sábado, 28 de junio de 2014

PULSO SENSUAL - Avance


 BALANCE


Si pago el dolor de tu partida
a cuenta de mi pena,
no soy justa.
He tenido
más dicha que infortunio.
Y tal licencia de abrazos
que  cien Infiernos
 no han de bastar,
para penarla.







MEDIODÍA

No vuelvas a esta calle, a esta casa,
a este solar de luz de mediodía. Ya no es tuyo
el somnoliento caer de aromas sobre el patio.


No es para vos este rumor de siesta
repartido en mitades de sol y medianeras,
ni el canto del pájaro huraño, que llega y, un instante,
se detiene en la cuerda de la ropa.

No son tuyos los callados pensamientos
que bailan dando vueltas por la galería,
ni el idioma del reloj que apura los pies en las baldosas,
para correr a la cancela,
abrir la puerta,
y cerrar los ojos bajo el beso.



M.R.-C.
PULSO SENSUAL 
Poemario (2014)
Editorial Dunken


IMAGEN:INTERNET

PULSO SENSUAL - Avance



FLASH

Este trozo de mar, este soberbio
telón de sol y nubes,
esta  postal que se adivina cursi
antojada de esmeril y turmalina,
debería esperarte.

Detenerse           y esperarte
a que salgas,
y detrás de tu paso, cierres la puerta.
Baje
        tu prisa 
                      el caracol de la escalera,
cruce la calle, suba al micro,
al tren, al avión, al barco,
y poses, junto a mí,
en esta sinfonía de mundo irrepetible,
este trozo de mar, este soberbio
telón de sol y nubes,
esta postal que se adivina cursi
antojada de esmeril y turmalina.
Este paisaje que se rompe en el flash
                            porque no estás.


M.R.-C.
PULSO SENSUAL 
Poemario  (2014)
Editorial DUNKEN 


IMAGEN: INTERNET

viernes, 27 de junio de 2014

SADE - Delegación San Vicente -


                                El libro de los talleres 




l 27 de enero (2014), en el local de la Editorial Dunken, se realizó la presentación de los volúmenes XXI y XXII de la colección EL LIBRO DE LOS TALLERES LITERARIOS, en los cuales participaron, en forma gratuita, 14 talleres de distintos lugares del país y 120 integrantes de los mismos. Presentaron el evento en el Salón de la Editorial Dunken, los escritores Marita Rodríguez-Cazaux y Ricardo Tejerina.
 El taller literario de SADE San Vicente tuvo el orgullo de integrar el volumen XXII. 
Fueron publicadas en él obras de María Elvira Álvarez, Ana Alicia Gamboa, Nicanor Gutiérrez, Analía Gutiérrez, Luisa Jaitz, Ana María Molina, María Irene Ramos y Ariadna Zambrano.


Publicado por SADE Seccional Surbonaerense.
Pertenecen a SADE Seccional Surbonaerense los atributos y derechos sobre la publicación presente.

Repercusión de la obra de Pasqualino Bongiovanni



“Al sur de las cosas” – Buenos Aires, 2012


Al sur de las cosasAl sur de las cosas – A sud delle cose
(edición bilingüe) – Artnovela Ediciones – Buenos Aires (Argentina), 2012 – pp. 205
traduzione di José M. Carcione
ISBN: 978-987-21849-8-8

Come il poeta di tango, Bongiovanni possiede anche la bravura di raccontare il suo Sud interiore. Questa poesia, nella quale l’autore descrive la sua terra e la sua gente, nello stesso modo in cui Luis Franco e Atahualpa Yupanqui raccontarono il Sud di queste parti dell’America, acquisisce una condizione planetaria, che supera la sfera del locale per raccontare e denunciare la realtà di un Sud universale e il sentire di ogni essere umano che lo abita e lo soffre.
José M. Carcione
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“Al sur de las cosas” di Pasqualino Bongiovanni è un libro pericolosamente silenzioso. Nel suo stile pacato, puro e semplice si nasconde la drammaticità, il grido contenuto e la tragedia di ogni giorno. “Al sur de las cosas” è un libro universale come il pane e l’acqua, poiché parla anche del nostro Sud americano.
Fredy Yezzed
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Nel poeta italiano Pasqualino Bongiovanni, si percepisce un mestiere tormentato, ardimentoso, tecnica e lavoro associati a un innegabile talento per trovare la parola giusta, l’aggettivo esatto, il verbo preciso. Le sue poesie, lo trascendono e diventano presenze palpabili, esseri e paesaggi che si insediano nell’animo di chi legge. E di modo che, in questo miracoloso istante di vincolo intenso, di rivelazione, di sentimento condiviso, poeta e lettore, vivono l’itinerario dell’anima, il sacro senso della Poesia. Senza dubbio, un miracolo che gli dei destinano a pochi poeti. Pasqualino Bongiovanni è uno di quelli.
Marita Rodriguez-Cazaux
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Nella poesia di Bongiovanni […], secondo l’insegnamento gramsciano, il pessimismo della ragione diviene ottimismo della volontà. […] Questa è la lezione del giovane poeta, una lezione indirizzata prima che ad altro, alla stessa poesia del Sud che nei suoi versi ha trovato le “parole nuove”, non allineate, che si fanno strada per conto proprio, senza particolarismi o marginalità. E’ un poetare che è di ogni Sud.
Anna Stella Scerbo

jueves, 19 de junio de 2014

COMUNICACIÓN Y RESEÑA


      

Intento comunicativo de un Yo joven con un Yo adulto


                                 
Por Fernando Veglia
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Dentro de dos o tres años, leeré estás líneas para comprobar mis sospechas. Intuyo que, en ese breve lapso temporal, este “yo” que poseo habrá muerto, o mutado en vos, “yo” lógico, contradictorio, que no deseo.
No quiero que consideres este mensaje como el último recurso de un hombre que intenta evadir lo inevitable. Mis días oscurecen débilmente, pues recordarás que fui un idealista. Vivía en un tiempo común, pero en un espacio notablemente diferente; en un mundo plagado de valores bien enseñados, increíblemente opuestos a las prácticas habituales. Imposible negar los constantes replanteos conceptuales que la realidad me obligaba a realizar.
Sé, a través de mi pobre intuición, que te avergüenzas de las tantas acciones quijotescas llevadas a cabo; deberías sentir orgullo, puesto que, por lo menos, puedes decir que alguna vez lo has intentado. ¿Acaso es vergonzoso desear lo justo?… No rías, por favor…
Sumido en las obligaciones familiares y laborales, me dirás que no puedes pensar en la realidad, que deseas evadirla, pero a pesar de ello, desde tu lugar llevas adelante una vida sincera, honesta… Te diré, con la poca pasión que conservo, que “tu lugar”  es un grano de arena, tu vida no es sincera, ni honesta; es conformista y cómplice de lo que decías, dices y dirás odiar. Supongo que aprehender los conceptos sociales de lo inevitable me transformarán en vos. No imagino de qué modo los adoptaré, tampoco imagino cómo un sinfín de hombres abandonan sus conceptos. ¿Qué sucederá conmigo? ¿Qué sucederá con los otros? 
Sonriendo resignadamente ante la aberración, velamos valores esenciales en indescriptibles ataúdes de pino, donde yacen nuestros hijos, padres y hasta nosotros mismos. ¿Acaso es necesaria la muerte y la denigración para que la indignación despierte a los “yo” adormecidos? ¿Por qué ese extremo? ¿No vale lo mismo un nacimiento?… 
¿Por qué me consideras extremista?, cuando lo que pido es equilibrio. Entiendo que prefieras la seguridad al riesgo, pero ¿proteger un presente absurdo? ¿Qué clase de hombre seré? ¿Eres?… ¡No! Una y mil veces, no. No continuaré, porque este discurso los has leído y escuchado hasta el hartazgo. Incluso grandes hombres se han cansado de repetirlo y ni ellos ni los deshonestos te convencieron, porque mueren en los hechos y tú jamás reclamaste lo prometido, quizá por que no lo merecías. ¡Basta! No puedo dedicarte una línea más sin sentirme derrotado, sin pensar que lees para olvidar. No te odio, ni desprecio, eres “yo”; de todos modos habré muerto como murió el “yo niño” durante mi nacimiento… 
Cuando termine de leer este texto en otro tiempo sabré si sigo siendo el mismo o no. Lo más seguro es que sea “vos”, por lo tanto, quisiera que estas palabras justifiquen mi pedido (como a mí, pienso que te fastidian los pedidos ajenos, más aún de un hombre que fuiste, odio los pedidos del “yo niño”, por ello no espero que cumplas). Conserva estas breves palabras,  puesto que si la existencia te dice que has vivido cayendo al vacío, podrás llamarme. Entonces regresaré del rincón más lejano de vos mismo. Juntos idearemos otro camino.



Relato incluido en el libro Líneas (Ed. de los Cuatro Vientos, 2005)




“Paroles”, de Jacques Prévert

                        Por Fernando Veglia

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No recuerdo exactamente cómo adquirí esta maravillosa obra. Creo que leí, de un pequeño libro promocional, varios poemas de Prévert. Sencillamente, me fascinaron esas palabras y “tomé prestado”, hasta el día de hoy, el pequeño libro; está bien cuidado y no desea marcharse de mi biblioteca.
Investigando, descubrí a Jacques Prévert (1900-1977); poeta, guionista, cineasta y autor teatral francés. Sus textos fueron interpretados por grandes cantantes (“Las hojas muertas”) y estuvo relacionado con el surrealismo.
Encandilado, quería leer su obra, lo que fuese que encontrase, pero no hallaba nada; no lo editaban. Obstinadamente, busqué entre los libros usados hasta que hallé, o alguien piadoso me obsequió, Paroles, en una edición bilingüe de 1960, que tiene el color y el olor de los libros viejos y sabios.
Paroles fue rápidamente aceptada por los lectores y traducida a varios idiomas; su éxito fue desbordante. La temática es diversa, capaz de internarse en la cotidianidad (“Desayuno”), criticar a la sociedad (“El lavado”), hundirse en las profundidades de los sentimientos (“París at night”) y emerger lúdica (“Para hacer el retrato de un pájaro”), cómica (“Pater Noster”) o irreverente (“El mal estudiante”). Las enumeraciones, abundantes, y el estilo, claro y directo, nos proporcionarán imágenes  sencillas, carentes de ornamentos pesados o retorcidos. A través de ellas, viajaremos cómodamente y seremos sorprendidos por las emociones y el genio del autor.
Considero que Paroles puede ser apreciada y amada por personas de cualquier edad y condición cultural, sin desmedro de sus muchos méritos. Sin embargo, aquellos que hayan visitado París o que sepan idioma francés, disfrutarán mucho más de esta obra, no recurrirán a las notas del autor, ni fastidiarán con preguntas a los viajeros o a los eruditos y obtendrán mi modesta admiración.
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Jacques Prevert, Paroles, (1946) 

* Fernando Veglia, Ciudad de Buenos Aires, 1979. Escritor y articulista argentino.

miércoles, 18 de junio de 2014

PERIÓDICO IRREVERENTES



“SEPTIMIZADOS”, DE SEBASTIÁN VIRGILI


                                                                                Por Marita Rodríguez-Cazaux

Autor V
Sebastián Virgili (Bahía Blanca, 1974) sorprende otra vez -y de la mejor manera-, bajo el original título de “SEPTIMIZADOS”, su último libro.
 Quien ha confesado que vive en Bahía Blanca pero, mentalmente, contempla el Mediterráneo desde la balconada de Positano, goza de bilocación y puede  multiplicar en atmósferas literarias, realidades o fantasías que, como aquellos fantasmas vivientes que la cultura germana llamaba Doppelgänger, habitan con capacidad de atormentar a profesores, maestros y alumnos.
 El título rememora la expresión desesperada, anunciada a viva voce por una compañera en sala de profesores un día en que, después de haber dado dos horas de cátedra en primer año de escuela secundaria (séptimo de primaria), irrumpió en la sala exclamando “¡Estoy septimizada!”. A Virgili, le pareció ideal la expresión para coronar “relatos que hablan de la pérdida de la dignidad, entre otras cosas, tanto de alumnos como de docentes, en la escuela argentina”.
 Explayado en PARANINFO, IMPLUVIO, y ERUDICIÓN, y bellamente ilustrado por Sandra Andrea Virgili, se presentan cincuenta y dos relatos que visten una infancia colorida o sepia o negra, a pesar del guardapolvo blanco, y van más allá de la dinámica que conlleva lo anecdótico, tanto que, “refleja las contradicciones, lo absurdo, lo tangible y lo inmediato de la realidad educativa latinoamericana” como asegura la autora del Prólogo, Dalila M. Godoy Zamora.
 De incógnito y sin omnisciencia, hay un observador que ocupa la primera fila -o el último banco-, el propio Virgili. Con léxico acertado sabe rescatar el desquite guardado por años e invita libremente, como es su forma de expresión en la vida misma, a paladear victorias, represalias y resarcimientos con hilaridad imperdible, sin perder marcha en la narración.
 Sin duda, la sagacidad de su óptica es puerto de salida para paisajes que conoce bien por su tarea docente, una vocación llevada a cabo contra la “amenaza paterna, demanda social y el grito de los maestros acaparando las calles”. Vocación que mancomuna con la necesidad de la escritura, como ha confesado en Silabario“despuntando el gusto de escribir, ficcionando la realidad para poder entenderla, para integrarla y para burlarse de ella”.
 Sebastián Virgili, frecuenta la ironía y el humor con altura, logra encontrar el punto exacto para que el Lector se interne en la historia y no quiera hacerse la rabona. Quizá, porque sus historias son obstinadamente irreverentes. Y jóvenes, como siempre nos hubiera gustado ser.
AUTOR
*Sebastián Virgili, Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires,1974. Profesor de Química en la Universidad Nacional del Sur, docente, escritor.

Tapa

martes, 17 de junio de 2014

AVANCE DE "O TRASNO DE ESPENUCA"



   

        Nueva obra del poeta 
Carlos Penelas



“O trasno de Espenuca” é a nova obra de Carlos Penelas que Editorial Dunken publicará en xullo. Por primeira vez o poeta colaborador de Xornal de Betanzos escribe un conto para nenos. 
Un libro miúdo cun sentido subxacente intenso. Acompañado por delicadas ilustracións de Eugenia Limeses e sensibles fotografías de Emiliano Penelas, o relato adquire fantasía, tenrura e sinxela beleza a descubrir.

Publicado polo Xornal de Betanzos.



Las ilustraciones pertenecen a su Autor

lunes, 16 de junio de 2014

AVANCE DE LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO "SEPTIMIZADOS"





Sebastián Virgili (Bahía Blanca, 1974) sorprende otra vez -y de la mejor manera-, bajo el original título de “SEPTIMIZADOS”, su último libro.





El título del libro rememora la expresión desesperada, anunciada a viva voce por una compañera en sala de profesores un día en que, después de haber dado dos horas de cátedra en primer año de escuela secundaria (séptimo de primaria), irrumpió en la sala exclamando "¡Estoy septimizada!". A Virgili, le pareció ideal la expresión para coronar "relatos que hablan de la pérdida de la dignidad, entre otras cosas, tanto de alumnos como de docentes, en la escuela argentina".


Sebastián Virgili  y Sandra A. Virgili



Explayado en Paraninfo, Impluvio, y Erudición, y bellamente ilustrado por Sandra Andrea Virgili, se presentan cincuenta y dos relatos que visten una infancia colorida o sepia o negra, a pesar del guardapolvo blanco, y van más allá de la dinámica que conlleva lo anecdótico, tanto que, “refleja las contradicciones, lo absurdo, lo tangible y lo inmediato de la realidad educativa latinoamericana” como asegura la autora del Prólogo, Dalila M. Godoy Zamora.

De incógnito y sin omnisciencia, hay un observador que ocupa la primera fila -o el último banco-, el propio Virgili. Con léxico acertado sabe rescatar el desquite guardado por años e invita libremente, como es su forma de expresión en la vida misma, a paladear victorias, represalias y resarcimientos con hilaridad imperdible, sin perder marcha en la narración.

Sin duda, la sagacidad de su óptica es puerto de salida para paisajes que conoce bien por su tarea docente, una vocación llevada a cabo contra la “amenaza paterna, demanda social y el grito de los maestros acaparando las calles”. Vocación que mancomuna con la necesidad de la escritura, como ha confesado en Silabario “despuntando el gusto de escribir, ficcionando la realidad para poder entenderla, para integrarla y para burlarse de ella”.

Sebastián Virgili, frecuenta la ironía y el humor con altura, logra encontrar el punto exacto para que el Lector se interne en la historia y no quiera hacerse la rabona. Quizá, porque sus historias son obstinadamente irreverentes. Y jóvenes, como siempre nos hubiera gustado ser.






Sebastián Virgili confiesa que vive en Bahía Blanca pero, mentalmente, contempla el Mediterráneo desde la balconada de Positano. Quien goza de esta bilocación encuentra el oriente para multiplicar en atmósferas literarias, realidades o fantasías que, como aquellos fantasmas vivientes que la cultura germana llamaba Doppelgänger, habitan con capacidad de atormentar a profesores, maestros y alumnos.



A continuación, de PARANINFO, PREÁMBULO, que figura en el libro con epígrafe de Italo Calvino.

Nos, los docentes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos como ganado en Acto Público por voluntad y elección ministerial, en cumplimiento de pactos preexistentes, con el objeto de ganar un mango, llegar más holgados a fin de mes, perder la paz interior, proveer a los chicos un tentenpie y a los padres un felpudo, promover el interés general, y asegurarnos  los perjuicios jubilatorios para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los habitantes del mundo que quieran enseñar en escuelas argentinas, invocando cada día que baje un milagro, única posibilidad de cambio: ordenamos, decretamos y establecemos esta vocación, un apostolado en el tiempo que nos toque el ejercicio de la profesión.


IMPLUVIO

TRANSITIVO

El árbol se estremece y cruje cuando Nerina le arranca algunas hojas que luego rompe y tira al piso. Cuando quiere volver a intentarlo, siente que la piel del rostro se le estira como en un lifting y los pelos de la nuca se le erizan. Le duele mucho, demasiado.
Entonces, con lágrimas en los ojos, grita.
Espero que nunca más lo olvides, piensa la señorita Vilma mientras le tira fuertemente de su larga trenza.


ERUDICIÓN


SER HUMANO

Los seres vivos somos vanidosos, esa es nuestra principal cualidad. De ella se desprende que seamos elegantes, esbeltos, lindos, inteligentes, creativos  y adaptados.
La profesora de Biología no opina lo mismo.
Después de todo es lógico, ella piensa así porque representa un ejemplo de excepción a la regla.



LA EVIDENCIA

Si el heladero es el padre, la heladera vendría a ser la madre. Entonces, ¿los helados son los hijos?, se pregunta horrorizado Lautaro mientras unas gotas de  amarena se derraman sobre las hojas de los deberes.



RACIONAL E INTRANSIGENTE

El anarquismo es como una crema coralina y astringente que al extenderla sobre el cuerpo actúa de repelente contra el abuso de poder.
A Mailen, en esa oportunidad, no le sirvió de mucho haberse untado de anarquismo.Ni bien terminó su definición, la autoridad recayó sobre ella y la mandó directo a Marzo.





SEPTIMIZADOS, Editorial Dunken, (2014), se presenta el 28 de junio en el espacio Förum, Corrientes 123 - Bahía Blanca. El evento suma la presencia de músicos y narradores locales además de la lectura pertinente de algunos textos.






*Sebastián Virgili, Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires,1974.
Profesor de Química en la Universidad Nacional del Sur, docente, escritor.


Las fotografías pertenecen al Autor.

sábado, 14 de junio de 2014

POÉTICA GALEGA



LAMA






-Por cornixas -dixeches un día-,
con ollos pechados imos ir.


A cegas,
 marchei detrás da tua voz de auga,
tentando coa punteira do pe
o seguinte banzo,
a greta aberta,
o baleiro latexo da nada.


E caín de mín,
extraviada, 
cando a tua voz
foi facendose lama.



LODO


-Por cornisas - dijiste un día-,
con ojos vendados iremos.


A ciegas,
 caminé detrás de tu voz de agua,
tanteando con la punta del pie
el próximo escalón,
la grieta abierta,
el vacío latido de la nada.

Y caí de mí,
perdida, 
cuando tu voz
fue volviéndose lodo.




 LUZ DA RAIZAME
Poética galega (2014)
M.R.-C.

viernes, 13 de junio de 2014

EN PALABRAS DE MARÍA ZAMBRANO

 POR QUÉ SE ESCRIBE


Escribir es defender la soledad en que se está; es una acción que sólo brota desde un 
aislamiento efectivo, pero desde un aislamiento comunicable, en que precisamente por la 
lejanía de toda cosa concreta se hace posible un descubrimiento de relaciones entre ellas. 
Pero es una soledad que necesita ser defendida, que es lo mismo que necesitar de una 
justificación. El escritor defiende su soledad, mostrando lo que en ella y únicamente en ella se 
encuentra. 
Habiendo un hablar, ¿por qué el escribir? Pero lo inmediato, lo que brota de nuestra 
espontaneidad, es algo de lo que íntegramente no nos hacemos responsables, porque no brota 
de la totalidad íntegra de nuestra persona; es una reacción siempre urgente, apremiante. 
Hablamos porque algo nos apremia y el apremio llega de fuera, de una trampa en que las 
circunstancias pretenden cazarnos, y la palabra nos libra de ella. Por la palabra nos hacemos 
libres, libres del momento, de la circunstancia apremiante e instantánea. Pero la palabra no 
nos recoge, ni por tanto, nos crea y, por el contrario, el mucho uso de ella produce siempre 
una disgregación; vencemos por la palabra al momento y luego somos vencidos por él, por la 
sucesión de ellos que van llevándose nuestro ataque sin dejarnos responder. Es una continua 
victoria que al fin se transmuta en derrota. 
Y de esta derrota, derrota íntima, humana, no de un hombre particular, sino del ser 
humano, nace la exigencia del escribir. Se escribe para reconquistar la derrota sufrida siempre 
que hemos hablado largamente.[...]

ZAMBRANO, María: Revista de Occidente, tomo XLIV, p. 318, Madrid, 1934. 

(Su primer ensayo, tiene 29 años). 


Estraído de Internet.
Al articulista pertenecen las atribuciones sobre el presente texto.

DÍA DEL ESCRITOR





miércoles, 11 de junio de 2014

RESEÑAS

Por Fernando Veglia

“La hamburguesa humana”, de Ricard Millàs

by fernandoveglia
La hamburguesa humana
Atención lector, debes saber que la obra, como lo dice el autor en su prólogo, está enmarcada en el género Z y erótico. Si no estás prevenido, te hallarás en medio de un apocalipsis zombi, serás parte de personajes sometidos a una supervivencia desesperada, verás a la muerte sirviéndose de las dentelladas fatales y de la insistencia de los no-muertos, el sexo será un medio de evasión y el amor, en algunos casos, una condena.
“La hamburguesa humana” contiene relatos y una novela corta, “Instrumental quirúrgico”. La mayor parte de la acción transcurre en una Barcelona devastada y solitaria. En las calles aguarda la extinción y en los refugios de los sobrevivientes melancolía, temores, alcohol y sexo explícito.  A pesar de la tragedia, unos pocos lograran adaptarse y sentirse libres en medio del caos.
El estilo es dinámico, lúdico. Valiéndose de un lenguaje accesible, presenta buenas dosis de acción, terror, imágenes apocalípticas, reflexiones. La música estará presente, el lector podrá acompañarse con los temas musicales que escuchan los personajes o propone el autor. La interacción entre música y literatura dará otro significado a la lectura, dotando de ritmo a los eventos o revelando estados de ánimo.
En “Úrsula”, “Los dientes del diablo”, “No les gusta el jazz”, “Red soZial”, “Amante de largo recorrido”, “Sexo y muerte en un vaso de ginebra”, “¿Quién necesita unas tetas”, “El último coito”, “No scape”, “Trampa sexual en el ocaso de la civilización” imperarán el amor y el sexo como refugio y evasión. Asistiremos a conversiones dolorosas, en algunos casos los personajes resistirán y en otros sencillamente aguardarán la mordida terminal.
Rosa, en “Boxeo femenino”, hará todo cuanto tenga a su alcance para escapar de una muerte persistente e inevitable. No faltarán los sobrevivientes que logren adaptarse como en “Parque de atracciones” y “Un orgasmo inusitado” y los que suponían que estaban adaptados como en “Nikon D50”.
Los artistas dicen presente en los relatos. En “28 chicas después”, “Muerte en el escenario” y "Performance" los protagonistas son actores. Los escritores aparecen  en “Suavizante para el pelo” y “El último best-seller”. En “eZcritor”,el personaje afirma: “Estoy probando con la poesía mientras veo como unos se comen a los otros y las gaviotas siguen observando la estupidez del ser humano”.
“Conversión” describe la transformación, dando lugar a reflexiones del autor: “Vives tu propia pesadilla escondido en la negrura de la inconsciencia”, “Mueres poco a poco para volver a nacer; esta vez no habrá parto”, “El egoísmo se muestra fiel hasta la muerte”.
Hallaremos una serie de relatos donde los personajes estarán sometidos a la misma situación. La muerte y el sexo serán los cómplices de un acto final. Esto puede resultar reiterativo o, si eres un lector curioso, un desafío.
“Instrumental quirúrgico” es una novela ambientada en una Barcelona contaminada por la plaga zombi. Toda la acción transcurre en el Hospital del Mar y en un gimnasio aledaño. Zacarías y Dolores, ambos estudiantes de medicina, pudieron ingeniárselas para sobrevivir al caos y, a pesar de los peligros diarios, urdieron un plan para acabar con la infección. Amor, sexo, violencia, dudas y recuerdos florecerán mientras los jóvenes intentan cumplir con el objetivo. Cuando parece que van a lograrlo, un descuido hace que uno de ellos sea transformado y que el superviviente deba debatirse entre el amor y la no-vida.
“La hamburguesa humana” señala la decadencia social y el entierro de los valores, a través de esos cuerpos putrefactos buscando satisfacer su instinto, de esas individualidades andantes y carentes de sentimientos.  A pesar de ello, Ricard Millàs abre una pequeña puerta a la esperanza, en la pareja de zombis que deambulan tomados de la mano, en la zombi que persigue al no-vivo guapo que la convirtió y en la que buscará a su amor atado a una camilla.
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la-hamburguesa-humana
fernandoveglia | junio 12, 2014 en 12:31 am | Etiquetas: La hamburguesa humanaRicard Millàs,Sven Jorgensen | Categorías: NovedadesReseñas | URL: http://wp.me/p4DjXe-1G

PERIÓDICO IRREVERENTES




UNA VIEJA FOTO


                                                                                                Por  Marita Rodríguez-Cazaux
Libro

                                                                                          A Juan Gelman, en su memoria


La humedad de Buenos Aires me marea. Una sensación que siempre me ha agobiado y que, ayer, era particularmente densa. Esa incomodidad sumada a los arrebatos que según mamá y la madrina nos deparan las bodas de oro con la vida, ferozmente francas contra el reloj del cuerpo, hicieron que buscara el frescor de la galería.

Molesta, sudorosa, me recosté en el sofá de mimbre, los ojos cerrados, ablandada por un sopor pegajoso.

Iban cayendo sobre mí aquellos olores de un tiempo que me llevaba siempre a la melancolía. Bajo el perfume de las azaleas del jardín, yo bailaba abrazada a Haroldo, giraba y giraba mientras él, sonreía con sonrisa perfecta y, en mi ensoñación, volvían aquellos momentos de dicha, tardes de lecturas y música, libertades que se desmembraron cuando él dejó de estar.

Todavía nos abrazábamos al compás del pop de Abba, cuando el sonido molesto de la campanilla del teléfono sacudió la herida de distancia. Me costó llegar al aparato.

-Hola -dijo una voz joven al levantar tubo -con el licenciado Albar Peña. Habla Gastón Fraga Ponce, del estudio Fraga Ponce y Asociados.

-Está equivocado –dije, y colgué fastidiada. Volví al sillón.

Tenía en la cabeza la cara de Haroldo. En mis recuerdos, él seguía eternamente joven, eternamente audaz, mientras los que lo buscábamos, íbamos separándonos del heroísmo y de aquellos ideales por los que, miles, fueron encarcelados entre paredones húmedos, sin regresar jamás.

Yo era casi feliz trayéndolo a mis añoranzas y, este llamado equivocado me vaciaba, me desnudaba, sesgada en medio de la sombra, otra vez tratando de buscar el hilo que volviera a llevarme hasta él. Esa voz desconocida me dejaba a la intemperie, petrificada en un sueño sacudido, en medio de proyectos que quedaron tronchados sobre las mesas del bar de la facultad.

Pensé tomar una bebida fresca. Iba a la cocina cuando el teléfono sonó otra vez.

-Hola, no me diga que está equivocado, busco al licenciado Peña, lo he llamado miles de veces a este teléfono; usted evita comunicarme con él, es urgente. Hola, hola, ¿no me oye?

-Lo oigo perfecto, pero no es el teléfono del licenciado Peña, no es un estudio, es mi casa y para ser franca -retruqué molesta-, no hay nadie y soy un contestador automático, muerto de calor, con ganas de entrar a la cocina para abrir la heladera y en eso estaba.

Terminé la frase pulsando la tecla Off.

Sonó otra vez, una y otra y otra. Lo oí desde la cocina, desde el cuarto, desde el baño, bajo la ducha, cuando el correr del agua disminuye los sonidos y me imagino viviendo todavía en el campo, años antes de mudarme para estudiar en la capital. Sonó cuando leía poemas de Delmira. Sonó cuando apagué las luces del frente de la casa, mientras bajaba las persianas.

Antes de pasar al dormitorio descolgué el tubo.

Otra noche de calor, pensé estirándome en la cama, haciendo fuerza para cerrar los ojos y alejar recuerdos.

El calor de Buenos Aires se vuelve pastoso hacia la noche, llegan con la oscuridad silencios gastados, tan profundos, que me cuesta encontrar el ovillo del sueño y el malestar apenas me abandona para meterme en imágenes que vuelven a despertarme y a sacudirme de evocaciones. Por eso, me levanté temprano, regué los helechos del jardín y me senté a desayunar en la galería.

Acomodaba la cortina cuando vi el teléfono descolgado. ¿Cómo pude ser tan torpe? me recriminé, debo estar decantándome. Un desconocido llama diez veces y yo soy tan idiota de incomunicarme con el resto del mundo, siempre la misma maniática repetí imitando la voz de mi hermana y volví a conectar el aparato.

Sonó a las once cuando me estaba vistiendo para ir al negocio. Apurada, lo apoyé en el hueco del cuello mientras levantaba el cierre de la falda.

-Hola, hola, habla Gastón, me imagino que dejó de ser contestador automático. Colgué sin responder. Al minuto la campanilla otra vez. Miré el teléfono con aprensión, pensé en fortunas gastadas en terapias de apoyo, pánicos superados, fobias abdicadas, y estiré el brazo.

-No, Gastón, era Gastón, ¿verdad?, sigo siendo un contest…-

-Hola, soy yo… ¿Quién es Gastón? –gritó mi hermana del otro lado.

-Esperaba una llamada -mentí mientras me odiaba por ser tan necia.

-Bueno, bueno, después me contás. Vení a comer esta noche, llegan los chicos del campo. No nos vemos nunca, sería bueno que salieras un poco.

-Está bien -la conformé-. Llevo el postre. Imaginé la cara de mi hermana y su apuro por saber quién llamaba y para qué.

Cerraba la puerta del living cuando el teléfono volvió a sonar. Me quedé un momento escuchándolo, como si fuera una contraseña. Al atender, ya sabía que era él.

-No cortés- dijo tuteándome, Albar Peña no existe, ni me llamo Gastón ni tengo un estudio. Vivo a diez cuadras de tu casa y paso todos los días cuando regreso de la facultad. Te vi en el videoclub de la otra cuadra. Averigüé tu teléfono, no es tan difícil si te hacés amigo del dueño.

-Diste en la tecla, buen remate para una película -contesté-, quizá le ocurra a Dolores Barreiro porque no hay manera de resistirse a tanta belleza, pero a mí no, Gastón o como se llame; a mí no puede pasarme porque nadie pierde su tiempo viendo como alquilo películas.

-¿Y por qué no? -me interrumpió -.Yo creo que la gente se conoce aún antes de conocerse. Digamos entonces que te conozco desde que vi a la chica de la foto y me acordé de vos. Tu silueta, tu pelo suelto, y se me antojó que quería saber tu nombre, hablarte

-¿Qué foto? ¿De qué foto estamos hablando?

-Una foto que encontré entre las hojas de un libro, en la biblioteca de la facultad. Una foto en blanco y negro, en la que una chica de melena hippie posa sonriente al lado de un tipo alto, de anteojos. Te aseguro que la chica es tan parecida a vos que podría jurar que…

- ¿Qué facultad? -lo corté.

- Letras, voy a dar clases algunos miércoles, cuando…

Despacio, muy despacio, colgué el teléfono.

Al salir, mientras ponía la llave en la cerradura, la chica de la foto, volvía a abrazarse a Haroldo.

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