BALANCE, POZO Y CENIT
Por Dolores Cuello Medina
En la carnadura
de 156 poemas, Marita
Rodríguez-Cazaux, da cuenta de conocimiento literario frecuentado
por actualizaciones de recursos y aporta un calidoscopio de sensaciones agudas
y genuina hondura.
Sólido y
concentrado, su estilo aúna toda libertad y se escapa de estructuras que
obstaculicen el génesis que la incitó a poetizar.
Vigorosa poeta,
la argentina desnuda el mundo real y el universo que sublimiza lo milagroso,
ambos, de lectura filosófica y vital, desbordando otras voces que dejan de
pertenecerle para salir de cientos de bocas; el Yo desaparece y se vuelve
Origen.
La musicalidad
se explaya en experiencias visionarias, referencias en figuras como el poema La
silla, de inmenso significado o Las migas en el mantel, que goza de cuadro
cinematográfico.
Bajo el nombre
de Encierro en gris, Celeste verdor, Malva, Aguada turmalina, Exilio, Azul
profundo, toma símbolo en diferentes dimensiones el protagonismo del color.
Poemas
amorosos, algunos de superior armado de amor cortés -Epifanía, Porque vuelves,
Perfumes del cántaro manaban, Apenas asomada a la tibieza-, otros de apasionada
originalidad -Sagacidad, Despareja sintonía, Oda, Lúdico instante, Premura,
Turbulencia, Me University de amor por vos, Ulises sin Odisea-, o en los caligramas
Brindis y Desvesti2, aportan al compilado esa fruición que se espera hallar en
la poética.
La mujer que
habla de su hoy -Prefiero, Flor y prisión, Soy y soy- y de su antes -Volver a
ser, Retornar- también se estremece genitalmente -Cuerpo vacío, Por la arcada
del destierro, Yerma, Espía-, este último trabajo sobre el desdoblamiento de la
sombra propia.
Tienen espacio
asimismo los años que sesgaron generaciones -Fiat, Es hora de sentarnos a la
mesa, Y le cantes justicia al mundo entero. Plus Ultra de mí, Escombros,
Ficción- y las escenas sociales -Telenovela, Marginal, Genocidio del Ángel,
Otra vez aquel mismo Sur, Miserere- destacado poema que remite a la tragedia en
la estación de trenes.
Tibias, como
son las lluvias en la América Latina, hay poesías que las nombran desde
distintos conflictos angulares -A la lluvia le gusta, Llueve corazón que ya no
late, Herida de Lluvia, fuego y nieve, Lluvia del Sur- como también se
multiplica el vértigo que provocan las escaleras -Balcón, Desierto de luz en la
escalera, Patria de amor llega por la escalera- y las siluetas de los muros -Corazón
de verdín, Resquebrajado, Tapia de papel, Medianera ciega, Pecho de cal-.
Poemas de
interiorismo fascinante, donde se la sabe en carne doliente -Diapasón,
Conversa, Sueño que duele, Llaga, Secuelas, Era toda yo, toda partida- y otros
donde la remembranza detenida en sus padres, la agoniza -La vida era la casa,
El sol sobre tu almohada de perdía, Aún no puedo, no, La niña mira, Fuimos la
vida-.
Tiene espacio
la tierra perdida, el destino del exilio -Hacia el noroeste mi pensamiento,
Preterición, Lluvia y distancia- y el abrazo como bandera -Advenimiento del
abrazo, Extravío, Perdido abrazo-, escenografías provincianas -Viento del
Chalten. Emigra al sol- y los paisajes ciudadanos -Río que mar sueña, Tango,
Secreto, Ciudadana despedida-.
Análisis aparte
merecen las composiciones donde los personajes se empalman a los héroes de la
mitología -Mito de belleza, De Evandro, llena, Enone, Pasión astral, Amor,
Leandro y Hero- y aquellos poemas donde la mitología es la propia, tradicional,
heredada, esa mitología de guerra civil que se vivió en la casa de los
emigrantes españoles y muy particularmente en la de los gallegos, que no pueden
desprenderse de su ancestral morriña.
Para ir
cerrando la crítica (y abriendo el poemario) algo sobre su Autora: Simbologías
y acierto en hallarlas, pureza de línea y de pensamiento, luz para dar con el
costado más bello, y una femineidad, “actitud femenina”, como sentido
primordial.
El deseo del
crítico es ayudar al Lector a descubrir los puntos más interesantes de una obra
y alejarse del Autor para evitar el subjetivismo. En este caso, quien hace la
presente crítica, ha claudicado de serlo a favor de sentirse lectora y
disfrutar esta impecable antología poética.
No cabe duda de
que, entre las poetas americanas, la Autora argentina ocupa un lugar destacable.
* Dolores Cuello
Medina: Escritora y periodista mexicana.
Diciembre 2014
“POESÍA
CONGREGADA” de Marita Rodríguez-Cazaux
Editorial Dunken 2014, 200
páginas.
Compilación de los poemarios “Pasos desnudos”, “Luz raída” y “Pulso sensual”.
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