miércoles, 8 de abril de 2015

MUJERES POETAS INTERNACIONAL - MIEMBROS DISTINGUIDOS

Amigos, con inmensa satisfacción y agradecimiento a sus responsables, les comparto que Mujeres Poetas Internacional se cuenta entre los miembros que siguen al presente blog literario. 
Foto de un usuario.
A ellas, admiradas y queridas Mujeres Poetas de todos los puntos cardinales del planeta, mi fraterna admiración por sus obras y por su presencia continua en el reclamo de igualdad y respeto a nuestro género.
                                                                                  Marita Rodríguez-Cazaux

martes, 7 de abril de 2015

XORNAL DE BETANZOS



Crítica da Homenaje a Vermeer de Carlos Penelas




Por Marita Rodríguez- Cazaux
HOMENAJE A VERMEER, último libro de Carlos Penelas, uno de los más destacados poetas contemporáneos, invita a algunas consideraciones como punto de partida para la intimidad que aguarda en la obra.
“Muchacha con perla”, de Vermeer van Delft, quizá el más reconocido pintor del arte Barroco, de notable maestría en el tratamiento de la luz, es inspirador del dibujo original de Juan Manuel Sánchez, muralista, grabador y pintor argentino, que ilustra la cubierta de esta obra recientemente editada por Dunken.
Paralelismo entre Vermeer y Sánchez, rematado por una frase de Lope de Vega —elegida como Pórtico—, gozosa de magnitud en mural poético, “La poesía es pintura de los oídos, como la pintura poesía en los ojos”, que habrá de conducirnos a “las claves personales, el delicado trabajo de insinuación o de ocultación” en el libro de Penelas.
Artista perceptiva, M. Eugenia Limeses, corresponde a la elevación inspirada en el dibujo, y su mirada faculta que “aquellos que conocemos la obra del pintor luego de leer este Homenaje sentiremos un deseo renovado de revisitarla y probablemente descubramos nuevos destellos en la perla de la muchacha aquella…”
Este escenario de arte, da paso al primero de los poemas, que lleva como epígrafe, los versos de Umberto Saba, pertenecientes a “La foglia”.
PADRE ORFEO, traslada y detiene a Penelas, en un cuadro de imagen pura y absoluta, poetizada en primera persona y en tiempo pretérito, donde los sentidos se mixturan para advertir, finalmente, que “no supe de verdad/ si estaba soñando/ o era mi padre que llegaba/ hasta mí desde el silencio”.
Invita este pleamar de sensaciones, a otras más íntimas y recónditas, donde los nombres propios se vuelven secretos, para frecuentar remembranzas: “llegando desde la sombra/viene a mi ensueño, /a este clamor del viento que recorre/la inmovilidad del lecho y del recuerdo” […] en una neblina que recuerda o busca/la ternura y la ausencia del vacío”.
Sutil sensualismo emana de EVOCACIÓN EN PLAZA LEZICA, TARDE DE OTOÑO, LOS JARDINES DE FRIEDRISCHSBAD, donde el Poeta habla de la Amante y de la Amada, “…la imagen de esta mujer que golpea/ el corazón sobresaltado del sueño/ en flotante nostalgia”; figura contendedora de estos dos atributos y, siempre, oculta.
Absorto en la esencia femenina, Penelas, muestra colosal virilidad para percibir el encantamiento de los instantes de intimidad, y lo plasma en EL POETA DESCUBRE EL ROSTRO DE LA AMADA, VISIONES DE UNA MADRUGADA EN HELSINKI, SI DULCE É `L TORMENTO, EL AIRE SIN CONSUELO. Una línea de cercanía a los versos de Elio Pagliarani o Cesare Pavese, desvelados por pasiones esquivas, indica la arquitectura poética que frecuenta el literato argentino, “…descubrí su amor, mi demencia, esa ensoñación”.
Desmembrado de éxodos “Soy un hombre duplicado, un solitario /que anhela la transfiguración y su morada”, Penelas, cruza aguas batidas, da curso a presencias míticas, subliminales, enraizadas en acentos y aromas que no se pierden, sino que, por el contrario, se agigantan en el devenir.
En constantes abordajes a un universo que orilla su naturaleza celta, toma el fuego de los lares, torna a las chairas, y ovilla el hilo de plata que lo orienta hacia Breogán.
Se refugian en su obra, entonces, aquellos sentimientos enaltecidos de infancia y juventud, LA MIRADA DE MI PADRE, FERVOR DE LA NIÑEZ, LA CASA DE PIÑEIRO, MEMORIA DEL TRASNACIDO, CASIDA DEL AMOR Y DE LA NOCHE, dispuestos a remontar proximidades.
“Fue entonces cuando le hablé de su aldea…”; “Veo la rueca, la nieve, los espejos[…]Esto miro y descubro en los libros de la infancia[…]Y no deseo despertar/ porque mi madre acomoda la almohada”; “Eran los días cuando padre/ -sin dinero, melancólico-/ evocaba campesinos y jabalíes,/mañanas lluviosas, brumas”[…]Días en que madre/mostraba alondras o nubes/en una plaza con glorietas y divinidades”; “Ella habla en gallego: ¿Quien te cuidó de noche?[…] hijo mío, mi hijo del alma…Y calló la voz de mi madre. El alma se despidió atardecida, imperceptible”; “Luego me pregunté por qué las sombra celtas/hacen el milagro del instante”.
Penelas, viajero dispuesto, no abandona en sus excursiones el asombro del que habla Giorgio Bassani, destinado a capturar el poema inédito.
UNA PALOMA REGRESA DEL OLVIDO, ANTE UNA TELA DE VERMEER, UNA ROSA ROJA PARA JOHN DOWLAND, DAMA SENTADA ANTE LA ESPINETA, han visto la luz primera, espontánea, frente a una tela en un museo, en jornadas de conferencias o seminarios, a la mesa de un café emplazado en estrecha calle europea, en un rincón nórdico o en altisonante zoco.
Todo escenario es requisado de voces inmediatas, primordiales y esto puede constatarse en Fragmento de un diario de arte, bien definido por M. Eugenia Limeses, como “cosmovisión”.
Sin duda, a este cosmos llevan sus percepciones en símbolos y estampas de ciudades como Ámsterdam, Viena, Frankfurt, Praga, Budapest, Lisboa, Compostela, Madrid, Barcelona, Roma, Trieste, Florencia, Venecia, Sicilia, Edimburgo, Londres, Oslo, Copenhague, San Petersburgo, Paris, Bruselas, y las americanas tierras que lo instan a confesar “Desde estas lejanías del mundo/la planicie es espacio y rispidez[…]Quizá sea ésta la patria que aprisiono,/ secretas horas desnombradas/en la morosidad del silencio […]o la imagen de un caballo criollo./O la ceniza aquietada de las pulperías[…]Y veo el mar, inmigrantes, navíos.”
Los veintiséis enunciados que componen este segundo corpus del libro, evidencian la multiplicidad del universo que Carlos Penelas desmenuza y muestra, “nada puede ser ajeno: los grandes movimientos sociales y la intimidad en el silencio del sendero”.
Esa premisa, lleva al itinerario que el Poeta deambula, hacia afuera y hacia adentro, a campo abierto o por los reductos de la memoria, y de tal manera, que los encuentros se dan en infinitivos verbales, algunos tan milagrosos como el que bajo el número 24, trae la presencia de Raquel, hermana mayor de Penelas, “Fue ella la que me indicó caminos, la que me ayudó a descubrir la poesía, la música, la pintura. […]La que me ayudó a ver sin convencionalismos, sin dogmas […] a descubrir arquitecturas, modas, ilusiones, deseos de vivir… […] la voluntad de ser.”
De profundo pensamiento social, el poeta del verso libertario y del verso amoroso, cultivador de musicalidad viva sobre la naturaleza y la historia, intelectual comprometido con idea y trasgresión, el escritor que enaltece la belleza y la tribulación, el adolescente visionario que “amó la palabra y el color” y persistió tras “la búsqueda del objeto verbal puro”, ha divinizado la materia.
6.
“Creo que es ella, tiene un pendiente de perla. Siento fineza en su mirada, la serenidad del rostro. Sus labios se abren ligeramente como en un cuadro de Rembrandt. Lleva un turbante azul, observo el cuello blanco de su camisa. El perfil de la bella joven me conmueve. La miro en silencio”.


                                                Publicación del Xornal de Betanzos, abril 2015

UNA ARTISTA LUMINOSA: LUZ DARRIBA



MARCAS NA PEL DO PAPEL

Marcas en la piel del papel


El sábado 11 de abril a las 11 horas, dará inicio, en la Ciudad de Buenos Aires, (Argentina) en la Plaza Castelao, en la Avenida 9 de Julio, el proyecto de la artista Luz Darriba denominado “Marcas en la piel del papel” (Marcas na pel do papel). Dicho proyecto consiste en una obra que dialoga con la temática de la inmigración gallega en Argentina (a diáspora) vinculada a la transmisión de los relatos y la memoria desde una perspectiva de género. “Marcas en la piel del papel”se compone de tres partes, una corresponde a una instalación, otra es un soporte audiovisual documental y la tercera es la creación colectiva de un álbum en formato papel. En este proyecto participarán una veintena de mujeres contando sus experiencias y la de sus antepasados/as relacionados con los procesos migratorios. “Marcas en la piel del papel” cuenta con el auspicio del Área de Cultura de la Diputación Provincial de Lugo, la Red Museística Provincial de Lugo, la Federación de Sociedades Galegas de Buenos Aires, la asociación civil Herbas de Prata, y TPFA (The feminist Art. Project).



Lugar de encuentro: Plaza Castelao, Avda. 9 de Julio y Avda. Independencia- CABA


* Luz Darriba, artista multidisplinar, (Montevideo, Uruguay, en 1954).
Formada en Buenos Aires en las escuelas de arte del IUNA y en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Ha realizado más de 300 exposiciones colectivas, sesenta individuales, y conseguido más de sesenta reconocimientos internacionales (treinta en Argentina) por su trabajo. Ha expuesto en muchos países y es pionera en macro intervenciones urbanas en España. Ha realizado más de cuarenta macro acciones urbanas colectivas en Europa y Latinoamérica. . Entre las más importantes: Muralla de libros (650.000 libros para rodear las murallas romanas de Lugo, récord Guinness); Alcalá, una puerta hacia la cultura (Puerta de Alcalá, Madrid, 80 libros para Latinoamérica envolviendo la Puerta de Alcalá, el monumento más emblemático de Madrid), Libres avec de livres, intervención en la Maison de la UNESCO en París con veinte mil libros destinados a los programas de incentivación de al lectura en Latinoamérica; Patchwork, alfombra de 8.000 metros cuadrados, Plaza do Obradoiro, Santiago de Compostela, 2004; Guante negro, guante blanco, 30.000 pares de guante negros y blancas, Plaza de Santa María, Lugo, 2005; LIBing Room, casa de libros, Año do libro y la lectura en Cataluña, Palau Moja, Barcelona, 2005; Palabras +, Plaza del Obradoiro, crucigrama gigante hecho con más de dos mil estudiantes de secundaria de Galicia contra a violencia de género, Santiago de Compostela, 2006; Arakne, red por la igualdad, 4500 metros cuadrados, Kursaal, San Sebastián, y muchas otras, siendo la última Rayuela de libros, homenaje a Julio Cortázar en el centenario de su nacimiento, en Bruselas, Bélgica, 2014.



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FERNANDO VEGLIA, PROMISORIA Y JOVEN PLUMA

Entrada nueva en Fernando Veglia

Nota en el blog “Vitamina Cdigital”

by fernandoveglia
Naranjas
En el blog "Vitamina Cdigital" (información cultural y bancaria), del autor Ricardo Tejerina, puede ingresarse al mencionado artículo.

*Nota del presente blog literario: Todos los derechos y atribuciones pertenecen a su Autor.

lunes, 6 de abril de 2015

NARRATIVA

Abatido por la tristeza
  De  Leonora Carrington
A
batido por la tristeza, me dirigí hacia las montañas donde los cipreses crecían tan puntiagudos que habrían podido tomarse por brazos, donde las zarzas tenían las espinas grandes como garras. Llegué a un jardín invadido de trepadoras y yerbas de extrañas flores. A través de una ancha verja, vi a una viejecita cuidando sus enmarañadas plantas. Iba vestida de encaje malva, con un gran sombrero de otra época. El sombrero, adornado con plumas de pavo real, lo llevaba ladeado y se le salía el cabello por todos lados. Interrumpí mi melancólico paseo y pedí a la mujer un vaso de agua, porque tenía sed.
–Te daré de beber –dijo ella con coquetería, poniéndose una flor detrás de su oreja grande–. Entra en mi jardín.
Con asombrosa agilidad, saltó a donde yo estaba y me tomó de la mano. El jardín estaba poblado de viejas esculturas de animales, en distintos grados de deterioro. Había toda clase de plantas profusamente mezcladas que prosperaban con tropical esplendor. La viejecita saltaba a derecha e izquierda cogiendo flores, y al final me las puso alrededor del cuello.
–Ya está; ahora estás vestido –me dijo, mirándome con la cabeza ladeada–. No nos gusta que entre la gente sin ir vestida. Personalmente, pongo mucho interés en mi arreglo; hasta puede decirse que soy un poco coqueta –se tapó la cara con su mano sucia y pequeña, mirándome a través de los dedos–. Sin malicia –murmuró–. Mi coquetería es totalmente inocente, y nadie puede decir lo contrario –tras estas palabras se levantó la falda una pulgada o dos, y le vi sus pies diminutos, calzados en unas botitas de gamuza–. Me han dicho que tengo unos pies muy bonitos; pero por favor, no le digas a nadie que te los he dejado ver...
–Señora –dije–; me han ocurrido un sinfin de contratiempos, y le agradezco muchísimo que me haya enseñado los pies más bellos que he visto en mi vida. Tiene usted unos pies pequeños como hojas de cuchillo.
Se echó a mis brazos y me besó varias veces. Luego dijo con gran dignidad: Intuyo que eres una persona de inteligencia excepcional. Me gustaría invitarte a que te quedaras aquí, conmigo. No lo lamentarías.
Así es como llegué a conocer a Arabelle Pegase. Jamás olvidaré sus ojos negros ni sus pies. Me llevó a un pequeño lago de su jardín y me invitó a beber. Aquel lago estaba rodeado de sauces que rozaban el agua clara. Arabelle contempló su imagen en la superficie.
–He llorado mucho, aquí –dijo–. Encuentro mi belleza realmente conmovedora. Durante noches enteras, he dejado desparramarse en el agua mi cabellera lujuriante, y he bañado mi cuerpo, diciéndole: Rival de la luna, tu carne es más brillante que su luz. Y lo decía para complacerlo porque mi cuerpo tiene celos de la luna. Una noche te invitaré a verlo.
Temblando, miré el agua con atención.
Vi un grupo de pavos reales que pasaban por el otro lado del lago. Oí sus gritos roncos.
–Yo siempre llevo ropa interior de color azul pavo real –prosiguió Arabelle–. De seda, naturalmente; toda adornada con ojetes bordados. Los ojetes son para mirar; ¿adivinas... qué?
Yo negué con la cabeza. No sé adivinar, dije.
Arabelle se cubrió la cara otra vez con la mano, ruborizándose como una adolescente.
–Pues... ¡mi cuerpo! –dijo–. Ellos lo miran de la mañana a la noche, ¿verdad que tiene suerte? –esta pregunta me turbó de tal manera que no pude contestar. Arabelle no se dio cuenta, y prosiguió–: Llevo un montón de enaguas de todos los tonos de azul y verde. ¡Y si vieras mis pantalones! Cada par es más bello que el anterior. Te hablo como artista, compréndeme; nada más que como artista. Tengo un vestido hecho enteramente con cabezas de gato. ¿A que es precioso? Si lo llegas a ver... en la época en que era el último grito.
Las sombras del anochecer, largas y azules, se volvían más densas a nuestro alrededor. La cara de Arabelle aparecía envuelta en una neblina como algunos paisajes en un día de verano. En algún lugar del otro lado del lago son una campana.
–La cena –dijo Arabelle, cogiéndome de repente del brazo–. Y no estoy vestida. Vamos corriendo; Dominique me va a regañar otra vez –tiró de mí sin parar de hablar.
–Es muy amable, Dominique; pero muy nervioso... Hay que tener cuidado con criaturas tan sensibles. Ha estado rezando toda la tarde y ahora tiene hambre; y vamos nosotros y llegamos tarde. Que el Señor nos asista.
Íbamos por senderos invadidos de musgo y de yerba. Llegamos frente a la casa: una gran mansión rodeada de esculturas y terrazas que descendían una tras otra en asombrosa confusión.
Cuando Arabelle abrió la puerta de la entrada, nos encontramos en un gran vestíbulo de mármol, adornado con árboles frutales que crecían por todas partes. Había una gran mesa en medio de la estancia, puesta para la cena.
–Voy a dejarte aquí un momento para cambiarme de vestido –dijo Arabelle–. Sírvete vino y pasteles mientras esperas –me dejó con una enorme garrafa de vino tinto y gran cantidad de ricos pasteles. Me serví un poco de vino; y estaba mirando tranquilamente a mi alrededor, cuando descubrí que no me encontraba solo: había un joven de pie, junto a mí, que me miraba con ojos hostiles. Tenía tal palidez que costaba creer que estuviera vivo. Estaba vestido como un sacerdote; como un jesuita, creo, y tenía la sotana manchada de comida y toda clase de suciedad. Su presencia me hizo retroceder involuntariamente.

Foto

–Explique su presencia –dijo, santiguándose–. No me gustan los desconocidos aquí. Aparte de que soy muy nervioso y le sienta fatal a mi salud –se sirvió un litro de vino y se lo bebió de un solo trago.
–No sé qué hago aquí –repliqué–. Noto la cabeza tan cargada que no puedo pensar bien, y todo lo que quiero es marcharme inmediatamente.
–No puede irse... ahora –dijo él–. No es el momento.
Me sentí desconcertado al ver las gruesas lágrimas que le resbalaban por las mejillas. “Le comprendo muy bien –prosiguió Dominique–. No crea que no sé qué busca en esta casa terrible; incluso he rezado por usted toda la tarde –vaciló; la voz se le estrangulaba de dolor–. He llorado mucho por su pobre alma”.
En ese momento apareció Arabelle Pegase vestida de la manera más extravagante, con plumas de avestruz, encajes y joyas, todo un poco sucio y muy arrugado. Se acercó a Dominique, le cogió la oreja entre los labios, y dijo: No me regañes, Dominique, cariño; me estaba poniendo guapa para ti; y a continuación me pareció que se daba cuenta súbitamente de mi presencia, porque se echó hacia atrás de repente.
–Dominique es mi hijo pequeño –dijo–. El corazón de una madre es muy tierno.
–El jardín, está muy hermoso ahora –dijo–. Dominique, cariño, no sueño más que con pasear por el lago contigo –Dominique le lanzo una mirada de terror. Creí que iba a desmayarse.
–Estamos espiritualmente muy unidos, mi hijo y yo –dijo Arabelle, volviéndose hacia mí–. Y compartimos un gran amor por la poesía, ¿verdad, Dominique, cariño?
–Sí, madre de mi corazón –replicó Dominique con voz temblorosa.
–¿Recuerdas cómo jugábamos cuando eras niño, y yo me sentía igual de pequeña que tú? ¿Te acuerdas, Dominiquín?
–Sí mamaíta.
–Fueron maravillosos, aquellos días que pasamos juntos. Me abrazabas constantemente y me llamabas Hermanita.
Yo me sentía violento. Quería irme, pero era imposible.
–Cuando se tiene un hijo único –continuó Arabelle–, no se sueña con otra cosa.
A la luz de las velas vi de repente a una joven de pie junto a Arabelle. Había llegado silenciosa y misteriosamente. Era hermosa. Su vestido negro se fundía con las sombras que la rodeaban, y tuve la impresión de que su rostro flotaba en el espacio. Cuando Dominique la vio, le acometieron tales temblores que habría podido pensarse que se le iban a descoyuntar los huesos. De repente, Arabelle pareció viejísima. La joven miró a la madre y al hijo con fijeza. Se levantaron, y yo les seguí sin saber por qué. Finalmente la muchacha se dirigió a la puerta. Salimos al jardín y llegamos al lago, siempre en silencio. Vi el reflejo de la luna en el agua, pero me horrorizó comprobar que no había luna en el cielo: la luna se había ahogado en el agua.
–Veamos tu cuerpo hermoso –dijo la joven dirigiéndose a Arabelle.
Dominique profirió un grito y se desplomó en el suelo. Arabelle comenzó a desvestirse. Un instante después había un montón de ropas sucias junto a ella; pero seguía quitándose más, presa de una especie de furia. Finalmente se quedó completamente desnuda, y su cuerpo no fue otra cosa que un esqueleto. La muchacha esperó con los brazos cruzados.
–Dominique –exclamó–, ¿estás vivo?
–Lo está –gritó su madre. A mí me daba la sensación de que me hallaba ante un espectáculo que ya se había representado un centenar de veces.
–Estoy muerto –dijo Dominique–. Dejadme en paz.
–¿Está vivo o está muerto? –preguntó la muchacha con voz sonora.
–Vivo –gritó la madre.
–Sin embargo, hace tiempo que lo enteraron –replicó la joven.
–Ven; deja que te mate -chilló la vieja–. Deja que te mate por centésimo vigésima vez.
Las dos mujeres se abalanzaron una sobre otra y entablaron un lucha salvaje. Cayeron al agua sin parar de darse golpes atroces mutuamente.
–La luna es inmortal –gritó la joven con las manos alrededor del cuello de la vieja–. Has matado a la luna, pero la luna no se pudre como tu hijo.
Vi cómo la vieja iba perdiendo fuerza, y poco después desaparecía en el agua seguida de la joven. Dominique se desmoronó, con un suspiro, convirtiéndose en un montón de polvo. Me encontré solo en la noche sin luz.



Imagen y texto: Internet

domingo, 5 de abril de 2015

GALICIANISTAS

EN EL XI CONGRESO INTERNACIONAL DE LA ASOCIACIÓN INTERNACIONAL DE ESTUDOS GALEGOS

‘Galicianistas’ de todo el mundo se reunirán en Buenos Aires para analizar la realidad gallega

 | 20 Marzo 2015 - 12:38 h.


Del 6 al 8 de abril, la ciudad de Buenos Aires será sede del XI Congreso Internacional, organizado por la Asociación Internacional de Estudos Galegos (AIEG). Se trata de un acontecimiento histórico, ya que es la primera vez que se celebra en la capital argentina un congreso de la AIEG, que este año cumple 30 años de vida.
A lo largo de tres jornadas, ‘galicianistas’ de todo el mundo analizarán y debatirán sobre la realidad gallega y la promoción de su cultura en el mundo, especialmente en el ámbito académico.
Así, estudiosos e investigadores de todo el mundo ahondarán en la cultura, la historia, el arte, la lengua, los medios de comunicación, la arquitectura y las ciencias de Galicia.
La inauguración del Congreso Internacional de la AIEG tendrá lugar el lunes 6 de abril, a las 9 de la mañana, en el Teatro Castelao de Buenos Aires (calle Moreno 2176) y contará con la presencia del secretario xeral de Política Lingüística de la Xunta, Valentín García, y de la presidenta de la AIEG-Argentina, Débora Campos.
Seguidamente, la investigadora principal del CONICET, María Rosa Lojo, disertará sobre ‘La excentricidad gallega en el imaginario argentino y nuestra Galicia mestiza’.
Por la tarde, la sede del congreso se trasladará al Instituto de Altos Estudios Sociales (IDAES) de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), en calle Paraná 145, 5º piso.
Durante la primera jornada, además, los congresales visitarán el Instituto Santiago Apóstol (calle Paso 51), donde se desarrollará el Ciclo de Diálogos sobre Asociacionismo Étnico e Identidad y, a su término, se inaugurará la exposición ‘53 páxinas das nosas letras’, del Parlamento de Galicia, la Xunta y la Real Academia Galega, y el grupo ‘Herba da Bóa’ ofrecerá un espectáculo artístico.
Las disertaciones y paneles previstos para la segunda y tercera jornada del congreso se desarrollarán de 9 a 16 horas, en la sede del IDAES.
Además, el martes 7, de 18 a 20 horas, se celebrará la asamblea general de socios de la AIEG, en la sede de la Federación de Sociedades Gallegas de la República Argentina-Museo de la Emigración Gallega, en calle Chacabuco 947 / 955.
La conferencia plenaria de clausura del Congreso ‘Sempre en Bos Aires’ tendrá lugar el miércoles 8, a las 19 horas, en el Complejo Histórico Cultural Manzana de la Luces (calle Perú 172) y estará a cargo de Henrique Monteagudo, de la Real Academia Galega.
Finalmente, el cierre del Congreso está previsto para las 20 horas, al término de la conferencia plenaria de clausura, y estará a cargo de la presidenta de la AIEG, Kathleen March.
Los interesados en conocer todas las actividades pueden consultar el programa general en: http://estudosgalegos.wix.com/congreso_bosaires


La AIEG

La AIEG, que cuenta con más de 150 socios esparcidos en universidades e instituciones de los cinco continentes, es una organización sin fines de lucro que lleva tres décadas trabajando para promover los estudios gallegos a nivel internacional, propiciar el intercambio entre especialistas de diversas disciplinas que se ocupan de la realidad gallega, y fomentar la presencia de la cultura gallega en el mundo, especialmente en el ámbito académico.
Cada tres años, este colectivo de ‘galicianistas’ se reúne en una ciudad del mundo para compartir sus trabajos y reflexionar sobre la realidad gallega. Para eso, se organiza un congreso en el que académicos y profesionales de las más diversas especialidades dan cuenta de lo que saben.
El primero de estos encuentros tuvo lugar en el año 1985 en la Universidad de Maine-Orono, en los Estados Unidos, y desde entonces, fueron sedes la Universidad de Brown, en Nueva York, la Universidad de Oxford, Trier, La Habana, Barcelona, Salvador de Bahía, Galicia, Gales y este año, por primera vez, Argentina.


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El sábado 4 de abril, en el Salón Arturo Cuadrado del MEGA, se desarrolló a salón pleno, la conferencia del escritor gallego Francisco Fernández Naval, "El sueño gallego de Julio Cortázar".

sábado, 4 de abril de 2015

POÉTICA


ORACIÓN SACRA

Con postración y honores, Hosanna,
Celebraré las Santas Fiestas.
Navidad, Epifanía, Pascua de Resurrección,
Ascensión, Pentecostés, Trinidad,
Purísima Asunción de Gloria plena.
Pirim, Pesah, Sabu´ot, Pos ha–Saná, Yom Kippur,
Sukkot, Hanuká, en respetuoso rito.
Alta bienaventuranza del Mulud, Él sea loado,
sagrado Ramadán y Aid–el–Kebir.





He de cantar todos los himnos consagrados
y salmos a la misericordia
del Dios de todas las generaciones,
que por suprema bondad me ha concedido
en este valle de lágrimas y guerra,
levitar tus abrazos celestiales 
en el culto de la Gracia verdadera.








              SI NO LO ESCRIBO
Si no lo escribo,
no tendrá alma de pájaro.
Quedará en un puño apretado su trino.

Por caminos sin regreso irá perdido
sin Rosa de los Vientos, sin Oriente.

Desmemoriados los gestos, el abrazo,
las horas de ternura y el encuentro
en el puerto anónimo del beso.

Si no lo escribo,
no estallarán petardos
sobre la mansedumbre de la siesta.
Los sueños que partieron al exilio.

Será ausencia el destino,
rencor en ríos de abandonos.
Viudez de pétalo y espina.
Poca cosa la vida.
Poca cosa.

Este amor no será, si no lo escribo.


M.R.-C.
Poesía congregada
Poemario (2014)