Lectura en el ciclo Extranjera a la Intemperie
de
Susana Cattaneo y María Amelia Díaz
NUESTRA LENGUA
Falemos nosa lingua agarimosa para non chorare.
Palabras
sobre esta muchedumbre
de dolor y distancia
en la rueca del tiempo que la Babel habita.
Hoy,
solo nos queda
el acento desvalido en la lengua del alma;
aquél, que ha de venir desnudo,
a pedirnos la voz de su hambre.

A LA ORILLA DEL MAR, ME PERDÍA mis abuelasNo es lo mismo decir pájaro que paxaro.Ni esta luna es aquella que llevo todavía dentro de míen una redondez de luz.Y mi cielono es el cielo que hoy engaña el firmamento.Estoy fuera de casa y no es lo mismo.Ni el agua, ni la lluvia, ni la noche.Un canto en otro idioma me vacíay no puedo decir verdades con mi voz.Ni siquiera el alma de los nuestroslate bajo la senda del camposanto.Perfuma cerca de mí una rosa que no es la que huelo.Estoy lejos de casa.Y a la orilla del mar-toda loca de buscarme-,me he perdido.
Exilio en sepia, de M.R.-C.
Poemas (2019)
Editorial Dunken
ANILLOS DE LLUVIA
Mar abierto y redondo,
rojo de brillo rojo,
agua escondida
cruzó la calle una tarde cualquiera
in esquivar el charco del asombro.
Secreta luz de su pupila
y más secreta la vida que latía.
Esmalte de plata leve
bendijo los anillos de la dicha.
TRISTE
¿Por qué se me vendrá todo el amor de golpe,
cuando me siento triste, y te siento lejana?
Neruda
Nadie encuentra el verso en una tarde alegre.
No hay lugar para vivir nostalgias
en la noche de alborotado gozo.
Cuando se tiene el fuego sagrado de la lámpara
el mar es solo mar y el cielo es solo cielo.
¿Quién baja a los infiernos si abierto Paraíso
levanta el arco iris de la calma?
El que halla el verso perseguido,
vive en la cárcel agónica de un pozo.
Escote abierto, de M.R.-C.
Poemas (2017)
Editorial Dunken
LLAGA
En la mayor de mis heridas
dejé escondido tu nombre.
Ni a mí me lo repito.
Paso de largo cerca de él,
esquivando
el abismo de la llaga.
Después del exilio del beso
apenas me doy cuenta
´que llevo roto el paso.
Y me parece que siempre he sido
latir de carne lacerada.
CORAZÓN DE VERDÍN
Tapia desnuda de perfumes
donde el verdín ha definido
un herrumbrado corazón
de grietas desparejas.
Húmedo moho que el cemento ahoga
en apretado encaje carcelero.
Se parece mi andar por este mundo
a su rasa y gris fisonomía.
En cárcel de soledad empalada,
son mis grietas heridas de distancia
y, sobre ellas, mi corazón se oxida.
Poesía congregada, de M.R.-C.
Poemas (2014)
Editorial Dunken
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