carballo Calero, o Ricardo Carvalho Calero, nombre con el que firmó sus obras desde 1981 hasta su fallecimiento, (Ferrol, La Coruña; 30 de octubre de 1910 - Santiago de Compostela, La Coruña; 25 de marzo de 1990

Filólogo y escritor gallego, maestro de varias generaciones, licenciado en Derecho y en Filosofía y Letras por la Universidad de Santiago de Compostela y Doctor por la Universidad de Madrid. Miembro numerario de la Real Academia Gallega, fue el primer catedrático de Lingüística y Literatura Gallega de la Universidad de Santiago. 


Está considerado el gran pensador del reintegracionismo, siendo miembro de la Academia de las Ciencias de Lisboa desde 1981 y miembro de honor de la Associaçom Galega da Língua


Tras cursar el Bachillerato en Ferrol, se trasladó a Santiago de Compostela en 1926 para estudiar Derecho y Filosofía y Letras y cumplir con el servicio militar. Ahí entró en contacto con el galleguismo y con los movimientos culturales de la época, especialmente con el Seminario de Estudos Galegos. Fue éste un momento de intensa militancia política de Carballo Calero, integrado en el movimiento nacionalista y tomando parte en el activismo estudiantil en la Federación Universitaria Escolar, de la que llega a ser presidente. En 1931 participó en la creación del Partido Galeguista y contribuyó al anteproyecto de Estatuto de Autonomía de Galicia de 1936. De 1933 a 1936 vuelve a Ferrol y gana la plaza de auxiliar administrativo en el ayuntamiento de la ciudad, y se casa con María Ignacia Ramos, licenciada en historia y compañera de estudios universitarios.

En estos años contribuyó con numerosas colaboraciones a las más destacadas revistas literarias (A Nosa Terra, Nós, Guion, Galiza, Resol, Universitarios, Papel de Color) e inició la publicación de sus libros poéticos, primero en castellano y después en gallego.

Estudió por libre la carrera de Filosofía y Letras, licenciándose en 1936 por la Universidad de Santiago de Compostela, participando al mismo tiempo activamente en el movimiento galleguista tanto a nivel local como nacional, siendo nombrado presidente del partido en Ferrol.

La sublevación del 18 de julio de 1936 le sorprendió en Madrid en el momento en que concurría a las pruebas para profesor de instituto en Lengua y Literatura Española. 
Carballo Calero se mantuvo fiel a la República, en el batallón Félix Bárzana da FETE-UGT, el sindicato en el que Calero militaba, con el grado de teniente y participó en la defensa de Madrid. Una vez terminado el conflicto, fue condenado en consejo de guerra a 12 años por separatista y recluido en la cárcel de Jaén
En 1941 salió en libertad provisional y regresó a su ciudad natal. Imposibilitado para ejercer la función pública, el filántropo y empresario gallego Antonio Fernández López le ofreció la posibilidad de refugiarse en la educación privada (entre 1950 y 1965) en el Colegio Fingoy de Lugo, en el que ejerció como consejero delegado, pues no estaba autorizado para ser director.



Ricardo Carballo Calero, cancelación de antecedentes penales 22-5-1963.jpg


Restableció los contactos con los galleguistas que se habían quedado en el país, muy especialmente con Francisco Fernández del Riego, con quien había mantenido correspondencia desde la cárcel. Paralelamente a su labor docente, desarrolló en estos años un importantísimo trabajo investigador —iniciado con su tesis de doctoramiento, Aportaciones a la literatura gallega contemporánea (1955, premio extraordinario) — que tuvo como fruto más valioso la publicación en 1963 de la Historia da literatura galega contemporánea. 
Fue miembro de la Real Academia Gallega a partir de 1958. En 1965 se le autorizó a ejercer la educación pública como agregado de instituto en el Liceo Rosalía de Castro, de Santiago de Compostela, al mismo tiempo que comienza a impartir aulas de gallego en la universidad. Por fin, en 1972 accedió por oposición a la recién creada cátedra de Lingüística y Literatura Gallega. 
Los estudios de Carballo atañeron igualmente a la lengua. Recogiendo la herencia de los autores del primer Rexurdimento y los trabajos del profesor Rodrigues Lapa, Carballo Calero, preocupado por la coherencia histórico-lingüística del gallego a pesar de la férrea oposición que encontró en el camino, se mostró defensor de las tesis etimologistas que tendrían continuidad en el movimiento reintegracionista, hecho que le costaría ser marginado en los últimos años de su vida. 
Asimismo, desarrollaría una amplia labor como editor de los clásicos. Se jubiló en 1980 pero mantuvo su actividad creadora y siguió colaborando con diversas asociaciones. 
En 1987 obtuvo el Premio de la Crítica de narrativa gallega por su obra Scórpio.


Actualmente, la que había sido biblioteca personal de Ricardo Carballo Calero forma parte de los fondos bibliográficos del Parlamento de Galicia desde 1997, año en el que fue adquirida junto con su archivo personal. La colección está formada por 4872 volúmenes de monografías y colecciones de 197 títulos de revistas. 
Entre el heterogéneo material de la colección destacan documentos personales y docentes, correspondencia, dossieres y recortes de prensa, obra propia y ajena, así como material gráfico (láminas, mapas, planos y carteles). Los fondos están depositados en una de las salas de la biblioteca parlamentaria que lleva precisamente el nombre de “Sala Carballo Calero”.

En su memoria, un instituto de enseñanza secundaria, un centro cultural y un prestigioso certamen de narrativa y de investigación lingüística-literaria recuerdan su nombre en Ferrol.

Edición 1929





OBRAS
Colectáneas
1980 Pretérito Imperfeito
1982 Futuro condicional
1986 Cantigas de amigo e outros poemas
1990 Reticências

Busto en Santiago de Compostela, por José Molares


Teatro

1971 Catro pezas (contiene: A sombra de Orfeo, Farsa das zocas,
Narrativa
1951 Xente da Barreira.
1987 Scórpio.

Ensayo

1955 Sete poemas galegos.
1981 Versos iñorados e ou esquecidos de Eduardo Pondal.
1963 História da Literatura Galega Contemporánea, (reediciones en 1975 y 1976).
1966 Gramática elemental del gallego común.
1966 Brevario antológico de la literatura gallega contemporánea.
1969 Edición de Cantares gallegos de Rosalía de Castro.
1970 Libros e autores galegos: dos trovadores a Valle Inclán.
1971 Sobre lingua e literatura galega.
1972 Particularidades morfológicas del lenguaje de Rosalía de Castro.
1972 Poesías de Rosalía de Castro, con L. Fontoira Surís.
1977 Estudos rosalianos.
1981 Problemas da Língua Galega.
1983 Da Fala e da Escrita.
1984 Letras Galegas.
1989 Escritos sobre Castelao.
1990 Do Galego e da Galiza, (póstumo).
1992 Umha voz na Galiza, (póstumo).

jueves, 14 de mayo de 2020

REABREN LAS LIBRERÍAS


Tras casi dos meses de confinamiento, con horarios especiales y los controles que amerita el momento, reabrieron las librerías en la Ciudad de Buenos Aires.



Editorial Dunken 
Ayacucho 357 - CABA


viernes, 8 de mayo de 2020

APORTES CULTURALES


Nueva edición de 
EL MUTANTE POÉTICO 
de  GLADYS B. CEPEDA

En esta oportunidad la autora 
MARÍA RODRÍGUEZ-CAZAUX 

Agradecimiento a su hermosa lectura https://youtu.be/xwpZ0llo8g0 

Para que la poesía no enmudezca

Para verlo en los distintos grupos de Face y en la Página Videorama

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Este espacio es para difundir a la Poesía y a sus autores. Videoteca de la revista EL MUTANTE POETICO -nª32 Nació en Buenos Aires en el seno de una familia d...