DUENDE,
BANDERA Y VERSO
Por Marita Rodriguez-Cazaux
I
Granada
es una llaga abierta que te nombra.
Cuchillitos
de plata sobre el monte,
Lumbres
de nácar.
Al
galope las campanas de Justicia,
Federico,
Y
el acero de tu canto
Para
parir la España de bandera libertaria.
El toro embiste la penumbra.
Corceles
de guerra hunden los pechos.
Estertor
de agonía por olivares
En
surco de sudor y lágrimas,
Igualdades
reclama el hachazo del hambre.
Muerte
y barbarie,
Pétalos
de carne herida los encinares,
Grávida
de pasiones la serranía
Se
calcina en la lengua de la metralla.
II
Desde
la mar, el canto de las Sirenas,
Es
una voz de espuma que te clama.
Y
el ulular en torno de la encina,
El
herrumbrado estío,
Los
oros espigados de la huerta,
El
azahar del amoroso encuentro.
Para
que vuelvas como vuelves,
Federico.
Porque
no es cierta la muerte que te dieron.
No
se mató tu corazón de lirio.
No
se calló la rosa de tu acento.
Duende,
Bandera y Verso,
Florecieron
tus huesos.
Alados
ojos y sueños
desde
la fosa negra trepan al Alba.
El presente poema debe su inspiración en la obra pictórica
del artista plástico y escritor argentino José Curia,
a quien la autora agradece la deferencia por la invitación
a poetizar su obra.
del artista plástico y escritor argentino José Curia,
a quien la autora agradece la deferencia por la invitación
a poetizar su obra.
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